"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Friday, December 30, 2011

A pocas horas de finalizar este 2011 reciban mi gratitud todos aquellos que me aman, o simplemente me quieren, como también a los que saben perdonar sin condicionar este acto a una disculpa…. Tengan a su vez en cuenta que he pasado este año como lo hecho gran parte de mi vida, convirtiéndome en aquel albatros que menciona Baudelaire, intentando crecer intelectualmente y espiritualmente dentro de cuerpo que es bastante suficiente para contenerme….

Al acercarse el año nuevo es tiempo precioso para meditar, que muchas de las cosas que me parecieron importantes o necesarias, no eran tan imprescindibles para permitirme volar hacia la Luz… por cierto seguiré teniendo la esperanza de que habrá un maestro que apoye mi camino de discípulo eterno…. Así espero sinceramente que todos los que lean este texto sean muy felices, porque de ello dependerá mi propia felicidad….


Feliz Año Nuevo … Un próspero 2012 y siguientes de todo corazón….

Tuesday, December 27, 2011

Conversando la navidad 96 de papá

No todos tenemos la oportunidad de poder conversar; aunque sea a la distancia, con nuestros padres sobre cómo eran las fiestas de navidad allá en los años 20 del siglo pasado. Hoy he tenido ese privilegio y como bien lo expresa mi padre es “un regalo que Dios” nos ha dado a él y a nuestra familia al poder contar con ello, teniendo en cuenta que vino al mundo en el año 1915.

Mi padre y en cierto caso también mi madre no tuvieron la oportunidad de vivir su infancia con sus progenitores, púes a temprana edad estos partieron dejándolos al cuidado de tíos y tías, que aunque eran entornos familiares en los cuales se podría afirmar desde la perspectiva económica que no les faltaba “nada”, en la práctica cotidiana no por ello y especialmente mi padre si le toco vivir las vicisitudes nostálgicas lógicas de tan irreparables pérdidas.

Al escuchar a papá uno recorre la historia de la familia chilena, pero más precisamente del pueblo de Villa Alegre y sus alrededores a lo largo de las calles Comercio y Artesanos. Parece verlo correr tras un mandado de sus parientes protectores hacia el Almacén o ensillar un caballo o enyugar los bueyes para aquella carreta, que tiene por destino la lancha de propiedad de su tío que atraviesa pasajeros y cargas en el río Loncomilla. Hacia el atardecer una sigilosa arrancadilla para ojear los paseos de las damas ataviadas con sus vestido de la época el los jardines de la casa de los Camiroaga.

Me relata que en sus tiempos las navidades tenían un sentido de mayor religiosidad, aunque no por ello faltaba la alegría de una buena música con cena o almuerzo opíparo correspondiente y hasta bien “regados” con mostos de la zona. Lo interesante de su conversación es que agradece a Dios haber tenido la oportunidad de que su voluntad de ser una persona útil a la sociedad, haya tenido éxito de lograr desarrollar su intelectualidad y espiritualidad requerida, para formar junto a mi madre una familia cuyos hijos alcanzarán una profesión universitaria que les permitiera continuar su consigna de servicio a la comunidad (no en vano nuestro padre fue fundador de dos compañías de bomberos en Chile).

Para lo anterior debió olvidarse de ensillar y enyugar animales, por tanto a los 15 años aproximadamente se alejó en busca de un derrotero que le permitiera cumplir con sus sueños, los cuales agradece al altísimo haber tenido por gracia ver hasta nuestros días.

Para sus hijos y esposa fue nuestro pascuero, aquel que nos llevaba a la Misa del Gallo, para luego escabullirse entre los feligreses hasta nuestro hogar, y así instalar los regalos a los pies del árbol navideño. Por cierto, junto a mis hermanos vivimos este ritual año tras año sin descubrir las arrancadas de este pascuero de la ceremonia religiosa nocturna….

Sin duda los años pasan y ciertamente las navidades se viven de acuerdo a los paradigmas de sus épocas, pero ello no me impide atisbar que las emociones infantiles no son diferentes para cada generación, al vivirlas desde la profundidad de nuestros corazones dejando huellas indelebles.

Saturday, December 24, 2011

En el camino a Belén: ropopompom, ropopompom….

Una emoción atropella mis arterias y comprime mi corazón al sentir los sones de ese ropopompom… ropopompom, es que la navidad más allá de lo religioso genera un sentimiento profundo, que permite renovar el sentido espiritual de las cosas. Más aún debo señalar que la navidad es un tremendo símbolo que articula nuestros lazos con aquellos que amamos y que nos aman, un círculo que se cierra entorno a un ágape en el que no queda ausente los intercambios de regalos….

