"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Saturday, April 07, 2012

Reflexiones de Semana Santa

¿Acaso la paz social se sustenta en el respeto del otro? Es una pregunta que puede tener más de una respuesta, atendiendo a las diversas perspectivas cosmológicas con la cual se puede enfrentar. Por estos días el mundo cristiano se encuentra celebrando la Semana Santa, la cual se sustenta en una cosmovisión que se centra en la Resurrección del Cristo, por cierto que hay otra parte del mundo occidental principalmente, que acoge esta oportunidad de descanso como un feriado más, donde incluso hay personas que llaman por los medios a realizar actos contrarios a las disposiciones religiosas de abstenerse de consumir cierto tipo de carnes.

Es necesario generar este tipo de situaciones, ante la cual no existe impedimento que se realicen, no me allano a dar una respuesta considerando que para mi sería importante conocer las verdaderas motivaciones que tuvieron estas personas, para realizar una fiesta del asado en un feriado con tales connotaciones religiosas, al menos para este país. Es conocido que existen países que el feriado se declara oficialmente sin connotaciones religiosas, por tanto un hecho como éste no tendrá similares repercusiones en la vida ciudadana.

En momentos de reflexión me he preguntado por qué hay agnósticos y ateos según sus propias declaraciones, que de manera intolerante y quizás arrogante declaran que las personas que dudan acerca de la existencia de Dios deben contarse como parte de su rebaño. Tengo la impresión que enfrentarse a una situación de duda acerca de Dios no es razón suficiente para apartarse de la posibilidad de su existencia. En otra dirección quien niega a Dios con ahínco y verdadera seriedad, puede al final de la vida terminar por afirmarlo.

En este espacio de opinión no pretendo hacer algún tipo de proselitismo religioso sobre una particular cosmovisión, es indudable que en lo personal la tengo pero en ningún caso busco imponerla, sin perjuicio de ello estimo que la historia de las religiones y en particular el cristianismo necesitan una nueva interpretación y dialéctica pastoral. Las culturas son dinámicas en el cual sus significados últimos de sus existencias se nos aparecen a través de las formas finitas que emergen de las acciones y pensamientos de sus integrantes. Es mi sentir que las religiones cumplirán un fin social si reconocen que las culturas son transparentes y sus creaciones son parte del crecimiento espiritual. No aceptar esto, determina que las religiones pretendan dominar desde afuera la creatividad cultural autónoma, lo cual genera los contextos de separación y rotura con las civilizaciones apartándolas de su espiritualidad .

¿Cómo he vivido estas horas de espiritualidad? He tenido presente la lectura de una triada preconcebida, por un parte comencé con la poesía de San Juan de la Cruz teniendo conciencia la afirmación de aquel verso de “Dichos de luz y amor” que dice: "A la tarde te examinarán en el amor". San Juan me transporta desde mi más completa soledad en que hago su lectura en un rincón de mi biblioteca, hasta la comunión en el ágape familiar para compartir la Resurrección. Quizás sea esto inútil para el universo pero no para mi mundo….

Lo anterior me lleva al Dante cuando recomienda en “De sobre la lengua vulgar”: “…cuanto más de cerca imitemos a los grandes poetas, tantos mejores serán nuestros versos. Por consiguiente es necesario que nosotros, que buscamos el contenido doctrinal, sigamos las doctrina poéticas de los grandes autores. Ante todo es necesario cada uno adopte el peso de la labor a sus propios hombros, no sea que, cargado en demasía, venga a verse arrastrado por fuerza en el cieno. Esto nos enseña nuestro Maestro Horacio cuando al principio de su poética dice: “Elegid una materia”…… Pero tener el cuidado y la discreción convenientes, ésta es la dificultad, éste el trabajo, porque nunca podrán alcanzarse sin esfuerzo de ingenio y asiduidad en el arte y conocimientos científicos ”.

Cuidando las palabras del Dante finalizo con el Cardenal J.H. Newman distinguiendo lo que es asentimiento de inferencia, donde el primero es la aceptación absoluta e incondicional de una proposición mientras que la segunda es una aceptación condicionada a la verdad y realidad de las premisas, con lo que se deriva que asentir no es inferir, ni inferir es asentir. De esto es dable concluir que la fe no está necesariamente en función de las razones inferenciales que puedan aducirse a favor de ella, prescindiendo del carácter sobrenatural del acto de fe, que será tanto más perfecto en el orden de lo racional cuanto más explícitos estén en la mente del creyente las motivaciones racionales en que se funda el acto de fe.

