"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Saturday, December 23, 2006


Sevilla y Don Juan Tenorio

Francisco de la Fuente V.

Recorro Sevilla a partir de la Puerta de Jerez hacia la calle Constitución y así alcanzar la Plaza de San Francisco, avanzando por la calle Sierpes nombradas por el gran Cervantes por la presencia de la Cárcel Real y la casa de Pièrre Papin. Me dirijo a la Iglesia de San Luis de los Franceses para encontrarme con la presentación de la obra de teatro del afamado José Zorrilla, Don Juan Tenorio.
De seguro que el habitante sevillano no le llamará la atención el seguir este derrotero, pero para mi que soy un extraño en estos lares, no puedo pensar lo mismo, más aún cuando debo adentrarme hacia el sector de la Macarena cuando la luz del sol ya ha dejado de alumbrar, aquellas calles estrechas con una tenue iluminación que comprenden el casco antiguo de la ciudad.

Os aseguro que se siente un sabor a peligro, que en cualquier momento aparezca una lucha de espadas, con la participación del Capitán Alatriste o quizás la figura de Luis de Mejías y de Juan Tenorio cubierto por un antifaz, para no ser descubierto antes de ingresar a la posada en la que han convenido reunirse para probar sus fechorías amorosas. Finalmente llego a la Iglesia donde esta la nave cubierta por una gran cantidad de sillas que dejan al centro un escenario, hace un frío que refleja que estamos al final del otoño, se visualiza una bruma entre la cual aparecen los actores, que aumentan la espectacularidad del ambiente creado por el entorno de una iglesia cuya belleza está entre una de las bellas de Sevilla.

Don Juan y Don Luis han mostrado sus logros, pasando a la apuesta que dará curso a la obra, tras la conquista de Doña Inés esa novicia por profesar. Triste historia la de Don Juan quién se enamora de su última victima, lo cual es difícil de creer. Las tragedias acudirán y dejaran a un Don Juan qué en sus últimos momentos se le recomendará el arrepentimiento de todos sus pecados amorosos, su duda será cubierta por el alma amorosa de Doña Inés. Se alejan dos llamaradas salidas de sus bocas y baja la luz al son de la música ante la falta de telón… La obra de Juan Tenorio ha terminado.

Regreso rápidamente por las mismas calles hacia la Puerta de Jerez para regresar al siglo XXI a tomar el autobús, he caminado por una realidad que es mía ahora, pero que fue otra realidad para otros, aún siendo la misma del punto de vista de la formalidad. Sin embargo el hecho de aprehender esta formalidad es lo que hace que ella se convierta en un saber para mi.


Ha muerto Pinochet

Francisco de la Fuente V.

No deseaba hacer comentario alguno sobre este hecho, pero no puedo dejar de hacer notar cuatro aspectos que tienen que ver con Pinochet, y que particularmente los comento porque no son tocados habitualmente, por todos los que han escrito por estos días sobre la muerte de este personaje.

Me entere de la muerte de Pinochet mientras me encontraba en España, donde se le dió una cobertura bastante amplia, resaltando la imagen que adjunto como la de su cadáver reposando en la Escuela Militar, esperando los honores que no han recibido otros comandante en jefe del ejercito chileno, es decir que uno puede preguntarse cuales son las formalidades de un funeral de estado ……. Bueno, ya se morirá alguno para saber.

Primer aspecto histórico que es preciso aclarar: Pinochet no fue uno de los que proyectó el golpe militar en 1973, el se subió al final. Por tanto no es adalid que se preocupó de salvar a los chilenos del comunismo, pues eso es responsabilidad de otros oficiales uniformados y de algunas de sus distinguidas damas.

Segundo aspecto: Pinochet tuvo pleno conocimiento de las atrocidades que se cometieron durante su dictadura, lo cual lo hace responsable ante la historia de los delitos cometidos en lo que respecta a los derechos humanos de chilenos y extranjeros.

Tercer aspecto: Pinochet faltó al honor en su calidad de militar, al generar una fortuna que sólo puede justificar su abogado de pasado político extremista. Con ello terminó por convencer a muchos de sus partidarios, que no existía la garantía del gobierno militar chileno respecto a que sus soldados no eran corruptos, como cualquier otro hijo de vecino.

Cuarto aspecto: Chile ante el mundo fue incapaz de hacer justicia en todos los casos en que estuvo involucrado Pinochet.

Fin de comentario

Desde la lejana Sevilla…

Francisco de la Fuente V.

Hace unos días que me encuentro en la ciudad de Sevilla, con un acompañamiento azaroso de truenos bien subidos de tono. A mucha distancia de esa tierra en la que rutinariamente sobrevivo y más de algunas veces logro vivir, este clima es una contrariedad para mi terruño, no así al sur de mi patria donde sus habitantes seguramente exclamarían que llueve como en todas partes , aunque sea otra lluvia.

Presente hay un sentimiento que brota de mis recuerdos y me embarga al ver llover, primeramente por la soledad al no poder compartir estos momentos con Gemma, y por otro recuerdos de mi pasado estudiantil, allá por la época universitaria en la ciudad de Concepción, donde la lluvia no es extraña tampoco. Confieso que hay soledades que me agradan; particularmente estas no lo son, pues no sentir la cercanía humana de quién te conoce y te ama es algo bueno sólo para aquel que desea actuar como ermitaño.

Yo prefiero la soledad con cercanía, pactada para el goce del ocio, por ello en este momento añoro mi sillón de mi biblioteca allá en la lejana Antofagasta y por ende la cercanía de Gemma en las habitaciones contiguas.

¿Dónde estoy ahora? En la España, más precisamente en una residencia universitaria en Sevilla. En una habitación ricamente amoblada para las posibilidades de un estudiante universitario y pobremente para un profesional. Pero, no vayan a pensar ustedes que no tiene todo lo necesario, ¡Si que lo tiene! Con la grata excepción que no hay TV, lo cual condiciona un ambiente de meditación y porque no decirlo, permite escribir estas líneas.

No cabe duda que los andaluces están muy orgullosos de su historia, lo cual llama poderosamente la atención, cuando de ese pasado se destaca el paso de la cultura musulmana por sus tierras. No obstante, que a partir del siglo XV; hacia su final, fue transformándose lentamente o quizás rápidamente, dependiendo de la perspectiva del observador, en una cristianización de todo el quehacer social y cultural de estas comunidades hispánicas.

En Málaga con su castillo de Gibralfaro y la Alcazaba, en Córdoba con su Mezquita (Hoy la Catedral de Córdoba), y en la mismísima Sevilla con la Giralda y los Reales Alcázares. Son una maravilla que impresionan a muchísimos turistas que concurren de todo el mundo para extasiarse en un acto contemplativo sublime. No obstante lo anterior, aún reconociendo que todo eso es muy atractivo para el disfrute turístico, a mi me parece que es muchísimo más interesante integrar esto desde la perspectiva de aprehender la historia de España, que sus hijos aman como la madre patria, pero qué como madre no parece mostrar un similar sentimiento, pues me he convencido de que no hay reciprocidad en ello.

