De mi experiencia personal en el proceso de la negociación colectiva del
sindicato de académicos y profesionales de la Universidad Católica del Norte (UCN),
tengo la percepción que no compartimos un imaginario social de comunidad, sino
que somos más cercanos a una sociedad de individuos que nos unimos por la
complementariedad jerárquica, en los que las formas de integración se mueven
bajo los principios de seguridad y prosperidad personal, del cual esperamos
algunos y otros tienen la certeza que conllevará un beneficio mutuo.
Mi reflexión es que al parecer cometemos un error en creer que vivimos en
una comunidad universitaria, siendo que lo que se da en la cotidianidad es una
sociedad universitaria (o del conocimiento), en la cual es necesario
preguntarse sí el orden moral se apega a los dictados declarados en la visión
de la universidad, cuya intencionalidad institucional se enmarca en que sus
acciones se harán en el orden del humanismo cristiano.
Por cierto, responder a ello no es fácil, tiene su complejidad, lo cual no implica que deba postergarse la necesidad de construir una respuesta por la sociedad universitaria, que de no ser así seguirá siendo una tarea pendiente, especialmente cuando el objetivo que nos une es la misión de la universidad.
Es necesario tener presente que nuestro imaginario social en palabras de
Taylor “en cualquier momento dado es complejo. Incorpora una idea de las
expectativas normales que mantenemos unos respectos de los otros, de la clase
de entendimiento común que nos permite desarrollar las prácticas colectivas que
informan nuestra vida social”[1].
El autor supone en la perspectiva práctica un nivel de participación dado en un
tiempo fáctico y normativo, al tener una idea de cómo funcionan las cosas
cotidianas, lo que resulta inseparable de la idea del cómo deben funcionar y de
la clase de desviaciones que invalidarían su práctica.
Es importante explicitar la inquietud de que los representantes de la UCN
no consideraron un aspecto esencial de que una técnica de negociación;
específicamente en una universidad; en la que se debe tener presente el
contexto no solamente presupuestario; lo cual no indica dejarlo fuera sino
considerar con quienes se negocia; olvidando que dicha técnica es un
instrumento cuya utilidad es relativa a una contingencia, o más precisamente en
este caso un medio para conseguir un beneficio mutuo.
De aquí que propongo las opiniones de dos autores que es oportuno recordar:
primero las palabras de Deming W.E. en relación a la gestión de calidad:
"Aquel que dirige su compañía únicamente por las cifras visibles, con el
tiempo se quedará sin compañía y sin cifras”[2],
es evidente que en una universidad no solamente las cosas por dinero serán la
que nos conducirán a la excelencia ni a la calidad. La otra opinión es la de Carver
quien nos decía que: “Puede haber muchos casos en que haya una completa armonía
de intereses, pero esto no origina problemas y por consiguiente no necesitamos
ocuparnos de ello”[3],
de aquí que es menester expresar que no ha sido fácil mantener mi esperanza de
comprensión en las razones que mueven a quienes representaron a la autoridad
universitaria en esta instancia de la negociación colectiva sindical,
especialmente cuando ellos manifestaron estar en desacuerdo con la decisión de
los académicos de pertenecer a una sociedad sindical, lo cual nos podría llevar
a una descalificación prejuiciada del derecho de los académicos a revindicar
sus demandas salariales y de mejoramiento de sus condiciones de trabajo.
Cabe preguntarse, acaso un académico es (o no es) un trabajador, cuya
actividad se desenvuelve en la docencia, investigación, gestión y vinculación
con el medio. En lo personal estoy sindicalizado, por lo mismo me hago un deber
afirmar que la motivación de pertenencia sindical, no se completa con la
recepción de un paquete para las fiestas patrias y de fin de año.
En el mismo sentido la propia universidad se
adhiere al código laboral en su relación contractual con sus trabajadores, como
así mismo participa en la Red G9 señalando
que “la verdadera vocación de una universidad está en lo público…. Más allá de
su naturaleza jurídica o propiedad, es el rol que desempeñan las universidades,
considerando los conceptos de lo estatal, lo público y lo privado, lo que las
diferencia. Donde lo público supera ampliamente a lo estatal y a lo privado en
beneficio de las personas y la sociedad”[4].
De tal manera que la Red G9 define las universidades como “lugares de reflexión
cultural, investigación científica, creación artística, innovación y debate de
ideas en un ambiente de libertad académica personal e institucional. En ellas
se cultivan todas las áreas del saber, el nuevo conocimiento, la búsqueda
permanente de la verdad, el desarrollo del bien en todos sus aspectos, del arte
y la belleza, para aportar al crecimiento integral del país y de cada uno de
sus habitantes; abarcando la complejidad que requiere la educación superior hoy”[5].
