"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Saturday, April 18, 2020

Adiós a Tía Hilda


Hace muy pocos días ha vuelto a la tierra; por la cual deambuló por algo así como un siglo; mi tía Hilda. Tengo muchos recuerdos personales con ella, que ni sus familiares conocen. Tengo la certeza que es más posibles que recuerden uno que otro desencuentro que los buenos momentos que disfrute con ella.

Es así, que para mi no fue una sorpresa que a sus 94 años publicará su obra poética, hecho por el cual ahora quiero hacer un merecido recuerdo. Compartí en muchas ocasiones su gozo estético por la belleza de lo humano: en cuerpo y alma. La bohemia santiaguina con su movilidad cultural, danzando a los sones de las canciones de Charles Aznavour y otras de la nueva ola chilena.

Lo anterior me permitió durante mi adolescencia entender que el mundo no era unívoco, sino que al menos tenía dos caras, que no había un solo paradigma del cual vivir la vida, la otra cara era mi tiempo a los sones de “Música Libre” y “Woodstock”.

Pero vamos a lo que convoca estas líneas, su poesía. Quienes han querido compartir mi vida lectora saben que soy un asiduo lector de poesía. Para mi la poesía es por donde fluye mi racionalidad que afecta mis emociones, que recorren recodos y cascadas hasta alcanzar las aguas tranquilas que en esta paz se nutren del amor, tan necesario para continuar hacía la eternidad oceánica.
Tía Hilda, le cantó al amor en muchos versos: Enamorada del amor/ y unida a ti/ yo fui gritando. (…) ¿Y la gloria del amor dónde está? / ¿Dónde? (…) Y una voz de eco / contestó: más allá … más. Si, porque en el amor que se busca hay que gritarlo y recibir el eco como incentivo para encontrarlo en su verdad: …. Y fue verdad / Yo la encontré / más allá … más /después de ti.   


Al releer estos versos recordé aquellos de la gran poetisa polaca Wislawa Zsymborska: Hay tanto silencio allí que oímos (…) Y aunque la oímos, no creemos. Quizás el “eco” de Dahil Quezvas, y su pregunta del “donde” sea la voz del silencio que está “más allá… más” de la razón.

Antes de marcharse escribió: Cuando yo muera/ quisiera que el día / sea el más hermoso/ para el alma mía/ Quiero mucho sol/ quiero mucha luz/ quiero un par de rosas rojas/ sobre mi ataúd (…) Y por favor no lloren/ lo que se crean / con derecho a hacerlo. / Rezadme una Salve / o un Padre Nuestro/ o mejor callen/ prefiero el silencio (…) ¡Oh! Tierra fecunda/ ¡Oh! Tierra, te amo …

Dahil ha iniciado un sueño eterno, en palabras de Wislawa: Y cuando nos dormimos / en sueños nos separamos. /Pero es un buen sueño, /es un buen sueño, /porque con él despertamos. El canto de amor de Dahil Quezvas continuará en sus poemas alimentando la paz y armonía en la que ella se encuentra ahora … Adiós tía Hilda…. Hola Dahil.

Comentario: María Hilda Vásquez V., nació en Linares en 1921 utilizando el seudónimo de Dahil Quezvas.

Bibliografía
-       Dahil Quezvas, 2015. Para que me recuerdes.Editorial Alba. Valparaíso, Chile
-       Wislawa Szymborska.2018. Antología poética. Colección Visor de Poesía. 4ª edición, Getafe, España.p.29