"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Sunday, December 25, 2016

Espiritualidad de la navidad 2016

En mis lejanos primeros diez años de mi vida, esta fecha llegaba con un sentimiento de gozosa esperanza de que el Viejo Pascuero vendría una vez más, dejando el regalo aquel deseado; aún sin hacer necesaria la autoreflexión de cómo este viejo se enteraba de ello.
En Chile es el árbol el que se ubica en el centro del arreglo navideño y por eso mismos años considerábamos con mi hermana, que más que contar con un pesebre lo primordial era cumplir con el requisito de un árbol con muchas luces llamativas, motas de algodón blanco, unas cuantas figurillas y los infaltables dulces (ambrosoli), los cuales antes del día de navidad terminaban convertidos en envoltorios de piedras que recogíamos en el patio. Por cierto, mi madre cansada de esto, en cierto momento nos colocó una trampa con algo incomible que ni siquiera deseo recordar.

Varios decenios han pasado, aunque ahora estoy en casa frente al árbol de navidad con su pesebre respectivo, es un árbol distinto no tiene dulces y el oficio de Viejo Pascuero lo tuve que aprender, y por supuesto aún sigo siendo un discípulo del maestro, que en un par de meses está por cumplir 102 años, que espero que los celebre junto a la compañera de toda una vida; unos años menor aunque no tantos: mi madre.
Los sentimientos no son los mismo, hoy hay nostalgia de quienes no están conmigo; parientes y amigos que han partido; de hecho por la tarde rehusé ir al café de siempre para evitar colocarme en una posición de observador platónico, buscando introspectivamente encontrar y rescatar el espíritu de la natividad de Jesús. Por la mañana, luego de hacer un corto paseo por el centro de la ciudad, me fue imposible no darme cuenta del nivel de consumismo en el cual navegamos, donde por supuesto los porcentajes de participación son muy desiguales.
Por consiguiente, al mirar este árbol 2016 con ausencia socrática intento armarlo en mi interior lo más cercano a mi corazón, utilizando las imágenes de todas aquellas personas que han sido parte de mi vida, estén aquí o en el más allá, que siempre recuerdo y que en ocasiones olvido, con quienes he sido muy feliz o hemos tenido dificultades difícil de superar, ya sea por falta de humildad propia o porque ellos se sienten que poco o nada puedo aportarles a sus proyectos de vida, por cierto que reconozco y agradezco profundamente las enseñanzas que me dieron tantos, y que el algún momento no agradecí ni comprendí.
Hoy salgo al encuentro de todas estas personas con la intención de hacer renacer en ellos este espíritu de la navidad, para que a partir de aquí, miremos juntos hacia el firmamento, para identificar una estrella luminosa que inste nuestras vidas a seguir las enseñanzas de aquella que resplandeció en Belén, unidos fraternalmente por un abrazo generoso de buena voluntad, pleno de paz y amor: Feliz Navidad.

Saturday, November 19, 2016

Carta Abierta al Colegio Electoral 2016: Universidad Católica del Norte

Prof. Francisco de la Fuente V.

La participación en las reuniones del Colegio Electoral ha sido una oportunidad de “pensar la universidad”, como académico y miembro de un sindicato en que me ha correspondido participar. Desde la perspectiva académica me impuesto el deber personal de comunicar mi percepción de la actual situación de la UCN. En este sentido un análisis de los avances logrado por la actual gobernanza institucional, es menester considerar que esta es la primera que asume a través del procedimieto de los nuevos estatutos, de hecho el Sr. Rector en su discurso de investidura hizo explícito su compromiso de asumir como tarea programática de su periodo, los liniamientos y recomendaciones generadas a partir del Informe Final del Colegio Electoral – 2012, en lo que se refiere a su diagnóstico y desafíos de la Universidad Católica del Norte. 

Por consiguiente, si hemos de evaluar la gestión de la actual rectoría en relación al nivel de cumplimiento de dicho informe, en que uno de sus elementos primordiales para obtener una valoración de dicha gestión, era que la UCN debía aunar sus voluntades de manera que todos sus integrantes trabajarán por un objetivo superior común, teniendo presente la visión global de la Universidad que logró el Colegio Electoral a través de su trabajo. Todo ello con la recomendación de colocar el foco en “impulsar un profundo cambio en la cultura comunitaria en torno a un proyecto común de universidad”[1], siguiendo la mística que inspiró a sus fundadores, en el entendido de comprometer su vocación social.

Este compromiso primordial hacía necesario generar una instancia de diálogo entorno a lo que la comunidad triestamental de la UCN definiría el tipo de Universidad, con la cual buscaría ser reconocida nacional e internacionalmente. Quizás el esfuerzo comparativo realizado en la construcción del PDC a partir de la participación de estos estamentos, aunque permitió hacer un ejercicio para cumplir con esta recomendación, tengo la impresión que dicho logro no fue alcanzado plenamente, aún considerando el éxito de tal ejercicio al concluir con un producto como el PDC 2015-2019.

