En Praga
Desde el primer momento caminar por la ciudad de Praga es
adentrarse en calles cuyos nombres no nos orientan en nada y si se quiere
volver a un punto de partida debes reflexionar sobre tu capacidad de memoria
para recordar o de lo contrario anotar la dirección correctamente. Desde
Hybernská la calle de mi Hotel me encaminé hacia la Torre de la Pólvora en
búsqueda de la Plaza de Wenceslao, la idea cumplida: sentarme en un café-Bar
para disfrutar la vida cotidiana de la ciudad. Luego cruce la Staromestske
namesti (Plaza de la Ciudad Vieja)
justo cuando el Reloj astronómico (Orloj) anunciaba el mediodía, me
detuve en la Casa de Kafka , nada especial a la entrada del Barrio Judío.
Kafka, como bien dice J. Urdizil “Franz Kafka era Praga y Praga era Franz Kafka”, sólo que de mi visita a esta ciudad imperial a orilla del Moldava lo que más queda de esta frase es la acción verbal “era”, pues con mucha dificultad me construí el rastro de la vida de este escritor con la misión de palpar directamente el mundo kafkiano, que a pesar de su dificultad señalada anteriormente tiene su hebra, que se muestra a los pocos que se interesan por esta mirada distinta para adentrarse en el corazón de la Praga de hace un siglo.
No cuesta imaginarse a Franz juntos a sus amigos Max Brod y Hugo Bergmann sentados en el Café-Restaurante Savoy de la Ziegenplatz leyendo a Grätz, o viendo una obra teatral judía del grupo de Lemberg, siempre que no fuera un día de las grandes fiestas judías, en tal caso atrapados por sus amigos se encontrarían en la Sinagoga Vieja-Nueva en el Barrio judío. Hoy el Savoy no está si la Sinagoga y Cementerio incluido, también el barrio aunque este muestra numerosas tiendas de las marcas más famosas del mundo occidental.
Almorcé a las orillas de Moldava mientras disfrutaba de la
vista del Puente de Carlos IV, luego de la sobremesa con dificultad lo cruce
por la gran cantidad de turistas; principalmente asiáticos, mi intención llegar
a Mala Strana (Ciudad Pequeña), escenario de las obras del escritor, poeta y periodista checo Jan
Neruda que para nosotros es doblemente conocido por ser una de las grandes
figuras literarias del realismo del siglo XIX, con su obra más representativa
los “Cuentos de Malá Strana” y, porque el poeta chileno Neftalí Reyes Basualto tomó
su apellido para ser reconocido en el mundo entero como Pablo Neruda.
Mientras disfruto un nuevo día navego por el Moldava después de visitar la bellísima Catedral de San Vito en uno de los patios del Castillo de Praga (Prazsky Hrad), recuerdo las peripecias e incontable indagaciones vividas para lograr obtener una dirección de una librería en Praga, que vendiera las obras de Jan Neruda en idiomas más asequible que el checo. Aunque por momentos me sentí perdido en las estrechas calles con su maraña de nombres, al final del día un ejemplar de los Cuentos de Malá Strana estaba entre mis manos.
Luego de unos días en Praga mientras viajaba en tren en dirección a Brno; aunque mi destino era Kutna Hora un pueblo más cercano, recordé a Alfons Mucha un destacado pintor de carteles publicitarios, especialmente aquel que le pintó en su oportunidad a la actriz Sarah Bernhardt. Fue decorador teatral en Viena para Lugo profundizar sus estudios en Praga, Munich y París.
Aunque se que pintó una serie de cuadros de la historia épica del pueblo eslavo, para mi memoria lo que más resalta son sus pinturas de género femenino, lo que se denomina por los entendidos como las mujeres de Mucha, que conservan los rasgos de su Moravia natal más que los cánones de la belleza griega. Sus mujeres con sus cabellos al viento y marcadamente ondulados representan la Belle Époque con su romanticismo de principio del siglo XX.
En Munich
Al caer la noche los edificios se tornan dorados como si el sol haya dejado sus rayos para resaltar sus líneas sobre un cielo de un azul marino intenso. Es domingo camino hacia la Marienplazt, esta plaza hace volar mi mente hacia la lejana ciudad de Concepción, en la cual reside una gran amiga que dada la casualidad se llama Marien.
Al llegar me encuentro con el edificio del Ayuntamiento Novo y
la columna de Marien (María) un ambiente arquitectónico gótico que parece ser
el ambiente propicio para la salida de una corte real, con la sed que tenía la
reina de la noche bávara fue para mi un gran vaso de cerveza, que pareciera no
tener alcohol.
La noche sigue avanzando salgo al exterior miro esta preciosa
ciudad gótica el Ayuntamiento Nuevo y Viejo, el Carillón descansa hasta el otro
día, debo llegar hasta la Karlplazt para tomar el metro con destino a mi hotel…
Me pareció ver la imagen de Luis de Baviera o será el diablo que aún se esconde
en la penumbra de las dos torres de la catedral de Nuestra Señora(Frauenkirche).