Mientras observo el pesebre y oigo la letra … El camino que lleva a Belén / Baja hasta el valle que la nieve cubrió / Los pastorcitos quieren ver a su Rey / le traen regalos en su humilde zurrón / ropopompom, ropopompom…. Me pregunto desde mi precaria perspectiva ¿qué significa para el ser humano ese pesebre?

Alrededor de la tierra por estos días hay muchos que lo observan y otros pocos estimo lo interpretarán buscando encontrar la esencia más prístina de su potencia mítica. Al tener la sensibilidad de captar dicha esencia se nos evidencia como observadores la importancia de nuestro propio ser, es decir lo humano de nosotros mismos.

Esta percepción nos entrega la gracia de un sentimiento numinoso de plenitud de sentido, el que nos abraza y permite que tomemos conciencia de lo maravilloso que es que nuestros espíritus se desarrollen, alimentándose de esta esencia que el pesebre ante su presencia nos permite percibir a través del lenguaje simbólico.

Ha nacido en el portal de Belén, el niño Dios / Yo quisiera poner a tus pies / algún presente que te agrade Señor / más Tu ya sabes, que soy pobre, también / y no poseo más que un viejo tambor / ropopompom, ropopompom….

Sin duda el artista que con sus manos a dado presencia a este pesebre ha tenido en cuenta que su sentido no lo a creado él, que lo único que ha ocurrido es que ha participado en el proceso de producción de una obra de arte, que no sólo le atañe a él, sino que a toda la humanidad que celebra el nacimiento de Jesús. Pues es entendible que este pesebre tiene un sentido heurístico que supera a los materiales usados y sus habilidades artísticas. Lo que realmente ocurre es que su obra evidencia una cercanía de la relación del hombre con la naturaleza, al permitirnos percibir la unidad creadora que le ha dado su existencia simbólica y que le liga con el sentido de la existencia misma.

Quizás sea recomendable tener presente que la realidad superficial sólo es un indicador del camino, y no el camino mismo. Por esto al observar el pesebre se nos abre un contexto existencial, que nos regala la oportunidad cada año para encontrarnos con la espiritualidad navideña, capturando al interior de nosotros mismos el desarrollo vivencial que nuestros sentidos nos aportan a través del ver, oír y tocar.

En nuestro mundo social actual en el cual el apremiante consumismo nos consume, debemos quizás motivarnos por un instante a detener nuestros pasos ante el pesebre, y meditar hasta dónde hemos conducido nuestras vidas, preguntándonos si aprendimos a oír el silencio que nos permite tocar lo esencial viendo lo que le da sentido al existir. Cada uno podrá contestarse esto con la sinceridad necesaria, pero para mi es menester expresaros que detenerme ante el pesebre es un acción que me permite ejercitar un acto de contemplación , aspecto que esta sociedad parece haber olvidado como hacer. No deberíamos quedarnos en las superficialidades, siendo consciente que en el camino a Belén yo sólo sea el único que vaya marcando con mi viejo tambor…..ropopompom, ropopompom….

Thursday, December 08, 2011

Única elección: Objetividad o subjetividad.

Hace un tiempo escribí los versos siguientes: Yo no he buscado el mundo / lo he encontrado / donde siempre ha estado / hallarlo ha sido posible / porque reflexiono en él….

En mi opinión estos efímeros versos parecen tener una explicación un tanto más complejas cuando lo relaciono con una lectura de Maurice Merleau-Ponty, quien señala que “Mi reflexión descansa sobre una experiencia no reflexiva; más aun, mi reflexión no puede no captarse como un conocimiento, y así se manifiesta a sí misma a la luz de un acto verdaderamente creativo, de un estructura modificada de conciencia, y empero debe reconocer, concediéndole prioridad entre sus propias operaciones, ese mundo que es dado al sujeto porque el sujeto es dado a sí mismo. … La percepción no es una ciencia del mundo, ni siquiera es un acto, una toma deliberada de posición; es el trasfondo a partir del cual todos los actos sobresalen y está presupuesta por ellos. El mundo no es un objeto tal que yo tenga en mi posesión la ley de su constitución; es el ámbito natural, el campo de todos mis pensamientos y de todas mis percepciones explícitas”.

Como lo he expresado en otra ocasión para mi, no hay una sola palabra que captada y utilizada en una reflexión sea simple, pues en el acto de encontrar su articulación para integrar un contexto, su principal atributo será la complejidad. Por su parte la perspectiva del contexto nos mostrará la posición que decidiremos tomar ante los fenómenos de la naturaleza. Es así como estamos en condiciones de preguntarnos si somos acaso, uno seres que caemos del cielo para encontrar una realidad desconocida que se nos pide explicar o tomamos un camino opuesto del subjetivismo extremo, para concluir de que es nuestra propia mente la que construye el mundo que habitamos.