De todas formas no deseo dejar pasar a que se refiere mi interés particular en la historia de España y/o de Europa, ya que puede interpretarse que toda ella es parte de mis lecturas. No es ello así, mi objetivo esta relacionado con que esta Europa ha sido la cuna de origen de la civilización occidental, por tanto lo que realmente me atrae es el desarrollo histórico, filosófico y teológico, que dio paso a lo que hoy es el occidente pensante, lo cual tampoco asegura que ellos actualmente piensen a ese nivel.

Para botón de muestra hay en España numerosas iglesias dedicadas a una cantidad de santos, que se me hace difícil nombrarlos sin olvidar alguno de ellos. Sin embargo, el nivel de la espiritualidad religiosa en la madre patria nos deja en una total zozobra. Los españoles son orgullosos de su patrimonio arquitectónico eclesial, pero más que templos de oración son museos que atraen a los turistas, pues os aseguro que con dificultad podrían orar sino cuentan con un par de euros para ingresar, y en los templos en que dicho importe no sea menester pocos serán los que acudan.

Obviaré profundizar mi crítica en la responsabilidad de la Iglesia Católica , Apostólica y Romana en lo anterior, por ello me pasaré a otro tema para resaltar la actividad editorial de los diocesanos en Málaga, o los de San Pablo en Sevilla, con sus sendas librerías en las cuales se encuentra lo que se busca en el ámbito teológico y filosófico, y sino te lo encargan para unos días más adelante… Que sana costumbre, ni siquiera te exigen un euro de garantía. Cabe señalar aquí que para nosotros que debemos cruzar el océano, las empresas aéreas están boicoteando la cultura, pues es prácticamente imposible no pasarse del límite de kilos permitidos, lo que impide llevar todos esos libros que uno quisiera, sin pagar el importe del exceso de equipaje.

Finalmente debo confesar mi obsesión por el tema de la edad media, ya que es mi idea que la base del pensamiento occidental esta aquí, y ello es la razón de la grandeza de Europa, al haber sido parte del desarrollo de la cultura occidental de la mano del cristianismo, más allá de aquel Rey o de tal Papa.

Continuará………


Sunday, November 12, 2006


Laicismo y el Islam
Francisco de la Fuente V.

Hace algunas horas agradablemente conversaba con el Mullah Mohamed Ibn Abdulláh, quién ha sido mi maestro por largos años, planteándole un tema de actualidad en política nacional referente al ámbito religioso, por ello le preguntaba cómo veía él la contraposición entre el mundo religioso y no religioso, o más precisamente entre la laicidad y la religión en el quehacer de la república. Con su perspicacia acostumbrada y guardando las formalidades de siempre antes de entrar a responderme me relató el siguiente cuento:

Una noche estaba el Mullah Nasrudin observado el firmamento, cuando sorpresivamente por entre los collados apareció la luna. Maravillado Nasrudin entró a una casa de té y declamó: "La luna es más útil que el sol". "
¿Por qué"? le preguntaron los que estaban en la casa de té.
"Porque por la noche todos nosotros necesitamos más luz."
Luego de un silencio necesario me contestó que acaso no había considerado que esa antinomia, no era un problema islámico sino judeocristiano occidental. Ciertamente tenía razón al hacer mi consulta no había considerado ese aspecto y por ende sus enseñanzas, respecto a los conceptos involucrados en el tema, especialmente en el caso del laicismo.

Así nos encontramos que en su origen histórico la religión y laicismo no eran términos contrapuestos, la palabra “laico” viene del griego laos (pueblo): el sufijo ikos (laikos) indica el hecho de pertenecer a un grupo. Los denominados Setenta que tradujeron la Biblia hebraica al griego no emplearon esta palabra, utilizada en cambio por los traductores posteriores (Aquila, Símaco y Teodoción), dándole el significado de algo profano no consagrada a Dios o simplemente útil para hacer la diferencia entre los fieles y quienes ejercían un ministerio eclesial. Con la posterior “clericalización” de la Iglesia y el sometimiento del poder temporal, es decir al poder espiritual de la Iglesia, ésta aplicó la teoría de las “dos espadas”: una, espiritual, en manos de la Iglesia; la otra, temporal, al servicio de la Iglesia.

Esto siguió radicalizándose cuando hacia fines del siglo XIII, Bonifacio VIII, retomando una frase del Concilio de Colonia de 1266, inicia la Bula Papal con la cual abre el conflicto con Felipe IV el Hermoso; rey de Francia, con estas palabras: Clericis laicos infestos oppido tradit antiquitas. No obstante el proceso de laicización no se detuvo, muy por el contrario continuó a través de los siglos siguientes, alcanzando un punto álgido con el Iluminismo del siglo XVIII y en las ideas de la Revolución Francesa, que desemboca en el siglo XIX en el inmanentismo absoluto, es decir, la negación de Dios como Ser trascendente y de todo vínculo de la realidad humana con Dios y la religión, lo que convierte a la fe en un asunto privado: el hombre desplaza a Dios, convirtiéndose en el punto de referencia y medida de toda realidad humana.

Lo anterior lo reconfirma K. Marx al expresar que, “el hombre es para el hombre el ser supremo”, el positivismo materialista se convierte en la ”religión de la Humanidad”, mientras el cientificismo agnóstico ocupa el lugar de la metafísica (la cual se queda sin espacio) y F. Nietzsche proclama “la muerte de Dios”, lo que nos lleva a un viaje a través del siglo XX y actual, teniendo como escenario la lucha irreconciliable del laicismo con la Iglesia y el cristianismo. No me cabe duda que esta beligerancia de ambas posiciones se da por un conflicto de intereses en la sociedad, en la cual no existe un proyecto social común, lo cual condiciona una ineluctable lucha por poder.

El Mullah Mohamed Ibn Abdulláh me manifestó que en su opinión no es correcto aplicar al Islam esta dualidad religión / laicismo, pues en él no existe una estructura eclesial construida para administrar la sociedad, ya que en el mundo musulmán no existe una diferencia entre lo religioso y lo civil, aunque se organicen bajo los más diversos regimenes políticos, atendiendo que en el Islam toda persona es “creyente”. Ejemplo como lo ocurrido en Al Andalus, demuestran que para los musulmanes que la voluntad preconizada por el Profeta Muhammad; la paz y bendiciones sean con él, de alentar una sociedad plural, multirracial y multicultural no era una utopía.

No obstante lo anterior no se puede desconocer que existen regimenes políticos musulmanes que por estructuras de poder, ya sean democráticos hasta autoritarios caen en la tentación de establecer estructuras eclesiales, degenerando en formas que se alejan de las directrices que determinan una comunidad musulmana (Ummah).

