"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Thursday, February 25, 2016

Humor político festivalero 2016

Por estos días la preocupación social pareciera estar centrada en las repercusiones de la parrilla humorística del Festival de la Canción de Viña de Mar. Nótese, en el humor no en los artistas de pendiente negativa uniforme, como tampoco en las canciones en competencia que dan el magno nombre a este evento.
Focalizándonos en el humor que parece ser, a decir, del gran porcentaje de zombis que forman parte del denominado “monstruo”; que por supuesto no asusta a nadie, es la actividad clímax entre el programa de interpretes con estela en extinción. Dirán otros, este es uno de los aportes innovadores que hace el festival viñamarino, pues cuesta encontrar que los eventos como este consideren como esencial la participación de un humorista.

Un primer hecho que llama la atención, es que la propia autoridad comunal opine que no es posible considerar  la responsabilidad del humorista en su uso exacerbado de lenguaje coprolálico, como atribuible a actos sexistas, pues se afectaría la libertad de expresión, como así mismo el humorista declare que no le importa las consecuencias de sus chistes, pues el guión habría sido conocido y aceptado por la red de televisión, y por tanto ella era la que debían hacerse cargo de las potenciales demandas.
Sin duda  que no se esperan demandas porque algunos políticos han sido los que han dado tema para que los humoristas centren sus chistes en ellos, con su actuar poco honesto y delictual, y quizás por esto mismo haya sido necesario que el humorista haya decidido innovar al dar con nombres y apellidos a quienes están involucrados en tales ilícitos. 
Lo que es evidente que el supuesto monstruo un día no le importa la referencia sexista hacia una congresista, y días más tarde se transforme en alabador del feminismo, este hecho demuestra la presencia de zombis que no necesitan un gran esfuerzo creativo por el humorista para hacerlos reír a carcajadas.
Finalmente hay que tener presente que la vida política de un país no puede decidirse en un par de chistes, asertivos en el mejor de los casos, y quizás si sean útiles a nuestros políticos para darse cuenta que en política su quehacer debe estar orientado al bien común de la sociedad, no a sus intereses particulares, porque de ser así deben aceptar que serán tema para un mal chiste. Así mismo, hay algunos políticos que hacen una mala lectura del humor festivalero, cuando opinan que deben mejorar su credibilidad, cuando lo que deben mejorar es la decencia para no denigrar la política.

Saturday, February 20, 2016

Lecturas de vacaciones 2015 - 2016

Pienso que algunas personas al iniciar sus vacaciones estivales, hacen un programa de lecturas de aquellos libros que han dejado por razones disciplinarias abandonados con la consigna de que los retomaran en tal ocasión. Es lo que hago en general cada verano, aunque debo confesar que siempre me ha sido infructuoso apegarme fielmente a la parrilla de lectura consignada.

Encaminando mis pasos por el sector de Unión Square en la ciudad de Nueva York, tuve mi primer escollo con el cumplimiento de mis lecturas elegidas, es que el insoportable frío de Manhattan me provocó una inquietud racional, en el intento de buscar una lectura que me acercará a la cotidianidad del estadounidense; concedo que la gran manzana puede no ser un fractal que refleje a toda la comunidad norteamericana, seguro.

Al revisar mi lista no había ningún título que insinuara dicha posibilidad, así que con esta inquietud a cuesta ingresé a la librería Barnes & Noble que se ubica en el mismo sector. Luego de recorrer seleccionando una media docena de libros posibles de satisfacer el objetivo planteado, baje a la cafetería ubicada en la planta dos, para adquirir un café que alejara ese frialdad racional que impedía la elección definitiva.

Las cosas no empezaron bien, pues en el trayecto a la mesa con mi montaña de libros, parte del vaso de café se vertió sobre mi prominente estómago, provocando una quemadura mayor a cinco centímetros de diámetro, que gracia a la gran cantidad de ropa que vestía para protegerme de las bajas temperaturas, no fue más grave. 

Finalmente me vi enfrentado a dos títulos: “This Muslim American Life” de Moustafa Bayoumi que muestra las vicisitudes en las cuales convive la comunidad musulmana, en el estilo de vida americana luego de la destrucción de las torres gemelas  y “Let Me Be Frank With You” de Richard Ford, aunque las ruinas del 11 de septiembre son parte de su contexto histórico, es el Huracán Sandy el que domina la escena en que Frank Bascombe; un personaje ya conocido del escritor, lleva su presente a reencontrarse con el pasado, tras estos acontecimientos históricos vividos desde su particular cotidianidad. 
Mi decisión por estos dos títulos fue rápida, para lo cual contribuyó el recuerdo de unas palabras de Unamuno: Me los has oído mil veces, aborrezco los hombres que hablan como libros, y amo los libros que hablan como hombres. Pensando que Frank Bascombe era el hombre, que me daba la oportunidad de una mirada más amplia al quehacer estadounidense, mi elección final fue la obra de Ford.
 
En este libro traducido al español como “Francamente, Frank”  encontré inesperadamente una temática que relaciona aquellos desastres históricos y la vejez humana. Especialmente la relación presente entre el Huracán Sandy que es una muestra de las fuerzas incontrolables de la naturaleza sobre la madre tierra, y la fuerza del tiempo sobre nuestro cuerpo que coincide con la propia naturaleza que lo constituye. 

Frank regresa a New Jersey al lugar donde vivió en el cual se encuentra con su mujer recientemente diagnosticada con Alzheimer, teniendo a la vista las ruinas dejadas por el huracán. Por cierto, estimo que respecto al pasado es quizás positivo recurrir a él en determinadas circunstancias, pero no lo es quedarse retenido en él, porque vivirás sin convivir las oportunidades que la vida te regala, evita quedar prisionero de tu historia pasada, elige la libertad del porvenir.

Traducido como Francamente, Frank (Anagrama): su lectura cautiva lo que la hace una obra de ficción muy recomendable, con una impronta filosófica de Richard Ford que relaciona; no olviden, desastre y vejez.