Para pensar la universidad, como lo manifesté hace un tiempo atrás, cabe preguntarse previamente: ¿Cuál ha sido la participación de la comunidad universitaria en la discusión  de la reforma a la educación superior? Se repetirá lo de Bolonia de ser un pacto de ministros o de rectores, acaso son estos suficientes para representar a los académicos, estudiantes y a funcionarios que apoyan la academia. Percibo que no, sin antes resolver la pregunta de ¿Qué es la universidad? cuya respuesta  razonable sobre la base del sentido común sería: somos nosotros, la comunidad universitaria toda y diversa.

A quién le cabe duda hoy en día que la visión del sistema educacional chileno está orientado a la formación de capital humano, que busca profesionales y técnicos más productivos, lo cual involucra que su educación es una inversión de capital  que los beneficia con mejores ingresos, por cuanto deben estar dispuesto a pagar, siendo el mercado que regule los valores de acceso de acuerdo a la calidad formativa que entregue el centro de educación superior.

Es así como Martha Nussbaum en su libro “Sin fines de lucro” dice respecto al mercado: ”Es un cáncer que en este momento invade a toda la educación, porque hoy en día la educación se entiende como una inversión desde el punto de vista del Estado y de la empresa privada, como una inversión en capital humano, en recursos humanos”.  La autora hace una afirmación lapidaria sobre los efectos de esta visión de la formación de nuestros jóvenes cuando dice que: “Se están produciendo cambios drásticos en aquello que las sociedades democráticas enseñan a sus jóvenes, pero se trata de cambios que aún no se sometieron a un análisis profundo. Sedientos de dinero, los estados nacionales y sus sistemas de educación están descartando sin advertirlo ciertas aptitudes que son necesarias para mantener viva a la democracia. Si esta tendencia se prolonga, las naciones de todo el mundo en breve producirán generaciones enteras de máquinas utilitarias, en lugar de ciudadanos cabales con la capacidad de pensar por sí mismos, poseer una mirada crítica sobre las tradiciones y comprender la importancia de los logros y sufrimientos ajenos. El futuro de la democracia a escala mundial pende de un hilo".[2]

Esto denota que la educación por formación para la sociedad o más precisamente para la ciudadanía es objetivo del pasado glorioso de las universidades humboldtianas o de los ideales de Boaventura de Sousa Santos, “la clásica, la tradicional, la de formación de personas, la de formación para la libertad, la de vinculación fuerte entre investigación y docencia”.[3] De que asombrarse, si la educación actual no es para formar ciudadanos, sino que productores y consumidores, para revertir esto Nussbaum propone que se le de importancia a las humanidades que son las que sin dudas fortalecen la ciudadanía y por consiguiente la democracia en un Estado.

Jacques Derrida en su obra “La universidad sin condición”  señala que la universidad se piensa desde la idea de la razón. Así mismo desarrolla como tema central el derecho de la universidad a decirlo todo sin condición, lo que resalta la importancia de la autonomía y los riesgos de ser afectada si las universidades sirven  a fines del Estado, multinacionales y al mercado. La propuesta de Derrida es la creación de comunidades de pensamientos que dialoguen y critiquen sin fines finalistas.[4]

Volviendo a Boaventura de Sousa el identifica tres niveles que caracterizan la crisis actual de la universidad en su perspectiva de bien público. El primero es la crisis de hegemonía, la que se entiende por que la universidad no es la única que ofrece educación superior e investigación. El segundo nivel es la crisis de legitimidad al no resolver la contradicción de accesibilidad con las exigencia sociales, que afecta a su democratización y reivindicación de igualdad de oportunidades. Por último agrega la crisis institucional referida a su reivindicación de autonomía universitaria.[5]

Como académico de una universidad católica estimo de particular interés continuar esta carta abierta teniendo en cuenta este hecho, por similar razón pienso que será de utilidad considerar la palabra autorizada de un Papa para que nos ayude a comprender lo que es el hacer de una universidad, para ello tendré presente el discurso dado por Benedicto XVI a los profesores universitarios en la basílica del Monasterio del Escorial en agosto  del 2011. [6]

Un primer aspecto se relaciona con los profesores que forman parte del claustro universitario, de quienes en la actualidad se piensa que su misión corresponde “exclusivamente la de formar profesionales competentes y eficaces que satisfagan la demanda laboral en cada preciso momento”, lo cual refleja una visión utilitarista del proceso educativo que buscaría como tarea la formación de profesionales competentes que satisfagan la demanda del mercado laboral.

En lo fundamental Benedicto XVI nos hace saber que “la Universidad ha sido, y está llamada a ser siempre, la casa donde se busca la verdad propia de la persona humana”. De esta manera se hace esencial la tesis de la indisolubilidad que vincula a la universidad con la verdad. En otras palabras la universidad tiene la tarea de investigar, lo que cumple con la búsqueda de la verdad y a partir de ella promover la formación de los estudiantes.

