"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Saturday, February 09, 2013

La Serena una ciudad para vivr....

Al visitar La Serena no es un extravío opinar que es una ciudad hermosa y agradable, con un modernismo muy particular que obliga a utilizar el concepto arquitectónico que la identifica, como es la "arquitectura Neo-Colonial". Aún así, quisiera ir un paso más adelante en esta reflexión, teniendo presente mi estado personal al sentirme cobijado por esta ciudad, para ser más preciso a lo que me refiero no es solamente por su belleza estética sino que también lo que han hecho de La Serena sus habitantes. 

Cabe señalar que Simmel a principio del siglo XX definió la experiencia metropolitana en términos de una transformación perceptual de los individuos. Quizás por ello si deseamos realizar una observación respecto a la modernidad de La Serena, debamos ayudarnos considerando esta experiencia como una metáfora vivida cotidianamente por quienes la habitan. Tenemos como marco la imagen que nos muestra la metrópolis a través de su perseverante normativa arquitectónica en materia de construcciones para su casco neurálgico central, que ya hemos definido como Neo-Colonial. 

Respecto a la conceptualización de la metáfora; un breve paréntesis explicativo, acudo a Iaini, O., que nos señala que una "metáfora se vuelve más auténtica y viva cuando se reconoce que prácticamente prescinde de la palabra: vuelve a la imagen predominante como una comunicación, información y fabulación". Bajo esta óptica moderna cabe preguntarse: Progresa La Serena? Desde mi perspectiva mi respuesta es sí, especialmente si consideramos el "progreso" como lo veía Benjamín, como una "constelación" que vincula el pasado entre sí o estos pasados con el presente. Así nos es posible afirmar que la exigencia normativa para las construcciones dentro de su casco central y el gran crecimiento externo a su alrededor, son parte de un mismo firmamento de esta metrópolis. 

No tengo duda que hay un signo potente en sus líneas constructivas de sus edificios y espacios dedicados al ocio y por supuesto al descanso creativo, el que se motiva por la experiencia estética de esta exigencia Neo-Colonial, cuyo signo relevante nos regala sus ornamentaciones de balcones con balaustradas principalmente de madera en edificios de poca altura. Detrás de este signo; como es lógico, hay un significante histórico que alienta al visitante inquieto culturalmente, a buscar desvelarlo desde el corazón de la metrópolis. 

En un mundo cotidiano plagado de consumismo; del que esta ciudad tampoco escapa, la racionalización del tiempo va mermando la oportunidad de quienes la habitan para sentir su ciudad, como un habitat que da espacio temporal para vivir más allá de un mercantilismo, que nos aliana, nos explota y domina en nuestra experiencia citadina moderna. 

Finalmente es así, como he podido comprobar que La Serena es una ciudad donde aún se puede vivir más que sobrevivir..

1 comment:

Francisco de la Fuente Vásquez said...

A que hermosura me refiero: a esa "experiencia cumbre" en que el reencuentro con un amig@ se vive en un abrazo fraternal, en que la "experiencia estética" hace posible configurar un espacio-tiempo de connotación mágica en el que emerge lo espiritual libremente y, me transporta más allá del cautiverio materialista .....