"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Sunday, May 06, 2007



Lecturas de Teilhard de Chardin: Parte I
Francisco de la Fuente V.

Desde hace un tiempo he venido acercándome a las lecturas de Teilhard de Chardin, lo cual no es un elemento de prueba de experticia alguna sobre él. Sin embargo no puedo dejar de expresar mi atracción por la creatividad reflexiva de su cosmovisión, la cual es sustentada en principio por alguna de las siguientes comprobaciones Teilhardianas:
  1. La existencia de un carácter progresivo de la vida en la tierra, donde la evolución de la vida es general, exenta de saltos bruscos y de revoluciones, y
  2. La evolución de cada especie no difiere en su proceso, siendo lenta y discreta en su comienzo, alcanzando un clímax para finalmente comprobarse su extinción inexorable.

Es así como el quehacer evolutivo sigue su camino en la historia de la tierra (incluida su prehistoria), donde todos los seres vivos y en particular los animales han podido ir perfeccionando su instinto y actividades reflejas hasta llegar a sorprendernos con deducciones elementales. Todo esto parece lógico, más Teilhard nos muestra que el hombre es de todos los seres vivos, el único que sabe lo que él y el resto del mundo saben y saben hacer.

Es decir a diferencia del ser humano ellos ignoran su propio saber, agregándose que tales criaturas parecen no tener ningún fin en sí misma, lo cual prueba que su existencia dependerá de las condiciones evolutivas de la naturaleza, mas que de ellas mismas.

A esta altura no nos debe caber duda que Teilhard muestra un pensamiento sustentado en un evolucionismo biológico, que nos lleva desde la materia inerte a un ente vivo de menor simplicidad hasta su camino de perfección que alcanza al hombre mismo, lo cual resalta la diferencia del ser humano como especie. Todo esto logrado según Teilhard a través de dos grandes estadios: Biogénesis y la Antropogénesis.

Para lo anterior Teilhard ha mencionado la existencia de una “Ley de Complejidad” o de “Complejidad-Conciencia”, desde la cual la Biogénesis sería el conjunto de fenómenos que preside en el curso de la evolución el desarrollo de la vida, es decir es la prolongación de la Cosmogénesis en la Biogénesis. Y la Antropogénesis correspondería al nacimiento en la corriente evolutiva de la especie humana, a partir de la mutación hominizante que permite el pensamiento reflexivo.

Aunque que me parece menester analizar la perspectiva de la Conciencia-Reflexión no lo haré en este momento, tomando en la cuenta que por su importancia necesita ser comentado con una profundidad y extensión mayor a las motivaciones de este texto, pues el despliegue de tal perspectiva en la conciencia del ser humano en su proceso evolutivo le ha llevado a un estado reflexivo que no parece detenerse, sino que le augura un mayor crecimiento si se confirma la aplicabilidad de la Ley de Complejidad-Conciencia, generándole una vasta trama psíquica que recubra la tierra como capa pensante o Noosfera para usar un término de Teilhard.

Atendido lo anterior y considerando las explicaciones de Teilhard de Chardin en su libro “Visión del Pasado” sobre la Ley de Complejidad-Conciencia, la cual puede ser resumida magistralmente apoyándonos en expresiones de Hernán Briones T. de la siguiente manera:
  1. En todo el universo hay que reconocer una estructura corpuscular que se extendería incluso a la materia viviente y consecuentemente al ser humano.
  2. En la dimensión actual del ser humano este ocupa un centro casi matemático dentro del concierto total de los seres, es decir que levita entre lo inmensamente diminuto y lo inconmensurablemente grande.
  3. Entre lo diminuto y lo grande hay una oposición dialéctica en su aspecto cuantitativo y dimensional, como también cualitativo, pero no así desde el punto d vista estrictamente estructural, en que lo inmensurablemente grande reina la relatividad mientras en lo inmensamente diminuto reina lo cuántico, dejándose ver que en ambos extremos se exageran las propiedades que en el otro extremo se anulan.
  4. Extraviado entre estos extremos abismales el ser humano aparece como un ente insignificante, con algunas probalidades de superar el recalentamiento global y el frío interplanetario. Sin embargo es evidente que se impone el hecho de su existencia indiscutible entre ambos abismos.
  5. En definitiva en palabras de Teilhard “el hombre no sería capaz de verse a sí mismo de manera completa fuera de la Humanidad, ni a la Humanidad fuera de la Vida, ni a la Vida fuera del Universo”.

Quizás en ocasiones se ha acusado a Teilhard de materialista por considerar que la Materia es el fundamento material de todo, lo cual no es así a pesar de dicha afirmación, ya que en sus obras le concede una mayor preponderancia al psiquismo y al pensamiento en la construcción de la Trama del Universo. Desde una mirada externa la materia se hace visible a través de una triple perspectiva: Pluralidad, Unidad y Energía.

La Pluralidad se nos evidencia a partir de los conocimientos científicos que nos permiten acceder a las partículas atómicas, las cuales demuestran su Unidad a través de propia coexistencia e influencia que ejerce en su relación con el espacio que la circunda, aflorando su Energía generada por su capacidad de interacción eterna en el traslado por los diferentes niveles atómicos de las partículas. Así se nos presenta una realidad física no aislada, más cercana a un sistema de cierta complejidad ya que la Materia se edifica y explica perfectamente a través de la teorías actuales de la fisicoquímica.

Respecto a la génesis de la Materia Teilhard considera dos etapas sucesivas:
  1. Una etapa crítica que da origen a partículas atómicas y de la cual sólo manejamos teorías especulativas, con muchas dificultades de probarse científicamente.
  2. La etapa en la cual se manifiesta la Ley de la Complejidad-Conciencia originando la aparición de las moléculas y compuesto de mayor complejidad, las cuales cumplen con los principios de la termodinámica.

Antes de concluir es importante recordar que sólo hemos realizado una descripción externa de la Materia y las etapas de su evolución. Pero para Teilhard esto no estaría completo sino consideráramos que para el la Materia no es inerte nunca y que en sí existe una cierta preconciencia constitutiva interna, lo cual permite explicar de manera coherente el fenómeno cósmico, y que hace al P. Teilhard de Chardin expresarse poéticamente de esta manera:
“Báñate en la materia, ¡Hijo del hombre! ¡Húndete en ella, allí donde es más violenta y más profunda! ¡Lucha dentro de su corriente y bebe de sus olas! ¡Ella meció en otro tiempo tu inconciencia y ella te llevará hasta Dios!”.

1 comment:

Anonymous said...

sin duda un nombre muy interesante,
mas me angustian unos pensamientos:
primero:
"...un ente vivo de menor simplicidad hasta su camino de perfección que alcanza al hombre mismo.." me llama mucho la atención que una persona que conozca los parámetros de la evolución considere al hombre de esta forma y no parte del camino hacia la perfección o Punto omega en este caso.

segundo:
Vladimir Ivanovich Vernadsky elaboró la teoría de la Noosfera

tercero:
sería muy hermoso que el existiera
ahora, en un momento en el cual se han creado movimientos impactantes como la teoría M.


saludos.