"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Sunday, November 02, 2008




La aventura de pensar
Francisco de la Fuente V.

Cuando pienso en la filosofía no puedo evitar pensar en Platón y Aristóteles, esto es inevitable, es que el primero nos entregó más allá de su tiempo a Sócrates, un personaje que en las plazas de Atenas se dedicaba a preguntar sobre la belleza, la verdad y la justicia, llevando a la frontera de la ignorancia a quién quedaba atrapado en sus diálogos. Para colmo esta actividad dialógica era para nada concluyente, ya que a cada pregunta le sobrevenía otra y otra, solo por el placer de preguntar; es decir filosofar.

Quizás alguien más documentado pueda aseverar que Sócrates es Sócrates y no Platón que habla a través de él, que con fines educativos de la juventud de su época iba tras la búsqueda del cómo funcionaba la realidad del quehacer humano. Por otro lado sus enseñanzas aún pueden ser consideradas en nuestro tiempo, un botón de muestra de ello es diálogo de Sócrates y el aristocrático Caliclés en Gorgias, cuando éste asegura que es el más fuerte quién debe gobernar la polis, a lo cual el filósofo de la cicuta responde: “Dicen los sabios, amigo Caliclés, que la sociabilidad, la amistad, el buen orden, la prudencia y la justicia mantienen unidos el cielo y la tierra, dioses y hombres, y por esa razón llaman cosmos a todo ese conjunto y no desorden e intemperancia. Pero me parece que tú, pese a tu sabiduría, no dedicas tu atención a estas cosas, sino que se te oculta que la igualdad geométrica desempeña un papel importante tanto, entre los dioses como entre los hombres, y por descuidar la geometría, crees que debemos cultivar las prácticas propias de la ambición”.

Cabe entonces pensar que se daría el caso en la actualidad, cuando nos encontramos inmersos en la llamada economía de libre mercado, basada en la ambición de los individuos, implicaría que no se estaría promoviendo la equidad y por tanto la política se estaría alejando de manera significativa del concepto de justicia. Pues si bien Zeus tuvo la preocupación de enviarles a los mortales dos fundamentos esenciales de la civilización: Aidós y Díke, siendo el primero el campo de la ética que nos llama a mirar la dignidad humana de nuestros semejantes, y el segundo comprende el campo del derecho para protegernos de las injusticias, su no cumplimiento debe tener a Zeus bastante contrariado.

Aristóteles fue discípulo de Platón aunque se alejó de las doctrinas de su maestro, lo cual se evidencia cuando aseguró que era amigo de Platón, pero era más amigo de la verdad, y por ello estaba en desacuerdo con la teoría de la ideas, la cual a decir del estagirita duplicaba los entes, pues si tomamos un ejemplo de un perro cualquiera que observamos al pasar, para poder entenderlo Platón postulaba la idea de un perro ideal, a la cual solamente podríamos acceder por medio de la razón.

Para Aristóteles las ideas no son más que entidades ficticias nacidas de las abstracciones del entendimiento humano. Esto me trae a la memoria la famosa pintura de Rafael Sanzio llamada la Escuela de Atenas, que fue pintada entre 1510 y 1511 como parte de una comisión para decorar con frescos unas habitaciones que hoy en día se encuentran ubicadas en el Vaticano. En dicha pintura vemos avanzar a un anciano Platón sosteniendo el Timeo apuntando con su mano derecha hacia el cielo, mientras Aristóteles sostiene una copia de su Ética a Nicómaco con su mano derecha indicando hacia la tierra. Ambos debaten sobre la búsqueda de la verdad y sus gestos se corresponden a sus intereses diferentes en la filosofía, respecto a la esencia de los entes en que Platón los ubica en el ámbito trascendente y Aristóteles los pone en el plano de lo inmanente.

Quizás un aporte de actualidad de Aristóteles sea que los seres humanos desarrollemos nuestras acciones virtuosas, de acuerdo a un justo término medio entre el exceso y el defecto, teniendo como finalidad la búsqueda de la libertad y la felicidad. Ciertamente que a nadie le parece extraño a partir de ello, que muchos se repartan entre ser platónicos o aristotélicos. Sin embargo, os recomiendo alejaros de tomar un partido fanático de vuestras lecturas que consulten estos clásicos, pues existen evidencias que estos poderosos filósofos tuvieron sus tropezones, Platón que a decir de Karl Popper fue el precursor de los totalitarismos del siglo XX y Aristóteles por su falta de fidelidad en la observación, lo cual se hace evidente cuando afirmaba que las mujeres tenían menos dientes que los hombres, aspecto que podía haber comprobado con sólo examinar la bocas de una de las dos mujeres con que estuvo casado, o cuando aseguraba que los elefantes sufrían de insomnio.

Finalmente nada de lo anterior impide que si deseamos aventurarnos en el pensar filosófico, al encontrarnos con los diálogos platónicos y las obras aristotélicas, sean estas un punto de partida muy placentero para introducirnos en el quehacer filosófico.

1 comment:

Anonymous said...

siempre vi ese cuadro, pero jamás desde un punto de vista lógico,mas lo veía por su belleza, así pues las cosas poseen un valor ético o lógico y valor de sensible.creo que la mezcla de las dos lo hace grandioso.