Hace unos pocos
días atrás nos reunimos con el grupo Ágora UCN del Círculo de Filosofía
Jurídica y Humanidades, realizando una lectura de la poesía de Friedrich Hölderlin
desde la mirada de la filosofía, esto me ha llevado a meditar sobre la relación
de la poesía y el pensamiento, especialmente vislumbrando la realidad de lo
poético en Hölderlin.
Estimo
interesante iniciar este artículo con las palabras de María Zambrano, quien nos
dice que: “El filósofo y el poeta. No se encuentra el hombre entero en la filosofía;
no se encuentra en su totalidad de lo humano en la poesía. En la poesía
encontramos directamente al hombre concreto, individual. En la filosofía al
hombre en su historia universal, en su querer ser. La poesía es encuentro, don,
hallazgo por gracia. La filosofía busca, requerimiento guiado por un método”[i].
Es así como la
actitud pensante del ser humano en mi opinión en la filosofía está dirigida a
la búsqueda, en cambio en la poesía esta se caracteriza por salir a un
encuentro con la vida. El filósofo huye de las apariencias para cobijarse en la
unidad mientras disfruta el sistematizarla. En cambio el poeta convive en las
apariencias para habitar en multiplicidad disfrutando la heterogeneidad.
En términos de lo
poético Enrique Lynch nos señala que corresponde a “la cualidad de la precisión
en el lenguaje, al contrario de la mistificación de la función y la palabra de
la poesía que se suele encontrar en los comentarios romanticistas y en contra
de la tesis de la hermenéutica contemporánea, que ve en el lenguaje de la
poesía un modelo fundacional que la filosofía haría bien en imitar, cuando
menos para no sucumbir a la inhumanidad del lenguaje de la eficacia técnica”[ii].
Sin embargo, la
filosofía preocupada por la verdad teme ser reducida y atrapada por el lenguaje
de la literatura, aún aceptando que en algún momento de la historia de la
humanidad pueden haber caminado juntas. La filosofía intuye el peligro de
convertirse en una novela o en una poesía que la sustraiga de su sentido, lo
que lleva a los filósofos a privilegiar las vías separadas.
Quizás como nos
recuerda Lynch, el verdadero miedo de los filósofos sea “convertirse no en el
discurso iluminado de Hölderlin en los poemas tardíos (1798 a 1800) sino a
descubrirse como el último discurso del poeta loco, el que escribe poemas de
forma y figura perfecta mientras permanece absolutamente indiferente al
significado, como cabe a un individuo que ha perdido la razón”[iii].
Aunque concuerdo
con Gadamer en que el verso de Hölderlin son “proferido, un verso dicho al
aire, como en trance”[iv], tengo la
impresión respecto al poeta tras mis lecturas de sus poemas de la locura, que
su extravío fue una necesidad de hacer de su vida un mundo personal, el cual
construyó en su refugio con los Zimmer reinando hasta su muerte.
Me temo que su
mundo no podía haber sido otro; que el de la locura, más allá de lo lógico y
más cercano a lo irreal, teniendo si presente que de este hecho no se deriva
necesariamente que su realidad no existiera, lo que en todo caso sería
“arreal”. En mi opinión la irrealidad en Hölderlin era una manera de vivir su
propia realidad, pero en ningún caso estaría exenta de lo real, es decir de
nula realidad.
Lo que intuyo al
leerlo, es que su mundo irreal estaba inmerso en lo ficticio, lo que es un tipo
de realidad diferente de la espectral y de la idealidad. Pues, la realidad de
Hölderlin era una realidad que se des-realizaba; si nos atenemos al concepto de
realidad en Xavier Zubirí[v],
y que por lo tanto no niega su realidad de lo que creaba en sí mismo. Su logo
esta presente en la poesía que intelige, en lo que siente de la realidad que lo
rodea y de la que emerge como un caudal ficticio, que lo sujeta a un mundo que
lo percibe en lo estético. Prefiero pensar que Hölderlin no finge su realidad,
sino que finge lo que otros debieran inteligir de su mundo, no hace poesía de
lo que es, sino de lo que cómo los otros deberían leer sus versos, su locura es
irreal pero no “arreal”.
Hölderlin es
aquel petit Dieu de Leibniz que a diferencia del Grand Dieu no crea de la nada,
sino que lo hace de la oportunidad que le regala la creación divina: la
naturaleza. Para ello ocupa la libertad que le deja su escasa conciencia para
elegir su propio camino, que lo convierte en un cuasi-creador que construye
irrealidades desde el acto de des-realizar su propia realidad.
Este acto de
cuasi-creador es lo que lo convierte en rey en su mundo, aunque ya en sus versos
iniciales intenta prevenirnos con humildad explícita que: “El hombre es un
mendigo cuando reflexiona”[vi].
[i] Zambrano
M., Filosofía y poesía. Editorial EFE. México DF. 2010. 13
[ii] Lynch
E., Filosofía y/o literatura: Identidad y/o diferencia. Editorial EFE. Buenos
Aires. 2007. 17
[iii] Lynch
E., Filosofía y/o literatura. 45
[iv]
Gadamer H.G., Poema y diálogo. Editorial Gedisa. Barcelona. 2004. 24
[v]
Zubiri X., Reflexiones filosóficas sobre lo estético. Alianza. Madrid. 1992
[vi]
Hölderlin F., Hiperión. Editorial Hiperión. Madrid. 1986. 50
7 comments:
Pancho que bueno, estas de vuelta
me cuesta entender a los poetas es lenguaje difícil y loco como este Holderlin, me recordé de una antigua tertulia hace muchos años en un restaurante que era un ex teatro aquí en Valparaíso, y en una mesa ubicada sobre el escenario nos conversastes de varios poetas hay dos que no olvide: Teillier y Martínez y otros dos en inglés que sus apellidos tenían que ver con el color negro
Pancho que tiempos aquellos pediamos una mesa para dos y la sobremesa había más de media docena de sillas alrededor con gente que ni conocíamos, amigo en tus viajes no olvides el puerto y las caminatas por los cerros, para saciar el hambre donde la vieja de las cazuelas
un gran abrazo mío y de Rosi
Francisco: buen tema e interesante el grupo. Pero me pregunto se puede vivir en la irrealidad, como al parecer lo hizo Holderlin ¿Qué dices?
Saludos
Alfonso
Pancho me encanta Hölderlin concuerdo contigo lo que para otros era irrealidad para él era lo real.
Sigues leyendo a Robert Browning??
Cariños
Angélica
Hola Profe que alegría de leerlo y sobre poesía. que rico es leer a los poetas el problema es enteder lo que nos quieren decir sobre todo estos genios, cuidese.
Ana María
Si Antonio buenos recuerdos, ojalá este verano pueda tomarme unos días de vacaciones por esos lado, y por cierto el poeta era Willians Blake que decía cosas como esta: El pájaro tiene su nido, la araña su tela, el hombre la amistad. un abrazo para ambos.
Alfonso: pienso que la mejor respuesta a tu pregunta es repreguntarse con este verso de Robert Musil: ¿Es quizás posible atravesar el mundo sin seguir el hilo de lo real? y responderse con otro de William Blake: Si el loco persistiera en su locura, se volvería sabio
Que estés bien
Hola Franco cómo te va? barbara la poesía de Hölderlin y buenísimo tu análisis
Un abrazote, Paula
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