Los académicos transmiten conocimientos a los estudiantes en el acto de enseñar, más no deben obviar que ello tiene como destino la formación de una persona única e insustituible como el mismo, que lo acompaña en la búsqueda de la verdad que se busca porque no es algo que se tenga, ni es el hombre la medida de ella. El académico no puede tener un interés limitado en su quehacer docente , al preocuparse sólo de lograr competencias disciplinarias  del alumno, olvidando que frente a él tiene un ser humano con deseos de vivir.

Benedicto XVI nos recuerda que “la verdad misma siempre va a estar más allá de nuestro alcance. Podemos buscarla y acercarnos a ella, pero no podemos poseerla del todo: más bien, es ella la que nos posee a nosotros y la que nos motiva” , de aquí que deberíamos actuar con humildad en la entrega de nuestro saber, lo que nos protegería de la vanidad que nos impida la búsqueda de la verdad, lo que como se expreso anteriormente es esencial para hacer universidad.

El Cardenal John Henry Newman muchos años antes nos hace saber su mirada respecto al quehacer de una universidad: "Cuando la Iglesia funda una universidad, ella no cultiva el talento, el genio o el saber por sí mismos, sino en interés de sus hijos, de sus beneficios espirituales, de su influencia y utilidad para el fin de educarlos por lo mejor para asumir su rol en la vida y de hacer de ellos miembros de la sociedad más inteligentes, capaces y activos... Cuando el intelecto (de hecho) ha sido oportunamente ejercitado para formarse una visión unitaria de las cosas, desarrollará las propias capacidades con mayor o menor eficacia según la particular naturaleza del individuo. En la mayoría de los casos, esto se hace sentir en el buen sentido, sobriedad de pensamiento, razonabilidad, sinceridad, autocontrol y firmeza de convicción... Es objeto de profunda solicitud de la jerarquía católica que su pueblo sea educado en una sabiduría a salvo de los excesos y de las extravagancias de los individuos aislados, encarnada en instituciones que hayan resistido la prueba del tiempo, e impartida por hombres que no tengan ninguna necesidad del anonimato, avalados como están por el acuerdo entre ellos y con sus predecesores".[7]

Con respeto y humildad académica esta visión de universidad es la que más me complace, pues de ella rescato que es posible acercar la idea de universidad más a los problemas que vive el hombre en sociedad saliendo al encuentro de la verdad más que buscar una verdad en el interior de los campus para luego realizar la transferencia de nuestros saberes. La universidad en mi parecer esta llamada a abrir sus puertas para ser parte activa de la entrega de soluciones a los problemáticas que la sociedad le plantea al hombre en su cotidianidad.

Una universidad que desarrolle en sus aulas currículos que integren las ciencias y las humanidades; es decir teniendo en cuenta la propuesta actual de Martha Nussbaum y la tradicional de Newman, promoverán la oferta de profesionales que resuelvan problemas humanos teniendo en consideración un contexto más cercano a lo social que al utilitarismo de mercado, para ello es muy importante incluir las humanidades en las carreras científicas y de desarrollo tecnológico. La misión de una universidad que esta comprometida con una visión confesional determinada, no está en imponer una verdad en la que cree sino que con la verdad que encuentra disciplinariamente en su trabajo científico, desarrollado en el respeto a la naturaleza toda y especialmente a la dignidad humana procure  dar una respuesta a los problemas de la persona en su mundo de vida.

Una universidad que exige autonomía debe incluir en su trabajo docente y de investigación un compromiso social, por ello la comunidad universitaria debe comprender la importancia y la oportunidad que la sociedad le entrega para que estos centros formativos puedan utilizar esta libertad con imaginación creativa y con responsabilidad social, no es justo socialmente demandar autonomía sin condición, si no se cumple con estos compromisos mínimos.

Una universidad debe tener sus espacios abiertos para debatir libremente las ideas de quienes son parte o acuden a sus campus, el silencio puede ser constructivo pero no lo –no dicho- de aquí que afirmo que las universidades nos deben asegurar que en ellas es posible conversar  la naturaleza de lo humano, desde la vida a la muerte, con las ciencias y las humanidades, evitando el fundamentalismo científico (positivismo científico) y religioso.

Cabe tener presente que una universidad sea confesional o no, debe ser un espacio abierto para la convivencia de personas que se declaren ateos, agnósticos o creyentes de una fe determinada, lo que implica necesariamente si, que quienes tengan la situación circunstancial de no ser parte de la visión confesional de la institución universitaria la respeten ni impidan su desarrollo formativo. Tanto los académicos, estudiantes y personal de apoyo a la academia que han aceptado ser parte de una comunidad universitaria de una universidad con estas definiciones, no pueden desconocer la visión previa de la institución en que han decidido aceptar un relación contractual de trabajo.

Esta es una visión de universidad, que esta lejos de la concepción competitivas en las que intervienen las relaciones de mercado, como lo señala Brunner, al identificarlas como relaciones de poder en las cuales se busca una “batalla de ideas”, la que en relación “al propio concepto de universidad y los ideales o valores (como calidad, pertinencia, efectividad, eficiencia, nacionalismo, cosmopolitismo, pluralismo, autonomía, etc.,) que han de ordenar y alinear el desarrollo del sistema”. [8] Me pregunto en primer lugar que hacemos hoy ante la reforma a la educación superior para cambiar un sistema que acepta que el Estado solo debe procurar una regulación  pública que asegure el funcionamiento del mercado y, en segundo lugar, tenemos como universidad la capacidad de crear espacios de influencia, que permitan una mirada crítica al actual sistema de educación superior.