Es así como desde la perspectiva de mi maestro no hay contradicción entre el Islam y laicismo, lo cual también es extensivo a regimenes políticos como lo es la democracia. El problema que él ve como evidente, es el de los valores de una sociedad determinada por una economía de mercado, que prodiga como máxima virtud social el consumismo, con claro detrimento de los valores, aspecto en el cual para cada musulmán “No cabe coacción en asuntos de fe. Ahora la guía recta se distingue claramente del extravío” (2/ 256).

Debo confesar que ahora comprendo perfectamente el porque el Mullah Mohamed Ibn Abdulláh, me regalo ese cuento inicial.

Nota: Estimados lectores de mi blog comparto con ustedes la enseñanzas de mi maestro.

Sunday, November 05, 2006


El Conde de Keyserling: El sentido de los tiempos
Francisco de la Fuente V.

Nos visitó hacia el año 1929 este aristócrata y filósofo de origen alemán, siendo parte de esa pléyade del pensamiento de su época compartida con Ortega y Gasset, Shaw, Freud, Scheller y otros. En su paso por Sudamérica permitió que los vanidosos europeos conocieran un continente, que no correspondía a indios con características de animales e ignorantes, que lejos de eso eran pueblos que podían crear filosofía desde su propia cultura.

Particularmente llegue a conocer a este filósofo por mi interés en la literatura, al ser nombrados por Joaquín Edwards Bello y Victoria Ocampo, y específicamente por el manejo de los conceptos de racionalidad y emocionalidad de Keyserling.

Para K es el hombre un ser espiritual que encuentra su real sentido a través del avance científico /tecnológico a partir del cual construye su felicidad en perfecta libertad de espíritu. En K hay una gran responsabilidad social de los profesionales y científicos que deben esforzarse para dar sentido a los fenómenos que acompañan el quehacer humano, y que conducirán a los pueblos por la senda del progreso.

K no nos permite ser pesimista con el futuro de la humanidad, pues no hay decadencia humana biológica degenerativa , ni existe un estancamiento del mundo que vivimos. Entendiendo que la mayor parte de las ideas contemporáneas emergieron del siglo XVIII, las cuales entregaron las bases para el posterior desarrollo de la “razón científica” que permitió proyectar el mundo actual, dominando la naturaleza y así ejerciendo el cumplimiento bíblico que el hombre sería amo y señor de la creación.

Sin embargo dentro de la multiplicidad de problemáticas que nos ha traído este derrotero, K no ha sobrevivido para ver que el ser humano no ha podido alcanzar el añorado bienestar colectivo; siguiendo el paradigma del “progreso”, que ha dejado al borde del camino a muchos seres sumidos en la pobreza, impedidos de acceder al bienestar del denominado progreso científico y tecnológico. Nótese que no he incluido los incontables hechos bélicos sostenidos en dicho progreso.

Pero el optimismo de K lo hace cometer algunos errores más en su visión de futuro al señalar que los norteamericanos serán felices, tras lograr su bienestar material; craso error, al menos de mi percepción ya que no observo actualmente en los Yanki una felicidad espiritual. Aunque no puedo dejar de tener cierta simpatía hacia el optimismo de K, cuando asegura que una vez que el siglo XX supere sus guerras y demases, conquistado el mundo material, vendrán tiempos en que el hombre centre su quehacer en lo espiritual y sus fines, lo cual le dará sentido a la vida, como único derrotero posible para lograr la felicidad humana.

Me nacen unos deseos incontrolables de preguntarle a K , sobre cual sería su pensamiento hoy al sentarse en una banca de un mall, particularmente a la hora de las ofertas. Quizás diría que aún no superamos la conquista del mundo material o cambiaría su concepto de felicidad, al observar los rostros de esos “seres de consumo” en que nos hemos convertido, llevando al límite las tarjetas de compras.

Un aspecto interesante en el planteamiento de K es el nivel de religiosidad y el desarrollo de la metafísica, lo cual es directamente proporcional al desarrollo espiritual en un tiempo histórico. Particularmente es el caso del siglo XIX y XX que no se destacan por su preocupación en haber alcanzado un nivel ni siquiera mediano en estas áreas. Para K este se debe a que el hombre desde una perspectiva geológica es ahora más fuerte que hace 2500 años atrás, no es el ser débil de los griegos o con el cual se desarrollo el cristianismo, pues eran menesterosos de la gracia de Dios, muy por el contrario hoy hay una situación paradigmática en la cual el ser humano es amo y señor, dueño de su hora, donde los otros se mueren.

Antes un mito era una explicación en la “sin razón”, muy satisfactoria, hoy se cuestiona como sino correspondiera a una verdad, aquí ha operado la “Rueda de Sesostris” donde las ciencias han ocupado el lugar de las religiones, aspecto que es extensivo al desarrollo escuálido de la metafísica en el siglo pasado. Nada más representativo que el ejemplo de K cuando comenta un cuadro de una iglesia bizantina, donde los iconos corresponden a generadores eléctricos, máquinas, ascensores, etc. Cabe preguntarse ¿Cuántas veces hemos confiado más en un ascensor que en Dios? Quizás sin darnos cuenta adoramos más al Dios Ganeshan.

En resumen, desde la perspectiva del siglo que le toco vivir K tiene fe en el futuro, siendo realista al señalar que la posesión espiritual de “la inmensa mayoría de los humanos, es tan falsa como es justa su posesión material”, pues no se sostiene que el hombre es feliz si cuenta sólo con las cosas materiales. Por ello K nos propone superar esta idea restaurando lo espiritual por sobre las bases materiales.

Lo paradójico que para restaurar lo espiritual necesitamos usar nuestra razón con inteligencia, teniendo en cuenta que el progreso exterior es limitado, a diferencia de la posibilidad del progreso interior que es ilimitado . Quizás se cumpla el deseo de K, que tengamos una era del “Espíritu Santo”.

Hasta pronto Amigo
Homenaje a Luis Araya K.

Entonces el amigo muere
la amistad desaparece
Antes era, ahora ya no lo es
¿hasta cuando fue? Tampoco lo se

Sólo hay cuerpo, sólo materia
No hay gestos, ni palabras….no hay
la palabra, el verbo no está
no hay amigo, se acabo la amistad.

Amigo, has abandonado la realidad
no necesitas nuestra amistad
has vuelto a la espiritualidad.

Tu ya no eres, yo soy sin ti
Vivo un instante más
solo un poco más.

Tu encontrasteis el sentido
has dejado de acompañarme
Hoy debo asumir mi búsqueda
contigo ausente y yo presente
en el sin sentido.

Atravesaré la puerta del paraíso
nos encontraremos ¿habrá amistad?
Dejaré a otros solos
ya nos alcanzarán
¿Hasta pronto?

Saturday, October 07, 2006


Si hay alguna semejanza, asústense pues fue hace aproximadamente 50 años atrás.