Para completar este punto me atrevo a recordar una Ley de Gresham sobre la evolución cultural, la que señala que las ideas excesivamente simplista desplazan siempre a las más elaboradas, y lo vulgar y detestable desplaza siempre a lo hermoso. No obstante, lo hermoso persiste. Con esto insisto que lo hermoso es más complejo.

Continuando con la lectura de Merleau-Ponty: “El punto esencial es comprender plenamente el proyecto del mundo en que estamos. Lo que hemos dicho del mundo como inseparable de los puntos de vistas sobre el mundo nos ayudara aquí a entender la subjetividad como inherente al mundo”. En este sentido la comprensión del mundo necesita que encontremos las “pautas” que conectan la creatura con su pleroma, términos utilizados por Jung para diferenciar lo vivo de lo no viviente.

Para continuar quizás deba recurrir al salmista y preguntar “Señor, ¿qué es el hombre?, pero no lo haré, tranquilizaos por un momento ya que sólo mencionaré que parece suponerse que somos criaturas vivas que nos ajustamos a un perfil de singularidad y materialidad, ante un mundo viviente en el cual claramente impera lo no singular y lo no materialista. Para esto acojo las palabras de San Agustín en la Ciudad de Dios: “Plotino el platónico demuestra por medio de los capullos en flor y de las hojas de los árboles que del Dios Supremo, cuya belleza es invisible e inefable, la Providencia llega hasta las cosas de esta tierra. Señala que estos frágiles y mortales objetos no podrían estar dotados de una belleza tan inmaculada y tan exquisitamente forjada si no emanaran de la Divinidad, que impregna infinitamente todas las cosas con su invisible e inmutable hermosura”

Para finalizar tempranamente siento que la ciencia actual me debe una explicación ya que ninguna de estas posiciones, ya sea desde una mirada incorpórea o de una perspectiva que integre el principio de indeterminación de la mecánica cuántica me resultan satisfactorias, lo cual incluye los programas darwinista y cognitivista.

Friday, December 02, 2011

La cola de Picasso

Hace un tiempo atrás encontrándome en Sevilla decidí dar un paseíto por Málaga, motivado por un artículo que contaba aquella historia de la primera lectura de una obra de Pablo Picasso en París durante la ocupación nazi. Se trataba de una obra teatral llamada “El deseo atrapado por la cola”.

Lo primero que me llamó la atención es la utilización del término “la cola”, pues lo empleaba en el mismo sentido que lo hacíamos nosotros en Chile, especialmente en los tiempos de la Unidad Popular de Salvador Allende, cuando las cosas escaseaban y para conseguirla había que inevitablemente integrarse a una “cola”. Por cierto que de acuerdo a la perspectiva política de cada uno esto tendrá una explicación que en este artículo no viene al caso, en lo que respecta a que para unos esto era producto de la escasez y para otros del acaparamiento.

Lo que me interesa relatar es que tal obra mostraba a saturación las condiciones de vida en el París de la Segunda Guerra Mundial, que estaban marcadas por las restricciones y falta de alimentos, que obligaban a los parisienses a sumarse a las colas soportando el frío que traspasaba la ropa hasta calar los huesos. Esta primera lectura se realizó en los últimos días del invierno europeo de 1944, con la presencia de varios ilustres de la época como Dora Maar (mujer amante de Picasso), Albert Camus, Jean Cocteau y Jacques Lacan entre otros.

Es así como teniendo en cuenta este divertimento surrealista, es que recordé que hacía unos pocos días que se había inaugurado en Málaga un museo en la casa en que había nacido Picasso. Por tanto me fui a la estación de autobuses donde luego de hacer una “cola” adquirí mi boleto con este destino.

Málaga era un lugar más de Andalucía que no conocía de tal manera que llegando me he montado en el bus turístico para tener una visión general de la ciudad, dejando para el final la visita a la Casa Museo. Una panorámica imperdible es la que se tiene de la Alcazaba una herencia más de la época musulmana, compensada con su hermosa catedral de una sola torre conocida como la “Manquita”. Una rápida entrada a la Librería Diocesana en busca de algunas obras de San Anselmo o San Irineo y finalmente haciendo la “cola” en la entrada de la casa de Picasso , una vez adentro sumerjo mis sentidos de un lenguaje onírico y erótico frente a sus gráficas (Bacanal con Minotauro).

Antes de regresar a Sevilla un delicioso cafecito en el Café Central meditando sobre una pregunta que al parecer muchos prefieren evitar ¿ Cuanto de surrealismo había en el mundo de Picasso? … y les prevengo que no inicien una “cola” en espera de una respuesta que al menos yo no la tengo……