"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Friday, April 16, 2010

Pensando que opción elegir…

Hace unos días atrás releía un texto escrito por un muy querido amigo que por estos días se encuentra destinado en tierras europeas, en sus líneas nos recordaba esos momentos de nuestras vidas en los cuales nos enfrentamos a la pregunta radical de que nos anima a dar la vida, o quizás orientar nuestro quehacer hacia el amor fraternal y solidario que nos compromete con la existencia del “otro”. Como buen sacerdote que cumple con su misión de proclamar la buena nueva, sus frases se sustentan en revivir los pensamientos previos de Jesús, ante las consecuencias inevitables de su decisión de mantener su predicación que anuncia el Reino de Dios.

Cuanto me ayuda terrenalmente el entender la importancia de que aquello que nos motiva a vivir sea un objetivo que se encuentre más allá de uno mismo, que este devenir se revele como una fuente de energía divina que nos permita alcanzar un mejor futuro de todos los seres humanos, y además integremos que cada uno de nosotros lo importante que somos en la construcción de un mundo mejor, desde nuestros lugares y época en que se nos ha dado la oportunidad de vivir.

No obstante la vida diaria nos depara dificultades que sus causas están más allá de nuestras posibilidades resolverla, y reconociendo esta imposibilidad humildemente recurrimos en muchas ocasiones; quizás demasiadas, a la ayuda de quienes pueden y muchas veces deben, dar soluciones que permitan el desarrollo de entornos creativos de desarrollo. Cuando de manera reiterada esta ayuda no fructifica lo que inevitablemente ocurre, es que aquellos equipos de trabajo que tanto costo ha tenido el llegar a conformarlo, se ven dispersado por la necesidad de su capacidad intelectual de buscar nuevos horizontes que los valoren en su justa consideración.

Es muy triste saber que la impotencia no esta dada por una decisión de abandonar todo esfuerzo, por un sentimiento pesimista de una derrota, que marca más probabilidades de cumplirse que de vencerla. No, lo angustiante es saber que se tiene las potencialidades de alcanzar la victoria, y no poder hacer nada para lograrla, mi manera de ejemplificarlo mejor es con el siguiente aforismo con el cual puedo señalar que en términos de resultados no es suficiente ser un experto gladiador, pues ello de nada vale sino se le otorgan las herramientas para demostrarlo.

Se me viene a la memoria una vieja lectura que siempre me ha impactado en lo personal cuando nos referimos al humanismo, y que apunta hacia esa situación humana o nada de humana de aquel relato de un campo de concentración de prisioneros de guerra en el cual el trato había llegado a límites inaceptables para una comunidad de homo sapiens, fue así como una tarde apareció un perro vagabundeando entre ellos, respondiendo con efusivos ladridos ante los alardes de comunicación de esos hombres prisioneros. Pasado unos días desapareció no volviéndose a verse más, dejando como primera reflexión de que él con su cerebro perruno tenía más capacidad de reconocer a los humano que el propio cerebro de esos hombres que no podían ya percibirlo, y como segunda reflexión que cuando la esperanza se acaba perdemos el sentido de nuestra existencia.

Quizás para algunos sea un absurdo que Jesús no haya evitado su crucifixión, cuando era evidente que sus acciones y palabras lo encaminaban a ese hecho inevitable, ¿Por qué no lo hizo? La respuesta la encuentro en el mismo texto del sacerdote amigo citado anteriormente …. “Jesús decide ir a Jerusalén, y lo hace con la vista en el rostro del Padre y con la vista en el rostro de hombres y mujeres concretos de la historia. Cuando Jesús elige, lo hace por gente concreta. Gente concreta que le grita desde el corazón, que le pide que siga caminando por ellos”…

Es aquí cuando pienso que al elegir un camino debemos hacerlo teniendo en consideración los cientos de alumnos que confian en nuestras decisiones y de las cuales su futuro profesional es un compromiso asumido por cada uno de nosotros al momento de ingresar a la academia.

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