La Asociación de Directores de Noticias de Radio y Televisión, brindaron un homenaje a Edward R. Murrow el 23 de Octubre de 1958. Este hecho fue llevado al cine por George Clooney director de la película “Buenas noches, y buena suerte”, desde donde se ha extraído el discurso del Sr. Murrow para la ocasión.

Esto podría no hacerle bien a nadie. Al final de este discurso, algunos podrían acusarme de ensuciar mi propio y cómodo nido y a su organización de haber albergado ideas heréticas e incluso peligrosas. Pero la estructura de las cadenas de publicidad y los patrocinadores no será sacudida y ni alterada. Es mi deseo, si no mi deber, tratar de contarles, con candor lo que pasa con la radio y la televisión. Y sí piden cuenta por lo que digo, yo soy el único responsable por haberlo dicho.

Nosotros escribiremos nuestra historia, Si en 50 o 100 años fuera haber historiadores y se preservarán las filmaciones de una semana de las tres cadenas encontrarán, grabadas en blanco y negro, y en color la evidencia de la decadencia, escapismo y aislamiento de las realidades del mundo en que vivimos.

Estamos cómodos, somos adinerados, gordos y complacientes. Tenemos alergia a la información desagradable y perturbadora. Nuestros medios de comunicación reflejan eso. Por si no nos deshacemos del exceso de grasa y reconocemos que la TV se usa para distraer, engañar, divertir y aislarnos. La televisión y los que la financian, los que la miran y los que trabajan en ella podrían ver una película distinta demasiado tarde.

….Comencé diciendo que nosotros escribimos nuestra historia, si continuamos así la historia se vengará y el castigo nos alcanzará sin demora. Cada tanto, exaltamos la importancia de las ideas y la información. Soñemos al punto de decir que un domingo a la noche en el espacio ocupado por Ed Sullivan habrá un programa dedicado al estado de la educación en E.E.U.U, y un par de semanas más tarde un espacio ocupado por Steve Allen se dedicará al análisis de la política estadounidense en el medio oriente. ¿La imagen corporativa de los patrocinadores se verá dañada? ¿Los accionistas se sublevarán furibundos y quejosos? ¿Pasará otra cosa, además de que algunos millones reciban la información sobre temas que podrían decidir el futuro del país y, por ende, el de las corporaciones?

A los que dicen: “A la gente no le interesará son demasiado complacientes, indiferentes, están aislados” Sólo puedo responder que, según la opinión de un periodista hay suficiente evidencia que refuta esa posibilidad. Pero aunque tuvieran razón ¿Qué podrían perder? Porque si tienen razón y este instrumento sólo sirve para entretener, divertir, aislar…el tubo está titilando y pronto veremos que la lucha esta perdida.

Este instrumento puede enseñar. Puede educar, sí, incluso inspirar. Pero sólo puede hacerlo si los humanos se disponen usarlo con esos fines. De otro modo, sólo son cable y luces en una caja. Buenas noches y buena suerte.

Cabe recordar que el Sr. Murrow unos años antes se había enfrentado al intolerante senador estadounidense Joseph McCarthy. Por otro lado les recomiendo la película a todos aquellos que piensan.

Sunday, October 01, 2006


Aristóteles: Existencia de Dios y su Naturaleza
Un pequeño aporte

Francisco de la Fuente V.

Las lecturas de Aristóteles nos llevan a un mundo ordenado donde el espacio celestial es indestructible e incorruptible, y sostenido en un motor inmóvil que no permite ningún cambio como en el caso de la tierra, donde todo además aparece como corruptible. En mi parecer el estagirita nos presenta un monoteísmo, pues Dios es un “Acto Puro” pues no tendría potencialidad haciéndose sostenible en su perfección, lo cual observamos desde la perspectiva del conocimiento y de los cambios en nuestro mundo terrenal.

De lo anterior podemos destacar la actividad cognitiva esta por encima de la acción física, donde Aristóteles entenderá el acto como semejante a perfección, a saber y aunque nosotros no podemos saberlo todo, debe haber una inteligencia que comprenda en plenitud, ello es el Acto Puro entendido en su perfección y eternidad, es decir Dios. La inteligencia se objetiviza en un orden del universo pues no cabe duda que a donde hay un grado de perfección de los seres debe existir un ser único y perfecto, que a partir de nuestra experiencia psíquica se nos presenta con cierta influencia divina, que ayuda a formular la idea de un Ser Infinito.

Es decir lo que nos muestra es un Ser que mueve sin ser movido, que es Acto y no es en potencia en ningún sentido: “Y esto es Dios”. Ello conlleva a conocer algunos atributos sobre el comportamiento de Dios, del que depende todo lo que existe en la realidad, lo cual muestra una trascendencia del sistema aristotélico al orden físico como de la observación de los astros.

La naturaleza de ese Acto Puro es eterna, inmóvil, indivisible y no sensible y dotada de un poder infinito, que es causa primera del movimiento y fuera de éste, que no es menesterosa de ser movida para comunicar sus acción. El acto de conocer y amar a Dios sólo puede provenir del hombre, por tanto en opinión del estagirita Él no puede amarnos desde su actividad perfecta, más como Acto Puro es el referente de una felicidad que los hombres logran sentir por tiempo limitado.

Tuesday, September 26, 2006


Alma Nacional
Francisco de la Fuente V.

Hemos por estos días celebrado un año más nuestras festividades patrias, por las cuales me he permitido releer la conferencia dada por Cardenal Raúl Silva Henríquez, en la cual nos reseñó lo que representaba en su opinión el alma de Chile, y más señeramente nos hizo saber su visión de Pastor, señalándonos a juicio suyo lo que constituye la esencia espiritual de la nación chilena.

Para el Cardenal Raúl Silva Henríquez la patria corresponde al alma colectiva, cuya tradición es el sendero del cual una nación no puede sustraerse, so pena de derivar en la anarquía espiritual y moral, perdiendo su independencia ideológica, económica y política.

Ciertamente que el Cardenal no se equivocó en que la tradición nacional es un valor que nos permite identificar los rasgos característicos que configuran el espíritu de la Patria, cuando nos indica que un rasgo predominante de nuestro rostro espiritual es el de la libertad. Un bien que arranca en nuestros antepasados indígenas e hispanos, que como afirma Jaime Eyzaguirre son una realidad que no podemos obviar ni menos olvidar, porque esos pueblos que nos dieron origen nos enseñaron a no conculcar la libertad personal o la soberanía nacional.

Un segundo rasgo es el primado del orden jurídico, el cual da una especificidad a nuestra Alma Nacional, sí la comparamos con la de otras naciones latinoamericanas. Chile desde sus inicios los gobernantes son servidores públicos y no dominadores. Donde el estado se sustenta en la autoridad impersonal y aferrada a un derecho positivo estable y válido para todos los habitantes del territorio.

