"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Friday, March 25, 2016

Reflexión personal Semana Santa 2016


En los tiempos que vivimos, en que la violencia parece no ceder sus espacios históricos a la convivencia pacífica, la presencia de Dios pareciera haberse tornado irrelevante para muchos, ignorando o denostando a los creyentes, que el sufrimiento humano sigue favoreciendo a unos y a otros, no importando la fe en un ser superior.
El cuestionamiento se hace evidente ante los últimos actos de violencia, en que la indiferencia de Dios ante ello es una prueba de la duda razonable de su existencia, más aún cuando grupos fundamentalistas religiosos, cometen actos que privan la vida de seres inocentes en justificación de un mandato divino.
Ludwig Wittgenstein que por Bertrand Russell fue considerado el ejemplo perfecto de un genio, vivió esta disyuntiva aún siendo un filósofo que tenía el convencimiento de que la fe era un bien necesario para alcanzar la felicidad, aunque siempre se resistió a que para ello hubiera la necesidad de renegar de la razón.[1]
Me pregunto si el uso de nuestra razón justifica; especialmente para quienes hemos tenido los espacios para reflexionar, desde una plataforma técnica o profesional, de la cual vanidosamente podemos echar mano para cerrar las puertas a un sentido trascendente en nosotros de la preexistencia de Dios. Mi respuesta respetuosa de quienes decidan lo contrario es: No.

Acaso la proclamación vulgarizada de Friedrich Nietzsche de la muerte de Dios, nos ha dado la conformidad de sentido existencial. Además, de recordar la conocida frase de Max Horkheimer: “El intento de salvar un sentido incondicionado al margen de Dios, es vano”.[2]
En época en que el Papa Francisco nos ha convocado a un año jubilar que ha llamado de la Misericordia,[3] me parece oportuno recordar las palabras de Inmanuel Kant en que nos señala que la dignidad humana se sostiene en la existencia de un Dios misericordioso, que nos socorre espiritualmente  para afrontar las dificultades de estos días.[4] Por cierto que afirmar esto no  tiene la intencionalidad de aportar una prueba de la existencia de Dios, más bien es un aliento esperanzador que alimenta nuestra fe en el crecimiento y encuentro de sentido de lo humano que hay en nosotros.
En estos días de recogimiento religioso del mundo cristiano, estimo que se abren nuevamente las puertas para reflexionar y por sobre todo reiniciar la búsqueda; más allá de la pregunta de la existencia de Dios, dándonos cuenta desde el reconocimiento del otro,[5] que más bien debemos encontrar ese camino de esperanza de un Dios “rico en misericordia”[6],, pues solo un Dios Clemente y Misericordioso puede ser un anuncio de consuelo constructivo para los tiempos que hoy vivimos.


[1] Jareño A., Joaquín. La tumba del filósofo. Devenir. XIV Premio de Ensayo Miguel Unamuno 2012. España

[2] Horkheimer, Max. Anhelo de Justicia. Teoría crítica y religión. Edit. Sánchez, Trotta, Madrid. 2000.

[3] Papa Francisco. Bula  Misericordiae Vultus

[4] Kant, Inmanuel. La religión dentro de los límites de la mera razón.Alianza, Madrid. 2012

[5] Hubert, André. Conferencia La Misericordia. Programa celebración Semana Santa 2016. Universidad Católica del Norte. Utilizando la idea desarrollada en la conferencia de que la misericordia es darse cuenta y colocarse en el lugar del otro


[6] Ef 2,4

7 comments:

Anonymous said...

Gracias Francisco, una interesante reflexión que nos pone en el centro de un lugar cerrado con múltiples ventanas al mundo.

Un abrazo.
Patricio

Anonymous said...

Muchas Gracias Francisco por compartir el tiempo de tus reflexiones y ayudar a construir otra mirada sobre nuestro día a día.
Cordialmente
Sergio

Anonymous said...

Estimado, gracias por hacerme parte de tus reflexiones las cuales leeré atentamente.
Ramón

Anonymous said...

Muchas gracias Francisco, una reflexión muy necesaria en esta época en que vivimos.
Saludos
Carlos

Anonymous said...

Estimafo Francisco. Hermosa reflexión de Semana Santa. También valorar mucho que como cristianos podamos hacerlo a luz de muchos grandes pensadores. De esto nos hace falta en nuestra institución. Asi, nuestro deseo es reforzar el área de humanidades de modo que influya notablemente en la formación de nuestros jóvenes y asi efectivamente influir en el medio.

Felices Pascua para ti y tu familia.

Jorge.

Anonymous said...

Estimado Francisco:
Gracias por por el envío de tu hermosa reflexión.
Me alegro, por la Universidad, de saber que hay académicos inquietos, más allá de sus propias disciplinas.
Felicitaciones.
Con especial afecto.
Pablo

Anonymous said...

Así es: esta temporada puede ser, para cualquiera que así lo decida, una buena oportunidad llena de simbolismo y sentido, para reflexionar y (re)iniciar la búsqueda constante de Dios en nosotros y los otros.

Un abrazo cordial.
Ericka