Por otra parte es atingente explicitar que la universidad es de tipo
confesional, por cuanto parece oportuno recordar la obra del Cardenal Newman:
la universidad es "a place of teaching universal knowledge"[6].
..”que su tarea específica no es la educación moral o religiosa. De eso, diría
Newman, se encargan las autoridades eclesiásticas. Aquella enseñanza del
conocimiento universal es lo esencial de la universidad. Así que su esencia no
depende de las relaciones con la Iglesia. Pero, en la práctica, requiere el
apoyo de la Iglesia, si quiere cumplir debidamente su misión”[7].
De la lectura del último informe de la Red G9 los académicos
y profesionales de la UCN no desconocemos el escenario que plantea la propuesta
gubernamental de financiamiento de las instituciones de educación superior,
especialmente en lo referente a la aplicación de la gratuidad y decisión sobre
el futuro de los aportes basales que por varios años han sido entregado a las
instituciones. En este sentido es muy importante que la sociedad universitaria
se una a las recomendaciones de la Red G9, en relación a que se generen “líneas
de financiamiento permanentes y mecanismos particulares para el desarrollo de
las universidades más avanzadas y de las más postergadas, los que podrían ser
proporcionales al crecimiento económico del país”[8].
De acuerdo a lo anterior, los socios que participaron en la negociación
colectiva del Sindicato de Académicos y profesionales, no dejamos de valorar el
diálogo con las autoridades de la universidad, lo cual se buscó permanentemente
por su directiva a través de iniciativas propias al utilizar las diferentes
instancias legales, ya sea a través de la mediación voluntaria como
obligatoria, entendiendo que los objetivos superiores de ambas partes son
mantener los equilibrios de gestión de la institución, de tal manera que no se
comprometa la sustentabilidad y sostenibilidad del quehacer universitario, en
palabras simples viajamos en la misma barca.[9]
Observación:
Esta reflexión tuvo su origen posterior a mi lectura de una carta de
Hölderlin a su hermano Carl; en el entendido que buscaba la forma de no caer
en una "depresión post-negociación"; y reconociendo que las palabras
de la misiva del poeta son de otra época y contexto. Aún así las he recogido
como un alimento esperanzador de un diálogo comprensivo del quehacer humano, lo
cual me hizo escribir esta reflexión….
Texto de F.G. Hölderlin [10](mi
poeta preferido):
... "ya no me apego con tanto calor a los hombres singulares. Mi amor
es el género humano, [...] en los siglos venideros. Pues esta es mi profunda
esperanza. [...] Vivimos en una época en la que todo está trabajando para
lograr días mejores. ... Estos callados deseos y esfuerzos de algunos por
formar el género humano, se extenderán y darán hermosos frutos... Esto es lo
único a lo que se apega mi corazón. Ésta es la meta sagrada de mis deseos y mi
actividad: que yo pueda despertar en nuestra época la semilla que madurará en
otra futura.[...] esa meta, la formación (bildung), el mejoramiento del género
humano, esa meta que tal vez sólo alcanzamos de modo incompleto en nuestra vida
terrena, pero que precisamente por ello se alcanzará con más facilidad en ese
mundo mejor que ha de venir, también cuánto más lo hayamos preparado en nuestro
círculo de influencia....
[1]
Taylor, Ch. Imaginarios
sociales modernos. Paidos Básica 125. 2006. Barcelona, España, p.38
[2] Deming W.E. Calidad, productividad y
competitividad: la salida de la crisis. Ediciones Díaz de Santos. 2006
Isbn:8487189229 México
[3]
Carver, Thomas N. The
basis of social conflicto. American Journal of Sociology, XIII. 1908, pp.
628-37
[4]
El aporte de la Red de Universidades Públicas no Estatales a Chile en el marco
de la reforma a la educación superior p.15
[5]
Ibid., p.13
[6]
Newman,
John H. Discursos sobre el fin y la naturaleza de la educación universitaria,
traducción, introducción y notas de José Morales, EUNSA, Pamplona, 1996,
prólogo, p. 27
[7]
Ibid.,
p.27
[8]
El aporte de la Red de Universidades Públicas no Estatales a Chile en el marco
de la reforma a la educación superior p.31
[9]
Las opiniones de esta
reflexión son particulares y por tanto pueden no representar al Sindicato de
Académicos y Profesionales Nº4 de la UCN.
[10]
Hölderlin, Friedrich.
Correspondencia completa. Ediciones Hiperión, Madrid 1990. Traducción de H.
Cortés y A. Leyte.
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