"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Sunday, October 14, 2007


¿Dónde aprendo a matar un Dragón?
Francisco de la Fuente V.
Hace unos días atrás leí un texto muy interesante relacionado con el tema de la innovación y conocimiento, pienso que esta temática está muy relacionada de cómo la universidad educa a los futuros profesionales para evitar que aumente la exclusión laboral, ante la dificultad de integrarse a la sociedad del conocimiento. En mi opinión la universidad tiene una responsabilidad ineludible en de generar los conocimientos necesarios para evitar una sociedad desmembrada por la desigualdad entre los que dan trabajo y los que hacen el trabajo.

Quiero advertir que de manera conciente dejaré fuera de este comentario el profundizar como la estructura social, se ve afectada por el desarrollo de los nuevos conocimientos que aportan las ciencias y la biotecnologías, influyendo en la conformación de la sociedad actual. Sabemos que hoy por hoy existen ideologías que sustentan la supremacía de la desilgualdad, considerando que cada individuo logra el éxito en la sociedad en la medida de sus condiciones particulares, de lo cual no esta exento el factor hereditario. Lo ha sostenido Fukuyama y especialmente Rifkin cuando afirma “la información genética permitirá predecir trayectorias de vida con mucha mas precisión que en el pasado; y la utilización de esta información tiene potencialidades enormes sobre todo el sistema de relaciones sociales”, a partir de estas palabras no es difícil decir que tales potencialidades pueden ser una fuente de origen de desastrosas formas discriminatorias.

Pero, volvamos al artículo, pues éste da cuenta que en una conferencia sobre lenguaje de la innovación dada por un alto ejecutivo de una empresa de TICs, no planteó en todo su desarrollo el tema de la tecnología, lo cual a todas luces pareciera ser un avance esperanzador para superar nuestro nihilismo actual, sustentado como dice Franco Volpi en una sociedad centrada en que las cosas funcionen, sin preguntarse o cuestionarse éticamente el cómo funciona.

Sólo dos cosas le sustraeré a dicho artículo, la primera la manera como José Luis Larrea visualiza que debemos enfrentar el tema de la innovación en la entrega de conocimientos, al proponernos que para innovar necesitamos al menos hacer tres cosas:
- Para innovar, hay que ver la vida "con los ojos de un niño".
- Que todos los gerentes de la empresa tengan la disposición de hacer clases en la universidad, ya que la mejor manera de aprender es cuando tienes que enseñar a otros, y
- Por último que el juego es una magnífica forma de aprender porque en un corto espacio de tiempo permite condensar muchas de las experiencias (muchas de ellas irracionales) que ocurren en la dinámica habitual de una empresa y extraer valiosísimas conclusiones.

Seriamente uno puede darse cuenta que si tuvimos oportunidad de aprender en la universidad a trabajar en equipo, convertirnos en líderes, resolver problemas y tomar decisiones, aprender de nuestros errores y fracasos para motivarnos a mantener el compromiso y perseverancia en nuestro proyecto de vida, puedo asegurarles que esas competencias no me las entregó la universidad a través del desarrollo curricular, sino que las tardes deportivas jugando fútbol con mis compañeros y el entrenador voluntarioso de turno. Ahora comprendo porque algunos alumnos prefieren las actividades sociales y deportivas a una sala de clases. ¿Podremos reencantar lúdicamente a nuestros alumnos?, este es tema para otro comentario.

