"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Thursday, February 10, 2011

Lima: Ciudad de los Reyes

Llegar a la ciudad de los reyes a través del aeropuerto Jorge Chávez es una oportunidad para vivir una experiencia nueva, particularmente para quienes la visitamos nuevamente porque Lima es una ciudad que se ha vestido para competir con otras ciudades latinoamericanas aportando su historia y atracciones para diferentes tipos de turistas.

Es que Lima es una ciudad con una rica historia que se evidencia en sus iglesias, conventos, museos y edificios. Más aún si se toma la precaución de presenciar las festividades de Santa Rosa de Lima (Agosto) y la procesión del Señor de los Milagros (Octubre).

En lo personal esta ocasión que viaje acompañado de un grupo familiar fui afectado por un síndrome relacional de los hijos del Inca Huayna Cápac, del cual han quedado secuelas que dudo que se podrán olvidar, es que el pasado histórico es imposible no sentirlo, a pocos metros de mi alojamiento en el barrio de Miraflores se encuentra el Centro Ceremonial Huaca Pucllana del Siglo XVI, que fue edificado por la Cultura Lima entre los años 200 y 700 DC, del cual también son testimonio de esta cultura los sitios de Cajamarquilla en el Rímac, y Pachacamac en Lurín.

Me di el tiempo de visitar Pachacamac aún a riesgo de enfrentar su ídolo venerado en este centro ceremonial a las orillas del río Lurín, el cual en palabras de Garcilazo "…era tanto que le temían que no osaban mirarle, y así los sacerdotes entraban en su templo de espalda al ídolo…para quitar la ocasión de alzar los ojos a el". En la mitología Incaica, Pachacamac corresponde a un dios del fuego e hijo del dios sol, que controlaba el equilibrio del mundo, un mundo geográficamente plano que terminaba en el mar. Además estaba vinculado a los movimientos sísmicos, ya que se creía que los temblores y terremotos eran expresión de su enojo, por lo menos a mi no me demostró su poder.

Para continuar con la Lima cultural es imprescindible visitar su Basílica Catedral en la Plaza Mayor, en la cual se encuentra en una de sus capillas de la entrada los restos auténticos del Conquistador Don Francisco Pizarro, en las otras catorce se muestran bellísimos retablos religiosos del periodo neoclásico. Con el mismo boleto se visita el Museo de Arte Religioso de la Catedral de Lima, y si todo se ha coordinado bien a la salida te puedes deleitar con el imponente cambio de guardia en Palacio de Gobierno a un costado de la plaza.


La comida peruana es una exquisitez y variedad imperdible comenzando con “Pisco Sour” antes de la entrada de “Causa” o “Cebiche”, de fondo si soy valiente un “Cuy Chactado” o “Ají de Gallina” o “Corvina Saltada”, todos acompañados de una sabrosa “Chicha de maíz”, para finalizar de postre unos “Alfajores de miel” o “Suspiro limeño” , que más se puede pedir aunque debo advertiros que la mayoría de sus platos son muy condimentados y picantes.

Para el turista culturalmente menos exigente puede optar por irse de compras a las ferias de Gamarra, donde encontrará la mayor variedad de artículos, o a la Feria de Polvos azules o cruzar la Avenida Abancay para dirigirse a las inmediaciones del barrio chino y del mercado. Si luego de las compras necesitas un bolso económico te vuelves a Abancay y caminas en dirección al río Rímac hasta la calle Amazonas, donde a su vez podrás encontrar una feria del libro principalmente usado.

Por las tardes me parece obligado un cafecito en las instalaciones del LarcoMar, disfrutando la lectura de las investigaciones de la cultura preincaica de Julio Tello, es que Lima es una ciudad para sentirse como reyes …. Atrévanse es una experiencia inolvidable

1 comment:

Anonymous said...

Me encanta Lima y los peruanos hasta que no empiezan con sus recuerdos de la guerra del pacífico, ahí son transformer y dan la lata.
Pancho yo me atreví y concuerdo contigo.bye