Una mirada hacia el interior de nuestra universidad teniendo a la vista la recomendación de facilitar la mayor participación de la comunidad, explicitado en el informe final del Colegio Electoral – 2012, hay una percepción preocupante de que habiéndose actualizado diversos reglamentos, con acciones consultivas a la academia, dejando afuera otros estamentos, la opinión generalizada es que ello no puede tomarse como que se facilitó la participación, pues la mayoría de los cambios se realizaron con inclusiones mínimas de las propuestas, lo cual genera una desmotivación y desconfianza en los documentos que finalmente se sancionan en el HCS de la UCN. La aplicación de estos reglamentos han generado una molestia especialmente cuando en la búsqueda de su aplicación no se considera la historia de los hechos que se pretende regular.

Para lo anterior los directivos del sindicato hemos manifestado en diversas instancias la necesidad de procurar una disposición mutua y oportuna en la entrega de información, que eviten los desencuentros e incomunicación que no conducen, ni benefician a ninguna de las partes, quién puede dudar que la comunicación  es a fin de cuentas movimiento de información esencial para una institución. Es más, es esperable que las autoridades de la UCN demuestren una mayor asertividad de las problemáticas administrativas en la disponibilidad de la información, con las cuales uno se encuentra especialmente en la falta de transparencia y cumplimiento de las normativas vigente en la contratación de personal académicos.

Resolver los puntos en conflictos requiere  de un marco de relaciones laborales que se sostengan en pilares de cooperación y confianza, pues no me cabe duda que la negociación  colectiva del 2017; se realizará metafóricamente, al interior de un barco en que todos estamos navegando, y por tanto nadie puede desear que su rumbo sea afectado por un requerimiento inusitado de las partes. Las autoridades universitarias deben promover “espacios sociales estratégicos”[9], que permitan fomentar la asociatividad, la creación de significados y empoderamiento de nuestra cultura comunitaria universitaria.

Un sindicato tiene entre sus misiones importantes atender a las condiciones laborales y remuneraciones de sus socios, sin dudas que esto tienden a ser problemas de compleja negociación, cuando las partes no tienen una mirada que construya un proyecto común, con un lenguaje que los acerque hacia una alianza de gestión que compromete a todos los que son parte de la cultura comunitaria.

Lo anterior demanda de las autoridades universitarias y dirigentes sindicales  superar la dicotomía de estamentos contrarios en negociación, por una actitud de alianza estratégica entre las autoridades universitarias y los recursos humanos de la comunidad universitaria. No puedo dejar de recordar que comunidad deriva de calidad de lo común, y por tanto no privativo de una parte de ella, una comunidad esta integrada por personas que existen porque hay comunicación y ello le confiere existencia como institución.


[1] Informe Final del Colegio Electoral – 2012, www.ucn.cl 

[2] Nussbaum Martha. Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades, katz, 2010

[3] Boaventura de Sousa Santos. La Universidad en el siglo XXI: Para una reforma democrática y emancipatoria de la universidad. CIDES-UMSA, ASDI y Plural editores, La Paz, Bolivia.2007.

[4] Derrida, Jacques. Universidad. Sin condición. Editorial Trotta Colección: Minima Trotta. 2010

[5] Boaventura de Sousa Santos. De la mano de Alicia: lo social y lo político en la posmodernidad. Porto, Afrontamento, 1994, Sao Paulo, Cortez Editora, 1995

[6] BENEDICTO XVI. Encuentro con los jóvenes profesores universitarios
discurso en la Basílica de San Lorenzo de El Escorial Viernes 19 de agosto de 2011
vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2011/august/documents/hf_ben-xvi_spe_20110819_docenti-el-escorial.html

[7] Cardenal John Newman. The Idea of a University Defined and Illustrated: In
Nine Discourses Delivered to the Catholics of Dublin
http://www.newmanreader.org/works/idea/

[8] Brunner, JJ. 2009. Educación Superior en Chile. Instituciones, mercados y políticas gubernamentales (1967-2007) Santiago. Ediciones Diego Portales


[9] Landerretche, O. 2016. Vivir juntos. Economía, política y ética de lo comunitario y lo colectivo. Debate Penguin. Random House. Santiago.