La segunda sustracción se refiera a la historia medieval contada por el Prof. Roger Schank, que reza así:
Érase una vez un reino invadido por dragones: Sus habitantes estaban aterrorizados y para poner remedio a esta desesperante situación, decidieron diseñar un nuevo curriculum académico y preparar a sus mejores jóvenes para combatirlos. La mejor Universidad del país fue la encargada de entrenar a los jóvenes guerreros en el arte de matar dragones. La Universidad seleccionada contaba con un claustro de profesores con amplios conocimientos sobre multitud de aspectos que serían muy útiles para los futuros cazadores de dragones. Así que el claustro se reunió y formó un comité responsable del diseño del curriculum de un Master en Caza de Dragones(MCD). Este comité estaba compuesto por los profesores mas sabios de la Universidad y por tanto incluía profesores del área de Ciencias y del área de Letras. Había también representación del mundo de las Leyes y el Derecho, de Economía y Administración de Empresas y de Medicina. Por supuesto, no podía faltar la facultad de Ingeniería y la de Humanidades. De un grupo tan erudito, formado por los mejores y mas brillantes, solo podía esperarse lo mejor a la hora de instruir a aquellos que quisieran aprender a matar dragones.
En la reunión de planificación del currículum, todos estuvieron de acuerdo en que cada una de las facultades y cada profesor tenía algo importante que aportar. Los profesores de la facultad de Economía y Administración de Empresas manifestaron su preocupación respecto de la necesidad que futuros cazadores de dragones comprendieran como financiar una expedición de caza de dragones, además supiesen lo importante de escribir un buen plan de negocios para comercializar a posteriori la historia y lecciones derivadas de tan exitosa misión. Incluso se planteó el porcentaje que le debiera corresponder a la Universidad de los derechos exclusivos para llevar las experiencias adquiridas a un libro y al cine. La Facultad de Ingeniería quería estar segura que los estudiantes-guerreros supieran: interpretar mapas, construir puentes (cuando fuera necesario) y disparar proyectiles. La Facultad de Humanidades, por su parte, era consciente de que resulta viable razonar con los dragones, y propuso un curso para aprender a hablar Dragonés y Cómo Negociar con Dragones. La Facultad de Derecho se ocupaba de todo lo relacionado con los derechos de los dragones y las potenciales demandas y querellas, por lo que sugirió un curso de Introducción al Derecho para lo noveles guerreros. La Facultad de Artes quería asegurarse que el gran público fuese capaz de conocer cómo eran los dragones en realidad, por lo que propuso sendos cursos de fotografía y dibujo. La Facultad de Ciencias deseaba aprender sobre los hábitos y la historia evolutiva de los dragones, por lo que propuso un curso básico de biología y evolución para los estudiantes del Master. La Facultad de Medicina estaba preocupada por que los estudiantes no supieran, llegado el momento decisivo, cómo matar un dragón, lo que era perfectamente posible si no eran capaces de entender la constitución física de los dragones, por lo que un curso de anatomía era imprescindible.
Como ya hemos mencionado, esta Universidad era la más prestigiosa en la Tierra. Consecuentemente, sus académicos estaban muy ocupados trabajando en Proyectos de Investigación financiados con fondos públicos y gubernamentales y además viajando por el mundo dictando conferencias o trabajando como consultores y asesores de empresas y ONGs. En realidad, enseñar no era una tarea que les gustase demasiado y odiaban tener que desarrollar nuevos cursos ya que significaba mucho tiempo y esfuerzo. Estaban dispuestos a crear algunos cursos nuevos, pero la verdad, los cursos de postgrado para Master nunca fueron una prioridad. Por tanto, decidieron escoger cursos del currículum existente que pudieran ser útiles para los futuros cazadores de dragones. De ésta forma los estudiantes obtendrían una educación general amplia y global que les sirviese adecuadamente. Cuando terminaron, este fue el Currículum que diseñaron:

Primer Semestre:

* Introducción al Dragonés
* Conceptos Legales Básicos
* Introducción a la Fotografía
* Introducción a la Anatomía
* Fuerza y Materiales

Segundo Semestre:

* Introducción al Dragonés II
* Libertades Civiles y Derechos Animales
* Introducción al Dibujo
* Anatomía de los Dragones
* Física de los proyectiles

Todos estuvieron de acuerdo que sin duda habían creado un magnífico currículum, pero resultaba difícil cubrir todo lo necesario en un Master de un año, por lo que decidieron ampliar el Master en Caza de Dragones a un programa de dos años. Este fue el currículum que acordaron para el segundo año:

Tercer Semestre:

* Negociación Básica
* Historia Militar
* Introducción a la Ética
* Biología Evolutiva
* Introducción a la Cartografía

Cuarto Semestre:

* Introducción a la Ciencia Política
* Marketing Básico
* Finanzas Básicas
* Introducción a la Informática
* Logística

