Ayer mientras disfrutaba un café expreso en el recinto de la
Feria del Libro de Antofagasta, me encontré con un compañero de tertulias
pasadas, en un momento tomó entre sus manos uno de los libros que había
adquirido ese mismo día, y que ya tenía su lectura avanzada hasta la página 35.
Dos aspectos le llamaron la atención: el primero la manera como realizó mis comentarios en los
libros y, lo segundo la temática de tales opiniones, reprochándome de inmediato
que a pesar de su insistente solicitud, hasta la fecha poco había hecho por
postear en este blog una reflexión sobre la elección del Papa Francisco.
Comentario en un libro |
Luego
conversamos este texto que he querido también compartir con ustedes, el cual
necesita ser leído con cierta mirada que tenga la voluntad de hacer un
“gestaltswitch”, que le ayude a intentar un enfoque de lo que puede significar
Dios para otros seres humanos:
"Corren malos tiempos, Dios mío. Esta noche me ocurrió algo
por primera vez: estaba desvelada, con los ojos ardientes en la oscuridad, y
veía imágenes del sufrimiento humano. Dios, te prometo una cosa: no haré que
mis preocupaciones por el futuro pesen como un lastre en el día de hoy, aunque
para eso se necesite cierta práctica… Te ayudaré, Dios mío, para que no me
abandones, pero no puedo asegurarte nada por anticipado.
Sólo una cosa es para
mí cada vez más evidente: que tú no puedes ayudarnos, que debemos ayudarte a
ti, y así nos ayudaremos a nosotros mismos. Es lo único que tiene importancia
en estos tiempos, Dios: salvar un fragmento de ti en nosotros. Tal vez así
podamos hacer algo por resucitarte en los corazones desolados de la gente. Sí,
mi Señor, parece ser que tú tampoco puedes cambiar mucho las circunstancias; al
fin y al cabo, pertenecen a esta vida…Y con cada latido del corazón tengo más
claro que tú no nos puedes ayudar, sino que debemos ayudarte nosotros a ti y
que tenemos que defender hasta el final el lugar que ocupas en nuestro
interior…Mantendré en un futuro próximo muchísimas más conversaciones contigo y
de esta manera impediré que huyas de mí. Tú también vivirás pobres tiempos en
mí, Señor, en los que no estarás alimentado por mi confianza. Pero, créeme,
seguiré trabajando por ti y te seré fiel y no te echaré de mi interior" (12 de
julio de 1942)
El texto corresponde al Diario de otra joven judía que fue
asesinada el 30 de noviembre de 1943 en Auschwitz.
Finalmente, como bien estimo que afirma Ulrich Beck: , “..la
libertad de culto también se mide por la libertad de los que tienen otro credo,
sin olvidar la libertad de renunciar a la fe o incluso a despreciarla” o creer
en un “Dios Personal”.
Que estén bien.
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