Un tercer rasgo reseñado por el Cardenal Silva fue la fe de los chilenos, el cual es un principio integrado del alma colectiva que prima por sobre todas las idolatrías, denunciando las falsías aunque ello nos cause dolor, del cual no ha estado ajena la historia de nuestra nación, tal es así que el mismo Eyzaguirre ha citado que Chile crece mejor en el dolor.

Estos importantes rasgos nos entregan una enseñanza sobre lo que representa el Alma Nacional, legado que los chilenos debemos asimilar y traspasar a nuestros descendientes, ya que ellos iluminaran el sendero del cual la Patria no debe extraviarse.

Friday, September 22, 2006


Fe
Francisco de la Fuente V.


Reconozco que es este un tema complejo al que busco en unas pocas líneas simplificar, para así lograr un mayor acercamiento a lo que significa la Fe, también es menester confesar que sólo pretendo dar a conocer mi particular visión sobre ella, por cuanto a la hora de evaluar vuestras opiniones deberéis considerar que en una posición optimista no alcanzo a ser ni aprendiz de teología. Más aún así es mi deseo hacerlo y voy a enfrentar este tema de la fe.

En primera instancia dividiré en dos perspectivas la Fe, por un lado la que nace a partir de la voluntad humana a la que denominaré como Fe Humana, y por otro lado que nace de una revelación que llamaré Fe Divina.

La ocurrencia de la Fe Humana esta en el hombre en el cual toma la forma de un sentimiento, el cual se desarrolla a partir de la utilización de la razón, no estando esta exenta de alcanzar la pasión, de aquí que esta fe este afecta al error humano producto de la búsqueda de una verdad lógica.

En cambio la Fe Divina ocurre en la necesidad humana de una inmortalidad que sea evidente o al menos posible para el hombre. Sólo a partir de esta fe el hombre puede vislumbrar y presentir la presencia de lo infinito en lo finito, aunque ella a diferencia de la anterior estará afecta a la mentira ante la búsqueda de una verdad moral.
La ciencia nos presenta una gran gama de problemas que podemos eludir, en cambio el tema de la fe nos lleva a una problemática que es ineludible para el ser humano, la inmortalidad del alma. Muchos filósofos se han prodigado en dar pruebas sobre la existencia y eternidad del Alma, quién podría olvidar el Fedón, este diálogo de Platón que lleva al mismísimo Sócrates; lo que no lo diferencia de sus emuladores en 2500 años, de tratar de dar prueba de ello, siendo enfrentados todos a sus limitaciones que los obliga ha utilizar sus mentes con poderosa imaginación, para traspasar estas limitaciones de manera de alcanzar una respuesta con lógica divina.

Cabe recordar a Spinoza cuando en su Ética nos dixit: “quaeque res, quatenus in se est, in suo esse perseverare conatur”, ello me hace pensar que no hay razón para impedirnos creer en nuestra inmortalidad personal, entiendo que los primeros Padres de la Iglesia expresaron que la inmortalidad del alma no era algo natural, es decir era un don de Dios. También tengo claro que la razón no me dará una respuesta definitiva a este anhelo de inmortalidad.

La cuestión Hamletiana vuelve en plantearse la pregunta de ¿Creer o no Creer?, teniendo en cuenta que lo que se cree siempre esta amenazado por la duda, por muy sólidos que parezcan sus cimientos. No obstante que lo que se sabe y es una necesidad de saberlo, se sustenta a mi parecer más que en lo creemos es en lo que esperamos. Necesitamos fervientemente que exista Dios para que nos garantice nuestro anhelo de inmortalidad.

De aquí que es la esperanza la que sustenta nuestra fe, sin ella la fe sería insustancial ya que la esperanza le da su forma, que nos lleva más allá de recordar el pasado y de conocer el presente, sino que nos transporta en la creencia de un porvenir con sentido. Advierto que no veo un Dios racional que se llegue por derroteros de la negación, eminencia y causalidad, ese Dios no puede darnos inmortalidad pues le falta sentimiento, carece de espiritualidad. Yo pienso que aquí las palabras del apóstol Pablo son esenciales para explicar la existencia de un Dios que sea inmortalizador, cuando nos dice “en Dios somos, en Dios vivimos”.

No cabe duda que mi preocupación no esta en buscar explicación del por qué existo, para ello no sería necesaria la esperanza, mi quehacer esta dirigido a encontrar un para qué existo, cual es el verdadero sentido de mi vida, por ello necesito a Dios y soy menesteroso de la esperanza de que el universo tenga un sentido. Por ello sostengo esa frase de Unamuno: “ La fe en Dios consiste en crear a Dios, y como es Dios el que nos da la fe en Él, es Dios el que se está creando a sí mismo de continuo en nosotros”.

En este mundo actual en que parece reinar más la desesperanza, os comprendo que mi acuséis de opinólogo, sin embargo debéis concederme que a diferencia de ellos yo opino sobre mi mismo, por cuanto soy inofensivo con los demás. Es más la experiencia de la fe ha sido expresada en diferentes culturas, con la presencia de Dios que muestra un camino hacia la espiritualidad, con sus Tótem, Mana, Ka y Temáuquel entre otras expresiones vivas, por tanto la mía es una más.

Saturday, September 09, 2006


Convivencia humana: Una perspectiva desde la cotidianidad

Francisco de la Fuente

Hace unos días atrás releía un libro de Papini, en el cual relataba la eterna tragedia del ser humano en su derrotero por la vida, tratando de indagar, explorar y conocer el universo. Lo trágico de ello es que pareciera que todo ese conocimiento no sólo termina acrecentando el desarrollo científico y el avance tecnológico, sino que esto contribuye también de manera importante en la hecatombe de la humanidad. De los afortunados que tuvieron la oportunidad de preguntarles a un Einstein, Oppenheimer y Lawrence sobre sus sentimientos posteriores al magnicidio de Hiroshima y Nagasaki, encontraron que el tenor de sus respuestas mostraban que había habido un uso político y militar de sus descubrimientos, de lo cual no podían hacerse cargo. No pretendo enjuiciarlos desde la perspectiva de este siglo, ni del pasado siglo XX en el cual se produjeron tales hechos, pero si quiero expresar mi opinión sobre como los seres humanos nos destrozamos diariamente.

Pudiésemos pensar que la mayor parte de los decesos humanos en el mundo se dan por las guerras, como es el caso del medio oriente, particularmente presiento que si hubiera algún ente que se dedicara a contabilizar las muertes que se derivan de los asesinatos, aplicación de la pena de muerte, accidentes de transporte, Naufragios en mares y ríos, accidentes laborales, intoxicaciones, suicidios y desastres naturales de los cuales no se toman las precauciones debidas, creo que éstas sumarían bastante más.