Todo el claustro de profesores, los académicos miembros del comité y los asesores consultados acordaron que el MCD contaba con un excelente currículo, completo y bien equilibrado y cubría todo lo que un estudiante necesitaría saber. Se reclutó un grupo de veinte estudiantes para el MCD quienes se graduaron al cabo de dos años, la mayor parte de ellos con muy buenas calificaciones. Los jóvenes entusiastas, al día siguiente de la ceremonia de graduación se lanzaron a la aventura de combatir a los dragones.
Tres de ellos fueron incapaces de recaudar fondos para financiar su expedición y tuvieron que dedicarse a otras actividades. Otros cinco de los restantes formaron un equipo de cazadores de dragones, pero tuvieron muchos problemas de convivencia y les resultó muy difícil trabajar juntos. Uno de los integrantes del equipo mató a un compañero y los tres restantes le mataron a él. Luego, huyeron y nunca mas volvió a saberse de ellos (hoy se encuentran prófugos y buscados por la INTERPOL.)
Los restantes doce fueron más exitosos. Formaron tres equipos de cuatro, bien financiados y donde las relaciones eran buenas y reinaba el espíritu de trabajo en equipo. Desafortunadamente, el primero de estos equipos nunca pudo encontrar un dragón al que matar, pese a que dedicaron mucho tiempo a su búsqueda. Finalmente, crearon una compañía que se dedica a entrenar y formar cazadores de Dragones.
El segundo equipo efectivamente encontró un dragón. Desgraciadamente, eso ocurrió por que el Dragón les encontró a ellos primero. Trataron de razonar con la bestia, pero sólo uno de ellos pudo recordar suficiente Dragonés como para hacerse a entender (ya que había pasado más de un año desde el curso de Introducción al Dragonés). Sin embargo, el graduado que hablaba Dragonés fluido, era el único que no superó el curso de Negociación. Logró enojar enormemente al Dragón al exigirle insistentemente y de malas maneras que no echase fuego mientras negociaban. El Dragón se comió a los cuatro miembros del equipo.
El tercer equipo también encontró al Dragón y lo combatió. Desgraciadamente, nunca antes habían tratado de luchar con un Dragón y la bestia resultó ser mucho más rápida y con una llama mucho más caliente de lo ninguno de ellos hubiese imaginado. El Dragón persiguió a uno de los miembros del equipo, lo capturó y lo lanzó por un precipicio, luego procedió a fundir primero las armas y luego el cuerpo del segundo miembro del equipo. Los otros integrantes no tenían idea de cómo entablar un combate siendo sólo dos (sus tácticas siempre consideraban un equipo de cuatro), por lo que negociaron su rendición: Actualmente manejan las relaciones públicas del Dragón.

Dejaré por esta vez que ustedes saquen sus propias conclusiones y sólo les recordaré que hacia el año 66 antes de Cristo, Petronio afirmó lo siguiente "Estoy seguro que la razón por la que surgen tantos idiotas de nuestras escuelas es porque no tienen ningún tipo de contacto con nada útil para la vida diaria"


Saturday, October 13, 2007


Andrés Bello, gracias por regalarnos un sueño
Francisco de la Fuente V.

Hace más de dos siglos falleció en Chile el educador Andrés Bello, un 15 de Octubre de 1865. Había llegado procedente de Inglaterra hacia el año 1829, luego de una estadía inicial en Londres en casa de Francisco de Miranda, conjuntamente con Simón Bolívar con quién compartía la efervescencia libertadora que se vivía en 1810. Su vida desde muy temprano giro entorno a la educación, sus ideas y proyecto de un desarrollo intelectual de los pueblos latinoamericano lo impulsaba a generar una producción literaria que sirviera para estos efectos una vez que se independizaran de España.

Hacia 1826 las cosas no le eran fáciles, pues en sus propias palabras informaba a Simón Bolívar que su “destino presente no me proporciona, sino lo muy preciso para mi subsistencia y la de mi familia..” , su preocupación era la imposibilidad que veía en dar una educación adecuada a sus hijos. Es así que un joven chileno llamado Manuel Egaña; que llega a la representación en Londres, se da cuenta de la importancia que sería para Chile de contar con los servicios de un educador de la talla de Bello, por lo que se propone ganarlo para nuestro país lo cual logra por la intervención del entonces Presidente Francisco Antonio Pinto, incluso para llegar un día de Octubre de 1832 ser declarado chileno legal.