Seguramente que de lo anterior se podrán inferir la presencia histórica de jesús, para lo cual tendremos la oportunidad de rescatar las premisas que sustenten tal inferencia. Sin embargo, en relación a la resurrección su aceptación necesariamente se deriva de un asentimiento como un acto de fe en un contexto religioso, el que es racional y libre pues se funda en verdaderos motivos racionales, pero no teniendo necesidad absoluta por ellos……

Sunday, April 01, 2012

Holocausto: estoy disponible para la misericordia no para olvidarlo

Por cierto que releer estos días la historia del holocausto es un acto que no puede dejarme indiferente de los hechos policiales, relacionados con la presunta motivación intolerante que tuvo un grupo neonazi para atacar a un indefenso adolescente marcándolo incluso con la svástica nazi, de manera tan brutal que su cuerpo a terminado siendo incapaz de recuperarse de tal golpiza, lo que ha llevado a la muerte al muchacho que había sido declarado en su entorno familiar como homosexual, aspecto central que hubo motivado tal agresión homicida al decir de organizaciones que apoyan las reivindicaciones de las minorías sexuales.

Aunque mi tema no será este, dada la contingencia judicial y política agregaré unos pocos comentarios al respecto, empezando por decir que me parece que estas minorías sociales se expresen es un derecho que toda sociedad democrática debe respetar y velar. No obstante, también me parece exigible que quienes son minorías respeten a quienes no están de acuerdo con ellos, y en particular me refiero a las posiciones divergentes respecto a estos movimientos, que tienen algunos miembros de ciertas colectividades políticas en lo referente a las modificaciones jurídicas que se plantean para evitar las discriminaciones, como a su vez la tradicional orientación pastoral que tiene la Iglesia Católica respecto a la homosexualidad.

Las descalificaciones como las agresiones orales y físicas sufridas por personas que representan opiniones distintas a la de los manifestantes y dirigentes que defienden los intereses de las minorías sexuales, no ayudan a encontrar los caminos de consensos que permitan asegurar la diversidad y pluralismo necesario para promover la paz social.

Regresando al holocausto aunque hay muchísima literatura sobre él, uno no termina de preguntarse como fue posible que en la culta Alemania; lo cual en lo personal no pongo en duda, pudo producirse tal expresión perversa de la solución final, y que además ello haya sido tolerado por los propios alemanes y el mundo entero.

El centro cohesionador para una respuesta atinada pasa sin duda por la vida de Adolf Hitler, quien desde muy temprano; a decir de Ian Kershan, estaba obsesionado ideológicamente por llevar a Alemania a una guerra expansionista, y a su vez poner en prácticas sus drásticas medidas legales para aplicar un antisemitismo como política de estado.

A esto debemos sumar las degradantes condiciones impuestas a Alemania por los triunfadores aliados luego de la capitulación en la primera guerra mundial, de hecho esta situación hizo declarar a Raymond Cartier, que esta guerra “nacida de errores y equívocos, habría debido tener como conclusión una victoria aliada indiscutible, seguida de una paz de reconciliación. Pero se haría lo contrario: de una victoria incompleta saldría una paz ridículamente rigurosa”.

Tengo la impresión que las razones del ascenso de Hitler al poder en Alemania están más allá de sus fronteras, y si este cabo logro convertirse en el führer fue porque supo aprovechar las oportunidades que le dió la disconformidad del pueblo alemán, por las condiciones impuestas por los aliados tras su capitulación en la primera guerra mundial.

Cabe pensar cual será el sentimiento actual que provoca en las nuevas generaciones alemanas, cuando se enfrentan a la historia del holocausto desde la perspectiva de las actuaciones de sus antepasados. La indagación inmediata necesaria es conocer cuanto sabía el pueblo alemán de lo que estaba ocurriendo con la comunidad judía, específicamente con el exterminio étnico en los campos de concentración.

Parece inevitable concluir que la gran masa no lo sabía objetivamente, pero a su vez nada hicieron y toleraron concientemente apoyando en su gran mayoría la legalización de las acciones antisemitas de Hitler, las cuales se originaron con las leyes de Nuremberg y la aceptación de la noche de los cristales rotos, todos estos hechos estaban a la vista de los ciudadanos alemanes de la época. Es posible aceptar que no todos tuvieron acceso a lo que ocurría en los campos de prisioneros con los judíos, pero que desconocieran la situación de estos en la vida cotidiana alemana, no es creíble.

No deseo eludir el tema del aprovechamiento que a hecho hasta hoy el estado de Israel sobre el holocausto. Tampoco podemos soslayar que la propia Alemania (Federal) apoyo a esta nación naciente con financiamiento y armas de guerra, cuando incluso esto estaba expresamente prohíbido por acuerdo con las demás naciones.