No implica lo anterior que el considerar cuantitativamente la muerte como indicador de la guerra esta se constituya en un mal menor, lo que quiero hacer ver que las apariencias pueden engañarnos, de que sea la guerra la que únicamente aporta a los decesos que se esparcen por la faz de la tierra. Específicamente deseo alejarme de hacer responsables a los físicos nucleares, industriales de los medios de transportes u otros relacionados con la generación de mortalidad humana. A quién realmente quiero hacer responsable es al ser humano, que con sus acciones en el diario vivir contribuye directamente a esta estadística, al no lograr orientar sus vidas hacia la paz social.

En su gran mayoría son los seres humanos que hacen mal uso de los instrumentos que la ciencia y la tecnología les entregan. Aquel conductor que atropella a un transeúnte o éste que por no respetar las ordenanzas del tránsito se ve involucrado o aquel que utiliza una arma blanca para asesinar a un semejante, no es el vehículo ni el cuchillo los culpables de tales hechos, sino que el actuar humano que se aleja del respeto por la vida de sus semejantes.

Ciertamente la muerte es el acto final con el cual culmina una mala convivencia social, es el extremo de un actuar humano que ve al otro como un enemigo. No obstante pienso que la alteración de la convivencia se da durante la cotidianidad humana, sin que en la mayoría de las veces se llegue al extremo de eliminar al prójimo, es más quizás sean las personas que mantienen discrepancias serias muy superior de la perspectiva cuantitativa a los que acaban con sus vidas, lo que hace derivar que la problemática de la convivencia ya está presente a nivel de las interrelaciones personales al interior de la sociedad.

Debemos reconocer que el ser humano equivoca su camino hacia una buena convivencia interpersonal, cuando acepta una sociedad competitiva que busca ganar espacios de poder en los cuales se privilegia el interés personal o grupal, que termina por exigir a sus propios miembros la incondicionalidad por sobre la lealtad. Así podemos observar con que facilidad rompemos la convivencia humana, ante un hecho inesperado e injustificado que puede generar la suspicacia, que entendida desde una perspectiva individual lleve al quiebre de la armonía social. Podría decirse que las relaciones humanas penden de una hebra doble, donde cada uno construye una de esas hebras, con la esperanza que resistirá los embates de los conflictos de intereses en el convivir humano. Más que estos hilos no se suelten y se corten dependen de esa esperanza cultivada y sustentada en el amor por el prójimo, en reconocerlo, respetarlo y aceptarlo como otro que piensa y actúa desde la perspectiva de sus experiencias y saber.

El quehacer de la sociedad se hace a partir de las relaciones sociales que cada uno de nosotros construye, ellas no nos permite ni nos da derecho ha controlar nuestro entorno, pero si nos posibilita ser parte importante en la contribución por una sociedad de sana convivencia humana, donde es imprescindible seguir un camino de honestidad, transparencia y tolerancia para salvar la verdad por sobre nuestras preferencias, tan así que es válido aquí recordar las palabras de Aristóteles cuando nos indica que “Se puede amar a los amigos y a la verdad; pero lo más honesto es dar preferencia a la verdad."

Considerando como una realidad la existencia de una mala convivencia en nuestros entornos, es que me permito lanzar un grito esperanzador, mediante el cual sea posible contribuir a la paz mundial desde nuestro propio quehacer cotidiano, reconociendo que la verdad no la poseemos ni nos pertenece, como tampoco podemos construirla individualmente, pues ella es menesterosa de la convivencia humana.

Saturday, August 19, 2006



¿Dónde están Los Justos? En Palestina o Israel

Francisco de la Fuente V.

“El hombre sabe mucho más de
que realmente comprende”
A. Adler

Hoy no es extraño preguntarse quienes son los que hacen el terrorismo. Claro está que para algunos esta pregunta se resuelve señalando rápidamente a los enemigos declarados de Bush. Pero, es que acaso el terrorismo corresponde a actos violentos ejecutados para infundir terror por organizaciones fundamentalistas, que visualizan esta como única forma de lucha para conseguir sus propios objetivos.

Ciertamente que lo anterior puede no tener una sola respuesta, aunque no cabe duda que esta es la posición más cómoda, la cual la mayoría asume en general. Si hacemos un pequeño ejercicio a nuestro alrededor son escasas las personas que se preocupan de ser cuidadosos en buscar antecedentes; que no sean los medios de comunicación que siguen la línea de la CNN, para asegurar una respuesta que se acerque a la realidad. A su vez, menos son los que en definitiva al encontrar tales antecedentes, son capaces de exponerlos ante un entorno adverso que por diversos motivos que van desde la indeferencia hasta el quedar bien con las mayorías circunstanciales, justifica su inhibición expresiva.

Más aun, una minoría es capaz de tomar los antecedentes encontrados, y luchar a través de los pocos medios a los cuales tienen posibilidades de acceder. Estos seres conflictivos son para mi ni más ni menos, tomando la obra de Albert Camus, que “Los Justos”.

Los Justos son seres parresísticos que uno encuentra en los Estados Unidos, expresando su disconformidad con las actuaciones de su presidente, no sólo por su falsas motivaciones que lo impulsaron a la invasión de Irak, sus declaraciones justificando a partir del 11s su lucha mundial contra el terrorismo, sino porque el esta lejos de representar el camino declarado por los fundadores de ese país.

La política de los gobiernos de Estados Unidos desde hace muchos años antes ha estado orientada hacia la antigua consigna de “que el fin justifica los medios”, aspecto que no los hace diferente de la filosofía de los terroristas a quién indican enfrentar. Es que hay que considerar que también se hace terrorismo cuando se utiliza el poder, particularmente cuando este tiene por directriz la dominación por el miedo o el terror. Los terrorismos pueden diferir en los fines que persiguen, más no difieren en los medios.

Existen demasiados antecedentes que sirven para ejemplificar dicha actitud estadounidense, cómo preguntarse que los llevo junto a su aliado de Israel a ser los únicos que el año 1987 votaron en contra de la resolución más dura que la Asamblea General de la ONU ha elaborado nunca en contra del terrorismo, seremos tan ingenuos en pensar que es esta una equivocación aislada en la política del país del norte.

Los acontecimientos últimos en el oriente medio, en lo cual participa el poderoso aliado norteamericano, muestran una actitud del gobierno israelí que no difiere de lo que ambos justifican por razones de seguridad. Hace muchos años que he aprendido que donde se ejecutan acciones de tal mentada seguridad, es porque tras esta formalidad existe una razón de fondo, que es la injusticia.