Sunday, May 15, 2016

Quo Vadis: Reforma Educación Superior


Hacia dónde nos conduce la Reforma de la Educación Superior (RES), si tenemos presente el impacto que podrá causar a quienes necesariamente deberán considerarla al momento de decidir sobre sus proyectos de formación profesional y, a su vez para aquellos que somos parte de dicha formación profesional en las Instituciones de Educación Superior (IES). Sin lugar a dudas, ambos estamentos han demostrado en las instancias comunicacionales que concuerdan en la necesidad de realizar una RES, cuyos objetivos contemplen no solamente la modificación de la economía política del actual sistema de financiamiento de la educación superior, sino que también asegure la calidad de la enseñanza superior.
Lo anterior conlleva una responsabilidad política sobre la trascendencia que provocarán las decisiones que se consensuen, al determinar sin dudas el éxito o fracaso del sentido que se le imprimió al proceso de RES, siendo esencial la participación de los agentes involucrados, pues ninguno de ellos puede quedar ausente del proyecto gubernamental. Para ser preciso, en esto incluyo al movimiento social estudiantil y representantes de los trabajadores de las universidades, Centro de Formación técnica (CFTs) y Institutos Profesionales (IPs).
 Cabe señalar que nos enfrentamos a la dificultad de contar con un documento final respecto del proyecto gubernamental de RES, que deberá ser discutido y aprobado en el Congreso Nacional de la República. Es tan así, que encontrar documentos que entreguen información fidedigna de los diálogos y acuerdos previos que se han alcanzado hasta la fecha actual no es fácil. De hecho, es preocupante la percepción de participación que se tiene de las reuniones del MINEDUC con los agentes involucrados en la reforma.
A esta altura parece oportuno preguntarse si el diálogo del MINEDUC con los agentes señalados, ha estado a nivel de la trascendencia y sentido que tiene para el país una reforma educacional de esta envergadura. Téngase presente el planteamiento de la instancia ministerial del ramo al respecto, al manifestar la necesidad de un trato especial a las universidades estatales, lo que ha generado más de una discrepancia al interior del CRUCH. Aunque en lo personal no me parece que ésta sea una situación paradojal provocada por la autoridad, sino más bien una consecuencia lógica de la situación en que se han desenvuelto las universidades estatales a partir del año 1981.

 En el sentido anterior, están los públicos desacuerdos que han expresado los rectores de los planteles estatales, precisando sus temores de que la reforma puede generar un escenario futuro que las lleve a desaparecer: ¿Será tanto así? Cuando el gobierno ha sumado a los objetivos de calidad y gratuidad del proyecto de RES, el fortalecimiento y aumento de las IESs estatales. Por contraparte, lo preocupante alcanzaría a las IESs no estatales que podrían sentirse afectadas negativamente por la profundidad que en definitiva se le otorgue a este último objetivo del proyecto de reforma.
Los gestores y participantes de la RES deben considerar que el acceso a lo público no es solo posible por las instituciones estatales; aunque para éstas es una obligación ineludible; sino que dicho acceso con equidad también puede ser realizada por instituciones no estatales, considerando los resguardos de regulación, control y transparencia en la utilización de recursos públicos que se le asignen, y que tengan presente que no es correcto confundir conceptualmente lo público con lo estatal.
Otro aspecto de preocupación es si la exigencia de calidad afectará la autonomía universitaria, a través de los controles regulatorios que se establezcan en la reforma, especialmente si la exigencia de indicadores se focaliza bajo un paradigma económico, que imponga a la universidades una obligación de adiestramiento de capital humano que excluya la centralidad de la persona humana.
Una reforma a la educación superior debe sustentarse sobre la funcionalidad histórica de lo que entendemos por universidad, reconociendo que esta institucionalidad es una instancia por la cual la sociedad se esfuerza por transmitir su visión cultural en todas las áreas del conocimiento. De aquí la importancia de que dicha reforma asegure como mínimo a todas las universidades y demás instituciones de educación superior que coexisten en el país, los principios de autonomía, libertad y pluralidad intelectual.

Sunday, April 17, 2016

Pensar bien, un camino de plenitud


Ayer mientras esperaba mi hora de dirigirme al aeropuerto de Santiago para volver a casa en Antofagasta, me detuve por enésima vez a tomar un expreso en el Café Colonia, un lugar que tradicionalmente me permite pensar más allá de la lectura circunstancial que tenga entre manos.

Al observar con detenimiento la fachada del local; con su ir y venir de parroquianos, recordé un almuerzo junto a G en la gran manzana de Nueva York, más precisamente en el Restaurante Le Marais que es un típico steak house de tradición judía, aunque con un prime rib de garantía. Nueva York es una ciudad multicultural donde no merece dudas que lo judío se destaca en todos sus rincones, por cuanto estar en ella es una oportunidad que en mi perspectiva tolerante, hace a un muslim aprovecharla para consumir un par de steaks kosher. 

 Como es natural en una ciudad tan plena de diversidad cultural la hora de almuerzo se retarda más de lo acostumbrado, lo que hizo que al salir del Le Marias la oscuridad del día haya llegado muy pronto, considerando que estábamos a fines de diciembre en el hemisferio norte. Sin embargo, el espectáculo luminoso de Times Square con sus letreros LED gigantes, acompañados de un bullicio musical trepidante entre el cual se mueve una muchedumbre con destinos diversos, es de por sí una aventura turística inolvidablemente recomendable de vivir.