Hummm!! Tenía alcohol la cerveza?? Aún no lo se, de cualquier manera ya estoy
pasando la Karistor….
En Salzburgo
Es la ciudad de Mozart con sus montes cercanos de Mönchsberg o
el Kapuzinerberg, antes de que temperatura veraniega hago estrago en mi
infraestructura (cuerpo), me dirijo a la Casa de W. A. Mozart en la cual
residió por más de 25 años, aunque lleva por nombre la "Casa Hagenauer", en atención que su propietario
fuel comerciante y amigo de los Mozart, Johann Lorenz Hagenauer.
Es interesante como se conservan a pesar del paso del tiempo,
incluso a los bombardeos, como es el caso de la destrucción de una residencia
posterior de los Mozart en Makartplatz 8, donde desarrolló gran parte de su
obras. A si mismo su padre Leopold Mozart y su hermana Nannerl, vivieron en
esta casa.
Una mirada hacia lo alto me permite observar la Fortaleza
Hohensalzburg, la cual nunca fue conquistada totalmente por sus invasores
históricos, aunque se utilizó como cárcel en algún momento, su uso principal
fue la de servir de residencia
temporal de príncipes-arzobispos.
Regreso al centro para admirar la Catedral de Salzburgo con sus
estatuas en el portal y enorme cúpula, en su historia fue arrasada por
incendios y vuelta a reconstruir, siendo un testimonio fiel del poder y de la
autonomía de los príncipe-arzobispos de Salzburgo. Antes de tomar mi transporte
con destino a Viena saboreo un Verlängerter en el Café Tomasselli, superando la
tentación de comerme un Apfelstrudel.
En Viena
Llegar a
Viena es reencontrarse con Sissi Emperatriz, no la de las películas (Romy Schneider) sino la
verdadera, aquella anoréxica con un obsesivo cuidado de su cuerpo, la misma que
peinaba por horas un cabello que alcanzaba su estatura, y para abrumarme me
esperaba una mayor sorpresa, que luego de la muerte de uno de sus hijos se vestía de un riguroso luto, en términos generales era bastante
rara o especial dependiendo de la perspectiva que se vea. Su muerte trágica sirvió de corolario para una vida
novelesca.
Un paseo por el Palacio de Schönbrunn, tan impresionante como
el de Versalles, un acercamiento a la cotidiana vida de Sissi y su marido
Francisco José.
Iré a caminar por el Prater necesito sentir la naturaleza luego
de tanta fastuosidad…
En los
Alpes austriacos:
Avanzando
por la carretera austriaca las colinas se cubren de un manto de verde; estamos
en pleno verano, de improviso entre los bosques ordenados se aparece la casa de
Heide, será? No
lo se.
Pero en mis recuerdos la imagen que tengo construida de la casa del abuelito
de Heide, me la ofrece semejante a aquella que observó ahora sobre los Alpes de
Austria.
Sin cerrar
los ojos me imagino a Heide jugando a esconderse de la visual de su abuelo,
para aparecer sorpresivamente detrás de un frondoso árbol, a lejos está la casa construida de esa madera robusta obtenidas de sus
propios bosques, lentamente desde la chimenea emana una nube de humo blanco,
que sobre el fondo del cielo azul escribe: "Abuelito dime tu...? ....
Siempre estaré
dispuesto a adentrarme en el espíritu infantil de Heide, que me enseñó que la felicidad no es una
utopía.
En Venecia
Luego de tomar el
vaporetto para llegar a la plaza de San Marcos, nos recibe con calor cuya
sensación térmica esta por sobre los 40ºC, un recorrido hacia la Basílica y el
Palacio Ducal, buscando protegerse del sol, sin dejar de avanzar hacia El Ponte
Rialto que es una construcción sobre el Canal Grande preciosa, con sus
balaustradas desde las que se pueden ver todo el entorno que rodea el canal. Es
un puente que incluye en su paso central un gran número de tiendas.
Luego de vagabundear por los lugares turísticos obligados de
esta ciudad, busque un lugar para sentarme a meditar, además de pedir un litro
de líquido para evitar una potencial deshidratación. Lo encontré cruzando un
puente y al lado del canal, un excelente punto de observación del quehacer de
la ciudad del mismísimo Marco Polo.
Luego de saciar mi sed me dediqué a recordar que esta es la
ciudad del amor, y por qué no decirlo de las pasiones amorosas. Cuál es la
justificación de ello? Pues nadie lo explicita de manera abierta, los
gondoleros aseguran que sus paseos son afrodisiacos, es que navegar por los
canales; entre las hermosas edificaciones, es como si recién nos embarcáramos
en una góndola luego de salir de
uno de los palacios, para avanzar con el cómplice silencio de los enamorados,
el cual se rompe con el roce de las aguas venecianas o por el paso debajo de
los puentes con su murmullo de babel ante la gran concurrencia de turistas, o
el aviso del gondolero de que se ha llegado al lugar encantado donde un acto de
juramento amoroso es garantizado para toda la vida.