Específicamente es menester analizar las palabras de Francis Fukuyama, cuando justifica el accionar de los Estados Unidos por su característica de gran potencia, aunque hay que reconocerle su actual actitud crítica de la invasión de Irak. Pero, que se puede decir de la actitud de Israel que en palabras del General De Gaulle allá por el año 1967, señaló que este país se había convertido en un pueblo “de élite, seguro de sí mismo y dominador”

Todo Justo estará de acuerdo que es inaceptable la existencia de acciones terroristas, en cualquier parte del mundo que justifique la muerte de niños, de civiles, por actos como los sucedidos el 11s, 11m o los de Londres, cómo también los casos de suicidas cargados de explosivos en lugares públicos de Jerusalén. Más tampoco es justa la política de Israel con los palestinos a los cuales se les ha expropiado sus tierras, siendo invadidas por varios miles de colonos que con fanatismo religioso aseguran tener derechos divinos sobre esas tierras, para luego por razones de seguridad recurrir a la protección de su poderoso ejército para consumar mediante acciones inhumanas su despojo.
No habrá paz en el medio oriente mientras no se escuche a Los Justos; que he decidido no personalizar en esta líneas, que hoy como ayer siguen siendo muy pocos, que levantan su voz a costo de grandes riesgos para su integridad, aunque debemos agradecer a la gran mayoría de los "no justos" que prefieran guardar silencio ante las verdaderas motivaciones del terrorismo, lo que genera expectativas esperanzadoras de que las voces de “Los Justos” sean escuchadas.

Creo en este sentimiento quijotesco a partir del cual se puede visualizar una oportunidad de poner fin a un conflicto que parece no tenerlo, pues ellos que son “Los Justos” que viven el terrorismo en carne propia, serán capaces de luchar y lograr la paz entre el pueblo israelí y el pueblo árabe.

Tuesday, August 01, 2006


Tolerancia universitaria
Francisco de la Fuente V.


En el quehacer académico cada universidad a declarado su misión en el devenir universitario, en el caso de la UCN, ella esta definida como católica y seguidora de la palabras de Jesús de Nazaret. Cabe preguntarse si esto implica que en ella exista una actitud de intolerancia, hacia creencias o específicamente no creyentes. En una primera instancia la respuesta sería categórica, de reconocer la tolerancia de parte de la universidad para con la comunidad universitaria. Sin embargo se hace necesario indagar si esto es reciproco, como también definir que es lo que entendemos por tolerancia.

Primeramente el concepto de tolerancia viene de la palabra latina tolerantia, la cual significa soportar, lo cual implica que se debe hacer un esfuerzo para llevar un peso ante el acto de tolerar. Esto nos muestra que aquellos que se escudan en el silencio, tomando una actitud de indiferencia y displicencia, para buscar demostrar su tolerancia no son más que unos hipócritas que no son capaces de esforzarse, en reconocer la legitimidad del otro.

No es menos cierto que la palabra tolerancia esta cargada de implicancia religiosa, sobretodo a partir de la reforma iniciada por Lutero, el tener un credo religioso es un acto personal de fe que no busca evidencias para convencer al otro, si alguien desea seguir el testimonio del otro, ello se enmarcará dentro de la libertad humana para discernir sobre un camino de bien. Pero, ciertamente la tolerancia hoy en día a traspasado el ámbito religioso al sociopolítico, con motivo de asegurar una convivencia ciudadana respetuosa en la situaciones que exigen debatirse, opinarse y que involucran una opción.

Es aquí que la universidad como conciencia crítica de la sociedad debe procurar cumplir con su compromiso valórico, centrado en su visión de dicha sociedad, pues ella no puede actuar con indiferencia, ni displicencia ante ella. La universidad debe actuar procurando testimoniar su misión formativa particularmente en el plano valórico, pues es este el que marca la diferencia más allá de la enseñanza disciplinaria.

En esta perspectiva y considerando las directrices de la espiritualidad ignaciana, lo cual me parece menester sacar a luz cuando escribo sobre la UCN, no se puede soslayar su concepto de libertad inspirada por San Ignacio de Loyola, la cual nos permite opciones ya que Dios no nos ha pensado como marionetas de su creación, por cierto que el uso de esta libertad no se puede convertir en libertinaje, ya que la propuesta lleva implícita al menos dos cosas. La primera que dicha libertad no implica hacer lo que a uno se le venga en gana, sino que es una libertad que involucra un sentido moral condicionado por la generosidad “para” darnos a los demás, y un segundo aspecto es reconocer que la libertad se desarrolla a partir de nuestra subjetividad. Pero no de una subjetividad centrada en el “yo”, muy por el contrario su quehacer esta en la frontera de ese yo, para encontrar las formas de reconocer y comprometerse con el otro, un camino de tolerancia que permite aprender juntos a ver el mundo con los ojos de Dios.

Así la tolerancia nos permite ir a las fronteras de nuestras creencias, haciendo posible una actitud de diálogo en sus límites, aceptando la convivencia con el otro, donde éste debe responder con una actitud recíproca de mutuo reconocimiento. Ello implica por un lado hacia su interior, darse y respetar los espacios que le son dados por sus tradiciones y revelaciones, y por otro en sus límites permitirse que es posible un diálogo tolerante de la relación entre la fe y la razón.

En este entorno de respeto es posible opinar y actuar, pues ello no le esta vedado ni al agnóstico, ni al que profesa otras creencias. No obstante, estos no es el lugar para cuestionar la moral religiosa dada por la Palabra Revelada, ni sus Liturgias y tampoco el correspondiente Magisterio de la Iglesia Católica y Apostólica Romana. En esto esta la reciprocidad de la verdadera tolerancia, que hará a la UCN con la ayuda de Dios ver más allá.

Saturday, June 24, 2006


Perdida de la figura intelectual en el ámbito universitario

Francisco de la Fuente V.


¿Hay un desarrollo intelectual dentro del quehacer de nuestra universidad? Es una pregunta que hace mucho tiempo me la vengo haciendo, y ella cobro fuerza en mi a partir del último movimiento estudiantil dentro de nuestra casa de estudios. Particularmente me pareció interesante la reunión de reflexión compartida por académicos y estudiantes, aunque ello esta lejos del nivel que debiera alcanzar una discusión académica, la cual debe evitar proponerse el buscar aplausos efectistas y someros, en desmedro del trabajo intelectual serio de un cuerpo académico, del cual debe aflorar la conciencia crítica de una universidad pensante.

Esta claro que no estamos en la primavera del 68 francés, es pasado ver a los académicos participando en la vanguardia de las protestas, por una mejor educación, no hay un Sartre ni un Foucault que levanten sus voces para darle fuerza y vigor intelectual a las reclamaciones, imponiendo un debate público que paralelamente contribuya al liderazgo valórico, político y científico de la universidad.

Existe una apatía de participación académica que muestra un malísimo ejemplo a nuestros alumnos en su despertar como ciudadano. Privilegiamos un mundo académico parapetado en la lógica de la ciencia, que los lleva a un quehacer cada vez más especializado, que maneja un lenguaje técnico, que lo aleja de una orientación hacia lo social. Hagamos un esfuerzo mirando esto desde otra perspectiva, preguntándonos por las “prácticas de lecturas” de académicos y alumnos, acotando que un buen lector debe leer un promedio aproximado de 20 libros anuales. Es así, que una simple mirada investigativa a nuestro alrededor, nos muestra que hay muy pocos que alcanzan este indicador, para ser catalogados como buenos lectores.