Antes de volver a la lectura y terminar mi expreso, teniendo presente que el proceso de leer no es un acto de pensar, como tampoco meditar corresponde a pensar puesto que esta busca vaciar la mente hacia una quietud espiritual, hice una última reflexión de la maravillosa oportunidad que regala la vida para sentir la plenitud de existir, sólo por el hecho de tener la voluntad de profundizar en nuestra mente, aquellos momentos en que hemos tenido la alegría extrema de convivir con nuestros seres amados, con los cuales experimentamos nuestra verdad y gozamos de hitos de felicidad.

Friday, March 25, 2016

Reflexión personal Semana Santa 2016


En los tiempos que vivimos, en que la violencia parece no ceder sus espacios históricos a la convivencia pacífica, la presencia de Dios pareciera haberse tornado irrelevante para muchos, ignorando o denostando a los creyentes, que el sufrimiento humano sigue favoreciendo a unos y a otros, no importando la fe en un ser superior.
El cuestionamiento se hace evidente ante los últimos actos de violencia, en que la indiferencia de Dios ante ello es una prueba de la duda razonable de su existencia, más aún cuando grupos fundamentalistas religiosos, cometen actos que privan la vida de seres inocentes en justificación de un mandato divino.
Ludwig Wittgenstein que por Bertrand Russell fue considerado el ejemplo perfecto de un genio, vivió esta disyuntiva aún siendo un filósofo que tenía el convencimiento de que la fe era un bien necesario para alcanzar la felicidad, aunque siempre se resistió a que para ello hubiera la necesidad de renegar de la razón.[1]
Me pregunto si el uso de nuestra razón justifica; especialmente para quienes hemos tenido los espacios para reflexionar, desde una plataforma técnica o profesional, de la cual vanidosamente podemos echar mano para cerrar las puertas a un sentido trascendente en nosotros de la preexistencia de Dios. Mi respuesta respetuosa de quienes decidan lo contrario es: No.

Acaso la proclamación vulgarizada de Friedrich Nietzsche de la muerte de Dios, nos ha dado la conformidad de sentido existencial. Además, de recordar la conocida frase de Max Horkheimer: “El intento de salvar un sentido incondicionado al margen de Dios, es vano”.[2]
En época en que el Papa Francisco nos ha convocado a un año jubilar que ha llamado de la Misericordia,[3] me parece oportuno recordar las palabras de Inmanuel Kant en que nos señala que la dignidad humana se sostiene en la existencia de un Dios misericordioso, que nos socorre espiritualmente  para afrontar las dificultades de estos días.[4] Por cierto que afirmar esto no  tiene la intencionalidad de aportar una prueba de la existencia de Dios, más bien es un aliento esperanzador que alimenta nuestra fe en el crecimiento y encuentro de sentido de lo humano que hay en nosotros.
En estos días de recogimiento religioso del mundo cristiano, estimo que se abren nuevamente las puertas para reflexionar y por sobre todo reiniciar la búsqueda; más allá de la pregunta de la existencia de Dios, dándonos cuenta desde el reconocimiento del otro,[5] que más bien debemos encontrar ese camino de esperanza de un Dios “rico en misericordia”[6],, pues solo un Dios Clemente y Misericordioso puede ser un anuncio de consuelo constructivo para los tiempos que hoy vivimos.


[1] Jareño A., Joaquín. La tumba del filósofo. Devenir. XIV Premio de Ensayo Miguel Unamuno 2012. España

[2] Horkheimer, Max. Anhelo de Justicia. Teoría crítica y religión. Edit. Sánchez, Trotta, Madrid. 2000.

[3] Papa Francisco. Bula  Misericordiae Vultus

[4] Kant, Inmanuel. La religión dentro de los límites de la mera razón.Alianza, Madrid. 2012

[5] Hubert, André. Conferencia La Misericordia. Programa celebración Semana Santa 2016. Universidad Católica del Norte. Utilizando la idea desarrollada en la conferencia de que la misericordia es darse cuenta y colocarse en el lugar del otro


[6] Ef 2,4

Friday, March 04, 2016

Reflexiones sobre el trabajo

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Por lo general consideramos el trabajo como un factor de producción que esta al servicio de las leyes del mercado, lo que impide sacralizarlo y en muchas ocasiones dignificarlo más allá de su sentido social. De aquí que la empleabilidad sea un factor que por una parte es determinante como indicador de la economía de un país, y por otro su falta sea una de las causales de la miseria e infelicidad humana.

Siendo para Séneca  el mundo ya perfecto donde la providencia evita el azar, el hombre con su trabajo no añade nada y solo permite superarnos a nosotros mismos. Es así como a lo largo de la historia laboral el trabajador, ha ofrecido su capacidad de trabajo siendo un indicador de su emancipación, que es retribuido con un bien que permite su subsistencia y en algunos casos su autonomía económica.