Hoy es un error histórico el negar que el estado de Israel se asienta en territorios que pertenecían a Palestina, los cuales no cedieron por voluntad expresa sus tierras (1948). Tampoco se puede obviar la gran cantidad de pertrechos de guerra que algunas potencias han suministrado a Israel, especialmente se destaca a los estadounidenses que a partir de los enfrentamientos bélicos de los “Seis días” (1967) y el del Yom Kippur (1973) han utilizado a Israel en su política intervencionista en el medio oriente.

No es extraño que los judíos reunidos en sus primeros años entorno al estado de Israel, fueron parte de un compromiso de silencio ante el holocausto para luego iniciada la guerra con los países árabes, buscando captar simpatías que evitaran su aislamiento internacional, paralelamente justificado con el interés de Estados Unidos de utilizar las victorias israelitas sobre los egipcios y sirios, como plataforma estratégica en el mediterráneo oriental, reapareciera en los medios de comunicación el tema del holocausto.

En lo personal afirmo que el holocausto fue una realidad en la historia de la humanidad independiente de cuantos miles de judíos lo sufrieron, a lo igual que me parecería una tontera intelectual (por decir lo menos) contar los votos de diferencia en el veredicto de condena de Sócrates, aquí lo que cuenta es la enseñanzas que nos dejan estos actos, que en el caso del holocausto debe generar un compromiso de que este hecho tan atroz no vuelva a ocurrir nunca más. De aquí la importancia de que las vías de comunicación social como los historiadores y artistas se preocupen de evitar el silencio de la Shoah y con ello mostrar la verdad más allá de los silencios interesados.

Por cierto que la actitud de lo anterior debiera ser ejercida con el mismo ahínco, para difundir otras atrocidades que se han o se siguen cometiendo sin que las víctimas tengan similar oportunidad, que la que han tenido los judíos para defenderse.

Estimo que no es adecuado hacer cargo de la culpabilidad del holocausto a Adolf Hitler únicamente, cuando es ineluctable que hubo personas y países alrededor del mundo que pudiendo hacer algo no lo hicieron, en otras palabras sus motivaciones no fueron suficientes para cuestionar el quehacer de los ingenieros de la Organization Todt o de las SS. Lo lamentable es que hoy la formalidad puede haber cambiado de táctica, pero aún tenemos privación de derechos ciudadanos por diversos motivos discriminatorios, justificando ver el origen del mal en otros seres humanos.

No tengo datos duros para asegurar por qué el mundo acepta o no a los judíos, pero no desconozco que este tema posee un contenido histórico de pasiones y odios que se arrastra desde el pasado, sin ir más lejos los Gnósticos ya veían en ellos la presencia del mal. Los cristianos han pasado por diferentes etapas, tan así que el Antiguo Testamento no queda obsoleto a partir de las enseñanzas de Cristo, es más en su momento San Irineo opondrá la tesis de que ambas Alianzas era parte de un mismo proceso de Salvación del hombre.

De alguna manera los judíos quedan en una situación histórica que podríamos representar con fidelidad con la afirmación de San Agustín cuando dice que los judíos debían ser protegidos, pero sólo en la desdicha. Aunque la historia no se detiene lo que hace que unos siglos más adelante nos encontremos con una institución católica: la Inquisición, que con sus persecuciones heréticas de comunidades cristianas que rechazaban los dogmas de la Iglesia, mostraron con potencialidad señera que el presagio de un holocausto solo dependía de un contexto favorable, aunque en esta etapa inquisitorial los judíos; salvo hechos esporádicos, permanecieron parapetados en la primera Alianza de Abraham con Yahvé en la Torah.

En este desarrollo histórico cabe recordar la respuesta negativa de los judíos al planteamientos de los ciudadanos de la ilustración, representada por la invitación de Clermont-Tonnerre de: “todo para los judíos como individuos, nada para ellos como comunidad”, lo que marca la convivencia de su comunidad con los ciudadanos de la ilustración que no pertenecían al pueblo elegido.

No obstante lo anterior, hay miembros de la comunidad que inician un camino de conformación de una Ilustración judía, la cual sin dudas les abría una brecha hacia la emancipación laica, especialmente si se aplicaba el grito revolucionario francés de Libertad, igualdad y fraternidad.

Tampoco me es posible olvidar el hecho histórico del baño de sangre al que llevó la Revolución Francesa, con su política del Terror que condujo a la guillotina a la aristocracia francesa por el sólo hecho de haber pertenecido a ella. Finalmente aunque parece atinado concluir que tanto la ilustración y el grito de igualdad de la Revolución Francesa, olvido considerar el respeto a la diversidad lo cual repercute hasta nuestros días, me quedaré ante un tema tan complejo con la recomendación de Don Quijote: “Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia”.

Observación: Todos conocemos las impactantes antecedentes fotográficos del holocausto, he querido representar sólo en dos hermosas vidas que sin dudas representan a miles: Ana Frank y Miklós Radnóti.