Mucho se ha escrito sobre Bello, por ello solo pretendo recordar la figura de tan insigne hombre letras, particularmente por su rol como primer rector de una universidad nacional de ascendencia laica y democrática, y también por su aporte tan significativo a la lengua castellana. Cabe señalar que Bello logra unir a los pueblos americanos a través del idioma, unión continental que era el sueño bolivariano que no se pudo cumplir. Pero Andrés Bello lo cumple cuando se imprime en Santiago hacia 1847 su “Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos”.

Para Bello los pueblos deben darse su propia lengua de acuerdo a sus identidades, no dependiendo de academias o modelos de ciertas regiones que no le son geográficas afines. El idioma es un factor importante en la formación de la identidad criolla, y por ello se constituye en un instrumento eficaz e indispensable para dar paso a desarrollo ciudadano de los pueblos americanos.

He aquí un homenaje sencillo para Andrés Bello, magnífico educador para Chile e Hispanoamérica, gracias por regalarnos este sueño de ser latinoamericano.

Sunday, October 07, 2007


Valor de educar en Valores
Francisco de la Fuente V.

Cuando focalizamos como objetivo del proceso de enseñanza- aprendizaje, el lograr un lenguaje discursivo en nuestros alumnos, que les permita integrarse en la comunidad profesional en la cual desempeñaran sus roles y propósitos en la sociedad, me es unívoco considerar los aspectos éticos que implican sus expresiones habladas y escritas, de su quehacer en su contexto laboral.

La problemática inmediata es si podemos entregar, promover e incentivar la educación en valores. Estos son hitos que actúan como fuerzas interpelantes que funcionan como ideales atractivos, al señalar rumbos que iluminan y le confieren sentido a las acciones humanas.

Teniendo presente que la educación es un quehacer que busca como objetivo primordial el crecimiento humano, por lo cual no puede dejar de involucrar en el proceso de enseñanza-aprendizaje el educar en valores, de manera que el alumno pueda orientar su actuar presente y futuro. Por esto el proceso educativo está menesterosamente vinculado al quehacer axiológico.

La educación en valores apunta precisamente a hacer posible el encuentro de las personas con los valores, para que éstos vayan paulatinamente incorporándose a su modo de ser y le generen un estilo superior de vida.

La investigación en educación y valores se ha manifestado en una doble perspectiva como objeto de investigación, por un lado en la presencia de los valores en el proceso formativo de los alumnos y, por otro en la educación en valores propiamente tal.

Considerando que nuestro quehacer académico se encuentra en el contexto del humanismo cristiano, es que me parece importante recordar las palabras de Hugo Montes sobre la manera como el padre Alberto Hurtado; hoy San Alberto Hurtado, nos reiteraría su opinión la que es tan válida hoy como ayer, respecto al énfasis en la tarea ejemplificadota del profesor, invitándonos a tener una clara jerarquía de valores, instándonos a darnos con alegría a nuestros alumnos, sintiéndonos como en un eslabón de una cadena que empieza en Dios, pasando por la Iglesia y el Estado, siguiendo en la familia y rematando en la institución educativa.

La educación integral de nuestros alumnos en la Universidad Católica del Norte, no sólo debe tener por objetivo la adquisición de un conjunto de capacidades básicas de tipo cognitivo, sino que también debe considerarse los aspectos emocionales y éticos. Por ello el sistema educativo de la UCN debe hacerse cargo de crear las condiciones y espacios necesarios para que la comunidad universitaria entregue, incentive y promueva los aprendizajes que permitan a los estudiantes educarse para una vida de desarrollo profesional y familiar con sentido moral.

No es lo mismo la información, el conocimiento y la sabiduría, siendo hoy por hoy cada vez más necesario discernir sus rasgos diferenciales. Por ello nuestro magisterio debe marcar un signo distintivo de la profesión docente, exigiendo no solo eficiencia sino también ejemplaridad en su quehacer.