Cuanto de cierto hay en esto es algo que a través de los tiempos ha sido muy cuestionados, pues el trabajo constituyó un factor corriente de sumisión que en ciertas épocas alcanzó niveles de esclavitud. Actualmente hay una fuerte tendencia a flexibilizar las relaciones jerárquicas, promoviendo la autodisciplina y responsabilidad, donde la sumisión propia es consentida por autoevaluación de los beneficios esperados al esfuerzo laboral.
Un elemento actual de preocupación de la fuerza laboral es la introducción de las nuevas tecnologías, cuya tendencia implicaría una disminución creciente de los puestos de trabajos, lo cual se derivaría de las perdidas de habilidades demandadas por las fuentes de trabajo.

En la actualidad la situación anterior ha llevado a estimarse que el trabajo es un derecho, lo cual ha sido replicado en leyes laborales que incluso son sustentadas constitucionalmente. Lo tragicómico de esto es que este derecho enfrentado a la cesantía es de difícil exigencia a la hora de hacerlo valer, pues no existe un pleno empleo ni corresponde a la realidad que se le pueda exigir a una empresa la obligación de crear empleo.

Un ejemplo palpable hoy es la situación de despidos que se han producido en la gran minería del cobre, que prefiere el camino de la desvinculación laboral para mantener  sus utilidades ante un ciclo de baja del precio del cobre, privilegiando un ajuste sobre el empleo. Hay que reconocer que los  empleos hoy no conservan la estabilidad ni las jornadas se adaptan al bienestar de la familia, ya que la fragmentación se adapta a las necesidades de la producción.

La futurología nos señala la tendencia a que la jornadas rígidas de trabajo presencial deberán disminuir, lo que determinará que las propias remuneraciones se vincularan a tareas definidas y orientadas a resultados. Las empresas optarán por comprar servicios y productos más que tiempo en puestos de trabajo.  

El mismo Hegel pensaba que el trabajo era una oportunidad de asumir la plenitud de la condición humana, por tanto trabajar por dinero como objetivo primordial era una situación desesperante que podía llevar a la explotación, la miseria y la desigualdad. En cambio para Marx el trabajo antes de cualquier otra cosa estaba dado por una relación entre el hombre y la naturaleza lo que le daba sentido útil a la vida.

También hay que considerar que la globalización esta influyendo en el mundo del trabajo, no hay un impedimento geopolítico. Así mismo, los movimientos migratorios es un fenómeno que afecta la oferta de trabajo, generando en muchos casos un aumento de la competitividad en calidad y disminución de costo de la mano de obra.
 
Para algunos autores uno de los trabajos que está en mayor riesgos de desaparecer es el que involucra manualidades, que serán reemplazadas por innovaciones tecnológicas capaces de entender y ejecutar labores a menores costos. Por otro lado las grandes empresas no comprometen la mantención de grandes equipos de trabajo, privilegiando las externalidades en aquellas funciones que no son parte esencial de su producción. Así mismo los controles de procesos serán tecnificados y controlados online disminuyendo la necesidad de supervisores y mandos medios.

Para Hannah Arendt el trabajo estaba en un nivel inferior de la actividad humana, tal así que no era más que un mero esfuerzo para la supervivencia, aspecto que debía intentar mejorarse en sus propósitos humanos.

Según García y Serrano las relaciones de trabajo futuro se moverán entre algunas de las siguientes tendencias:
a.- La interrelación entre las poblaciones del planeta no se podrá detener, lo que aumentará el nivel de competencia en diversos niveles.
b.- Las poblaciones envejecerán y trabajarán más años debido al aumento de la esperanza de vida.
c.- Los sistemas de pensiones deberán aumentar la edad de jubilación.
d.- El aporte de profesionales universitarios de países emergentes cambiando la distribución de conocimiento, lo que indudablemente afectará la economía mundial.
e.- Incorporación definitiva de las mujeres al mundo laboral.

Finalmente la mantención de los movimientos sindicales deberán considerar estas tendencias, pues el mundo del trabajo cambia a una velocidad mayor que las legislaciones  que los sustentan, en el cual las empresas como los trabajadores tienden a mercados e intereses indiferenciados.

Bibliografía
- Serrano, J y García S. El ocaso del empleo, Como sobrevivir en el futuro del trabajo. España 2013

- Spence, M. La convergencia inevitable. Taurus. 2012

- Corm, G. Nuevo gobierno del mundo. Península. 2012

Thursday, February 25, 2016

Humor político festivalero 2016

Por estos días la preocupación social pareciera estar centrada en las repercusiones de la parrilla humorística del Festival de la Canción de Viña de Mar. Nótese, en el humor no en los artistas de pendiente negativa uniforme, como tampoco en las canciones en competencia que dan el magno nombre a este evento.
Focalizándonos en el humor que parece ser, a decir, del gran porcentaje de zombis que forman parte del denominado “monstruo”; que por supuesto no asusta a nadie, es la actividad clímax entre el programa de interpretes con estela en extinción. Dirán otros, este es uno de los aportes innovadores que hace el festival viñamarino, pues cuesta encontrar que los eventos como este consideren como esencial la participación de un humorista.