Nótese que dicha categoría de lector no introduce variables sobre el tipo de libros que consumen, lo cual agravaría nuestro diagnóstico, porque una gran mayoría leerá libros técnicos, que le ayuden en la preparación de clases y de exámenes disciplinares troncales. Específicamente esto se manifiesta en la preocupante exigencia por parte de los alumnos de la entrega de las diapositivas de las clases presénciales, los cual determina que al tener libre disposición de ellas no asisten a clases y creen que el docente debe acotar su certamen a esta materias explicadas en clases.

Pienso que la universidad tiene una gran culpabilidad de esta situación, al tender hacia la proliferación de especialistas más que intelectuales, pues sus académicos han debido preocuparse prioritariamente de las formalidades por las cuales son jerarquizados, y en definitiva valorados al interior de estos centros educacionales, que tradicionalmente fueron el pasado exponentes del quehacer intelectual.

Lo anterior se ve plenamente reflejado cuando observamos las directrices que siguen las principales instituciones que otorgan fondos a los proyectos de investigación, como las universidades al valorar de manera exultante la publicación de un artículo en una revista de índice ISI, por sobre la publicación de un libro de alto impacto intelectual. Manifestar esta situación no busca privilegiar una de estas formalidades de evaluación académica y de lo fondos concúrsales, por el contrario se trata de encontrar la libertad de opción, que al no existir los obliga a enclaustrarse en el trabajo de laboratorio, sacándolos de la actividad sociocultural la cual es menospreciada como aporte al conocimiento humano.

Demás esta decir que la gran mayoría de nuestros académicos se encierran, en sus mundos disciplinarios desarrollando lenguajes propios que sólo son entendidos por unos cuantos pares, con absoluta displicencia de otros académicos de áreas diferentes, como de los propios alumnos, que toman por ejemplo el actuar de sus maestros.

Se puede percibir que esta forma en que se da la vida académica al interior de las universidades, no genera espacio alguno para que se incentive el desarrollo o la participación intelectual de los académicos. Lo más preocupantes es que actualmente la mayoría de los planes educativos universitarios, proponen desarrollar en sus alumnos los aspectos formativos en valores que se orientan y sustenten la entrega de conocimientos al momento de integrarse al quehacer intelectual en la sociedad.

El conocimiento científico por el conocimiento científico no implica por sí progreso, como tampoco asegura que incorpore inteligencia al proceso educativo. Cabe señalar, como opinión personal, que el trabajo rutinario de los laboratorios no puede impedir que exploremos nuestras capacidades de sentir y pensar intelectualmente, pues ineluctablemente la felicidad humana se encuentra alejada del trabajo rutinario. Más que academia las universidades tienen la obligación y responsabilidad de pensarse como ámbitos de actividad intelectual y cultural.

Defender nuestra sociedad Académica

Prof. Francisco de la Fuente V.

En estos últimos tiempos hemos vivido situaciones difíciles para nuestra convivencia académica, aspecto que preocupa pues no hay duda que ello nos aleja de los objetivos por los cuales la Universidad nos convoca. Nadie puede sentirse insensible a los acontecimientos que aunque no lo involucren, mas temprano que tarde lo obligan a intervenir, por ser parte de esta sociedad de académicos del Departamento de Ciencias Químicas y Farmacéuticas.

Cabe preguntarse si podemos hacer algo, para evitar seguir este derrotero, que hasta la fecha nos ha llevado a dedicar gran parte de nuestro tiempo, tratando de informar, contestar, escuchar, discutir, votar, etc. Cada uno de nosotros ha estado obligado o no, en participar en algunas de estas acciones, tendiente aclarar los dichos y afirmaciones temerarias, las cuales no han estado exentas de ataques personales, que ni siquiera han podido sustentarse al exterior de nuestra sociedad departamental. No es menos cierto que mucho de nosotros hemos optado por no contestar, por el bien de la convivencia académica y permitiendo la viabilidad de un camino alejado de lo confrontacional, que nos lleva a un “agujero negro” que nos absorbe con nuestros derechos vigentes o ganados en el pasado, reglamentos, principios que sustentan particulares verdades.

Ante lo anterior se hace imprescindible que retornemos al saber académico, razón de nuestra convivencia social y obligación ante nuestros alumnos, que nos observan como buscamos y manejamos la verdad sabiendo que nunca ella es definitiva. Un manejo alejado de la sordera que hace plena la intolerancia, mostrando una verdad que hace bien al individuo en desmedro de su comunidad. No tenemos derecho en convertir nuestro Departamento y mucho menos la universidad en una sociedad sustentada en un sistema panóptico, ante la perspectiva de una verdad unilateral destructiva.

Dentro de nuestro quehacer universitario las instituciones están vigentes y deben seguir funcionando y gestionando. Es hora que asuman las responsabilidades en cuanto a generar las instancias definitivas para abrir nuevos espacios de convivencia, tomando las medidas que sean menester respecto a lo jurídico y ético, de tal manera de permitir abrir un camino hacia el futuro que nos conduzca en un lógico fluir de la naturaleza académica.
Para nadie a este nivel educacional resulta desconocido que las instituciones dentro de una organización tienen obligaciones y deberes, que en definitiva son ejercidas por personas en forma temporal, por ello responderá cada uno de su tiempo, no obstante, la organización lo hará mas allá de sus autoridades, pues su quehacer se convertirá en historia. De aquí que las decisiones deben tener ese objetivo superior, que no es otro que la misión de nuestra universidad, de no hacerlo la historia los juzgará.

Pero, esto no es razón para que cada uno de los académicos que integramos la sociedad académica, no asumamos nuestros propios deberes responsabilidades en quehacer presente y futuro de esta comunidad, muy por el contrario, pues las relaciones de poder dentro de ella son tan complejas como la vida misma, lo cual obliga a sus integrantes a tener una actitud éticamente responsable que busque aunar esfuerzos y redefinirlos mediante una crítica constructiva.

Esta líneas no pretenden un análisis genealógico sobre los sucesos que no han llevado a este estado de las cosas, como tampoco voy oponer antecedentes, ante la multiplicidad concreta de hechos que de una manera u otra todos hemos experimentado. Es mas, pretendo dejar abierta la puerta a expresiones individuales, a las que sólo les pido que se comporten como saber integrador alejado de la intolerancia y la descalificación.

Finalmente abogo por generar una actitud de consenso de todo el cuerpo académico de este departamento, pues estimo que estamos en condiciones de defender nuestra sociedad académica, lo cual depende solamente de ser capaces de propiciar diálogos respetuosos y constructivos.



Campus Angamos, 21 de Octubre 2005