Gustave Thibon, parafraseando el famoso dictum de T. S. Eliot cuando decía que “la cultura es lo que queda cuando se ha olvidado todo”, Thibon agrega que “la cultura es lo que falta cuando se ha aprendido todo”. Tenemos así que Thibon apunta más a la sabiduría, considerando que la sabiduría es más cercana a una actitud culta que a una meramente instruida. Si entendemos la cultura, tal cual la definió Gustave Thibon, como “la participación vital del sujeto en aquello que conoce”. Lo que estaríamos sugiriendo al educar en valores a nuestros alumnos, es que no permanezcan al margen de lo que conocen sino que participen vitalmente de lo conocido o aprendido.

La educación es una actividad humana que se despliega en el ámbito de la cultura y que, por tanto, tiene una finalidad esencialmente humanizadora. El objetivo de toda educación genuina es la de humanizar y personalizar al hombre, sin desviarlo, antes bien, orientándolo eficazmente hacia su fin último que trasciende la finitud esencial del hombre. La educación resultará más humanizadora en la medida en que más se abra la trascendencia, es decir, a la verdad y al Sumo Bien.

La educación no sólo debe preocuparse de los valores culturales, sino que también debe educar en valores de vida. La educación humaniza y personaliza al hombre, lo cual le permite producir cultura, transformar la sociedad y construir la historia. En opinión del Obispo A. Goic la educación católica no debe sólo orientarse a las temáticas religiosas, sino que también debe favorecer los procesos de enseñanza-aprendizaje en los que la persona aprende a mirar la cotidianidad de su existencia, a comprenderla y actuar en ella desde la cercanía trascendente de Dios.. Es decir la educación de una institución católica no puede reducirse a un mero instrumento de capacitación laboral.

Para una educación sin exclusiones, esta debe dar mayor énfasis en las personas que en las estructuras y los insumos, pasando de una enseñanza enfocada a los contenidos a una educación integral, de la homogeneidad a la diversidad, para así cumplir con el “Ver más allá” de la sociedad universitaria.

Dentro de las estrategias que le permitan al docente iniciar una acción educativa en valores es que debe convertirse en líder y protagonista de los cambios, procurando adecuar los contenidos y las prácticas educacionales. La cultura universitaria debe sustentarse en comunidades de aprendizajes, que asuman la responsabilidad social que la educación tiene como valor irrenunciable de justicia y de solidaridad, generando los espacios para una universidad inclusiva que respete la diversidad, no renunciando a mostrar su identidad.

La universidad debe asumir el compromiso con el proceso de enseñanza-aprendizaje, promoviendo que los programas consideren estas estrategias, para abrir las posibilidades a la implementación de un currículum flexible, que permita las oportunidades y la reflexión continúa, incentivando el trabajo colaborativo de la comunidad universitaria.

Sin lugar a dudas que el educar en valores es una tarea que se nos aparece como contradictoria, considerando que en ocasiones estos se contradicen en el quehacer cotidiano, pero ello no debe implicar que renunciemos a hacer de nuestros alumnos ciudadanos de prestigio y de éxito, ni mucho menos orientar nuestros pasos hacia la educación de contravalores, ni que la institución educativa pretenda neutralizar el discurso a través de una cierta neutralidad. Es mi hipótesis que el pretender una neutralidad es un acto de engaño acomodaticio, si el centro educativo renuncia a la formación integral de sus alumnos.

Una institución educativa debe educar para entender que sucede en la sociedad, teniendo como objetivo que el alumno desarrolle un pensamiento crítico que le permita discernir sus opciones comprometidas con la acción, donde su modo de ser y estar en el mundo, se de en un contexto de fidelidad a si mismo y a los valores que le dan sentido a su vida comprometida con lo social.

En definitiva, parafraseando a San Alberto Hurtado, no basta con asegurarse de que la universidad eduque en valores; lo que hace falta es asegurarse de si todo el sistema esta encaminado a su sostenimiento y desarrollo . Si en nuestro quehacer académico viviésemos los valores, si estos estuvieran fuertemente arraigados en nuestras costumbres y fuesen la referencia básica de la actividad universitaria, no haría falta esa pretendida educación en valores.