Un primer hecho que llama la atención, es que la propia autoridad comunal opine que no es posible considerar  la responsabilidad del humorista en su uso exacerbado de lenguaje coprolálico, como atribuible a actos sexistas, pues se afectaría la libertad de expresión, como así mismo el humorista declare que no le importa las consecuencias de sus chistes, pues el guión habría sido conocido y aceptado por la red de televisión, y por tanto ella era la que debían hacerse cargo de las potenciales demandas.
Sin duda  que no se esperan demandas porque algunos políticos han sido los que han dado tema para que los humoristas centren sus chistes en ellos, con su actuar poco honesto y delictual, y quizás por esto mismo haya sido necesario que el humorista haya decidido innovar al dar con nombres y apellidos a quienes están involucrados en tales ilícitos. 
Lo que es evidente que el supuesto monstruo un día no le importa la referencia sexista hacia una congresista, y días más tarde se transforme en alabador del feminismo, este hecho demuestra la presencia de zombis que no necesitan un gran esfuerzo creativo por el humorista para hacerlos reír a carcajadas.
Finalmente hay que tener presente que la vida política de un país no puede decidirse en un par de chistes, asertivos en el mejor de los casos, y quizás si sean útiles a nuestros políticos para darse cuenta que en política su quehacer debe estar orientado al bien común de la sociedad, no a sus intereses particulares, porque de ser así deben aceptar que serán tema para un mal chiste. Así mismo, hay algunos políticos que hacen una mala lectura del humor festivalero, cuando opinan que deben mejorar su credibilidad, cuando lo que deben mejorar es la decencia para no denigrar la política.

Saturday, February 20, 2016

Lecturas de vacaciones 2015 - 2016

Pienso que algunas personas al iniciar sus vacaciones estivales, hacen un programa de lecturas de aquellos libros que han dejado por razones disciplinarias abandonados con la consigna de que los retomaran en tal ocasión. Es lo que hago en general cada verano, aunque debo confesar que siempre me ha sido infructuoso apegarme fielmente a la parrilla de lectura consignada.

Encaminando mis pasos por el sector de Unión Square en la ciudad de Nueva York, tuve mi primer escollo con el cumplimiento de mis lecturas elegidas, es que el insoportable frío de Manhattan me provocó una inquietud racional, en el intento de buscar una lectura que me acercará a la cotidianidad del estadounidense; concedo que la gran manzana puede no ser un fractal que refleje a toda la comunidad norteamericana, seguro.

Al revisar mi lista no había ningún título que insinuara dicha posibilidad, así que con esta inquietud a cuesta ingresé a la librería Barnes & Noble que se ubica en el mismo sector. Luego de recorrer seleccionando una media docena de libros posibles de satisfacer el objetivo planteado, baje a la cafetería ubicada en la planta dos, para adquirir un café que alejara ese frialdad racional que impedía la elección definitiva.

Las cosas no empezaron bien, pues en el trayecto a la mesa con mi montaña de libros, parte del vaso de café se vertió sobre mi prominente estómago, provocando una quemadura mayor a cinco centímetros de diámetro, que gracia a la gran cantidad de ropa que vestía para protegerme de las bajas temperaturas, no fue más grave. 

Finalmente me vi enfrentado a dos títulos: “This Muslim American Life” de Moustafa Bayoumi que muestra las vicisitudes en las cuales convive la comunidad musulmana, en el estilo de vida americana luego de la destrucción de las torres gemelas  y “Let Me Be Frank With You” de Richard Ford, aunque las ruinas del 11 de septiembre son parte de su contexto histórico, es el Huracán Sandy el que domina la escena en que Frank Bascombe; un personaje ya conocido del escritor, lleva su presente a reencontrarse con el pasado, tras estos acontecimientos históricos vividos desde su particular cotidianidad. 
Mi decisión por estos dos títulos fue rápida, para lo cual contribuyó el recuerdo de unas palabras de Unamuno: Me los has oído mil veces, aborrezco los hombres que hablan como libros, y amo los libros que hablan como hombres. Pensando que Frank Bascombe era el hombre, que me daba la oportunidad de una mirada más amplia al quehacer estadounidense, mi elección final fue la obra de Ford.
 
En este libro traducido al español como “Francamente, Frank”  encontré inesperadamente una temática que relaciona aquellos desastres históricos y la vejez humana. Especialmente la relación presente entre el Huracán Sandy que es una muestra de las fuerzas incontrolables de la naturaleza sobre la madre tierra, y la fuerza del tiempo sobre nuestro cuerpo que coincide con la propia naturaleza que lo constituye. 

Frank regresa a New Jersey al lugar donde vivió en el cual se encuentra con su mujer recientemente diagnosticada con Alzheimer, teniendo a la vista las ruinas dejadas por el huracán. Por cierto, estimo que respecto al pasado es quizás positivo recurrir a él en determinadas circunstancias, pero no lo es quedarse retenido en él, porque vivirás sin convivir las oportunidades que la vida te regala, evita quedar prisionero de tu historia pasada, elige la libertad del porvenir.

Traducido como Francamente, Frank (Anagrama): su lectura cautiva lo que la hace una obra de ficción muy recomendable, con una impronta filosófica de Richard Ford que relaciona; no olviden, desastre y vejez.