En un acto de introspección confesional recuerdo la memorias de
Giovanni Giacomo Girolamo Casanova, cuando dice : “Comienzo declarando al
lector que, en todo cuanto he hecho en el curso de mi vida, bueno o malo, estoy
seguro de haber merecido elogios y censuras, y que, por tanto, debo creerme
libre.” Sólo quiero agregar que no es una coincidencia menor que Casanova sea
un hijo de esta tierra, aunque no haya ningún monumento o placa que lo
recuerde.
En
Florencia:
Sentado
en la Plaza de la Santa Croce miraba la estatua del Dante, Florencia no ha
cambiado en gran cosa su aspecto citadino desde el renacimiento, y pensé que por esas calles debe
haber caminado Pico de la Mirándola, buscando convencer por un lado a sus amigos que seguía siendo un defensor de las
ideas aristotélicas,
y que su participación en la academia florentina de inspiración platónica, no era más que una oportunidad para
refutar posteriormente las ideas de Platón.
Por cierto, cosas como ésta siempre llevan a un resultado
marcado por el sincretismo, donde Pico de la Mirándola termina expresando que
está
persuadido " que la discrepancia entre Aristóteles y Platón estriba más en las palabras que en la
substancia" 1
1 “Diverti nuper ab Aristotele in
Academiam, sed non transfuga... verum explorator. Videor tamen (dicam tibi,
Hermolae, quod sentio) duo in Platone agnoscere: et homericam illam eloquendi
facultatem supra prosam orationem sese attolentem, et sensuum, si quis eos
altius introspiciat, cum Aristotele omnino communionem, ita ut si verba
spectes, nihil pugnantius, si res, nihil concordius.” Ioann. Pici Mirandulae Opera
(Basilea o. J.), I, 368. Sobre los estudios escolásticos de Pico véase la misma obra, I, 351).
En Roma:
Es una
ocasión
pienso única
en la que tenido que usar los pies y no la cabeza para acercarme a la historia
de Roma. Esto pues, porque en la ciudad eterna la historia se conoce caminando
y, mucha de ella se encuentra en las calles de una Roma que ocho siglos antes
de Cristo despertó una
civilización,
que hoy aún se
sostiene en un pasado que más se nos aparece como un presente....
En
Pompeya:
Si Dios
existe uno tiene la necesidad de preguntarse: cómo permitió que ocurriera esto? Entonces
la respuesta a la existencia de Dios podría emitirse de que Dios "es" algo "que no
existe", lo que generaría diversas problemáticas entre las cuales podríamos señalar que tenemos una
contradicción no
resuelta, ya que Dios "es" y "no existe".
Así en primera instancia sería recomendable que recurriéramos a una "docta
ignorancia", para encontrar un punto de apoyo para comprender si existe
una relación
entre lo infinito y lo finito. No se preocupen no les agobiaré con el desarrollo de esta
disyuntiva, pues seguiré pensando mientras continuo mi visita a Pompeya....
En Capri:
Para
Neruda la ciudad de Capri le debe haber donado la paz y tranquilidad necesaria
para expresarle a Matilde toda su sensualidad poética. Desde aquella casa que
habitó en
la altura del acantilado, donde el cielo y el mar se confunden en su
inmensidad, tiñéndose
de un azul francia que se contracta con la claridad de las embarcaciones, que
provienen del puerto de Nápoles transportando los víveres y noticias, que le
permitían al
poeta fijar aquella sensualidad objetivada en Matilde en un contexto
terrenal.....
Capri, Capri, Capri c'est fini, kaput, se acabó esa paz, los barcos van y
vienen con millares de turistas, en su mayoría chinos, que poco sabrán de nuestro poeta. Y qué importa esto?, nada. A quién le importa la poesía de Pablo Neruda, bueno a mi
.....
6 comments:
Francisco que hermosas ciudades de verdad un viaje imperial ni más ni menos, me alegra que lo compartas
Un abrazo inmenso
Elsa
Franco: que genial, nos debes el Vaticano ¿Alguna razón secreta para reservárselo? Muchos Cariños
Nieves
Franco que gran paseo por la europa imperial y uno trabajando para vacacionar en Iquique con suerte, envidia sana
Bernardo
Pancho buena compadre solo te falto el Puerto del Gran Valparaíso para ponerle la guinda a la torta
abrazos Antonio
Pancho que bonito viaje ni en sueños para mi
un abrazo fraterno
Francisco que precioso viaje, te acordastés de Freud en Viena?
Muchos cariñoa
Cristina
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