"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Friday, April 03, 2015

Meditación de Semana Santa

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Por cierto que los cristianos, esperemos que así sea, tienen claro lo que un Viernes Santo implica como día de meditación. Pero que significa para aquellos que no lo son, pero que están entre los que reflexionan sobre el sentido de sus vidas, o sencillamente son aquellos de los que buscan responder a las preguntas: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? Hacia dónde voy?
Caravaggio
La respuesta a cada una de estas preguntas quizás sea lo que nos da sentido a nuestro “mundo de la vida”[i], o quizás sea una razón más que nos obliga a construir un argumento en el corazón de nuestra comunidad que ofrezca un sentido de vivir. Para reflexionar sobre el meditar cristianamente recurriré a las palabras de Hans Urs von Balthasar, quién inicia una introducción sobre este tema con la interrogante siguiente: “La cuestión decisiva de la que todo depende es si Dios ha hablado a los hombres –sobre sí mismo, naturalmente, y también sobre su plan con respecto a la creación del hombre y de su mundo- o si lo absoluto, más allá de todas las palabras mundanas, sigue siendo el silencio”[ii]
Si prevalece lo primero es claro en que estamos en el camino de lo bíblico y de los libros sagrados de las tres religiones monoteísta, como son la Judía, la Cristiana y el Islam. Sin embargo, si lo que surge es lo segundo entonces el camino queda a la medida de la acción y voluntad de los hombres, en un contexto de deficiencia esperanzadora de un más allá.
Así tenemos que para un creyente "la palabra" de los libros sagrados son la fuente del conocimiento del absoluto, es lo divino que se revela como verdad . Así nos acercamos al Espíritu de Dios, aunque no a su intimidad. [iii]  De aquí que con humildad razonable podamos decir que Dios con su palabra revelada quiso dar sentido a la vida del hombre, sin sacarlo de su contexto, y Jesús fue el camino elegido por Él.
 En este sentido von Balthasar destaca  a este Dios que nos habla a través de sí mismo, teniendo presente la carta a los Hebreos: "Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en los últimos tiempos nos ha hablado( a todos nosotros) por medio del Hijo a quien instituyo heredero de todo, por quien también hizo los mundos; el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, … después de llevar a cabo  (por su cruz) la purificación de los pecados, se sentó (después de la resurrección) a la diestra de su Majestad en las alturas , con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuánto más les supera en el nombre que ha heredado".[iv]
El Greco
Como hombre de mi tiempo y lugar en mi experiencia meditativa, he aprendido que este camino introspectivo no necesita de un sofistificado ritual, pero si debe llevar contenido, como la gracia de existir y con ello el sentido de vivir. Cabe recordar que en los tiempos en que vivimos, algunos sólo sobreviven olvidando que el tiempo es Tao y no dinero como parecieran entenderlo esos humanos de hoy.
En estos días de conmemoración de la Resurrección de Jesucristo es esencial recordar que el cuerpo de Cristo es  inseparable de la palabra de Dios, este aspecto se corresponde en plenitud con el acto de meditación cristiana, alimentado en el hontanar de la vivencia de la Eucaristía como acto de fe, en el cual se compromete la divinidad-humanidad de Jesús en la profundidad subjetiva de nuestro yo, con una meditación que no se limita a una idea de Dios, sino que a un Dios que resucita y que muestra el camino salvífico que da sentido a la vida humana.
 Finalmente en estos días de renovación del compromiso por una vida recta[v], en la palabra de un Dios que habla; más allá de la religión que se profesa, lo que me habla en estas horas de meditación cristiana no es el significado sino que lo significante de las palabras del Cristo.




[i] Mundo de la vida es un concepto que tomo de la idea escuchada en una conferencia del Prof. Guillermo Hoyos Vásquez en su explicación de la teoría de acción comunicativa de J. Habermas.
[ii] Hans Urs von Balthasar, 2002. Meditar cristianamente. Ediciones Encuentro S.A. Madrid, España. p. 5
[iii] 1 Cor 2,11
[iv] Hb 1,1-4
[v] Uso este concepto en la idea de S. Kierkegaard ante la pregunta ética fundamental por el logro o malogro de nuestras vidas, teniendo presente su propuesta de “poder ser sí mismo”

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