"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Friday, May 01, 2015

Reencuentro con la narrativa cubana


Hace unos cuantos días atrás recibí de regalo el libro “Vientos de cuaresma” de Leonardo Padura, una historia más del empático detective Mario Conde. Sin dudas que en la actualidad es difícil no reconocer el posicionamiento de este autor cubano, especialmente si nombramos su exitosa novela “El hombre que amaba los perros” . Mi humilde acercamiento a la narrativa cubana es muy anterior y quizás coincida con algunos de ustedes con títulos como: “Viaje a la semilla”, “El reino de este mundo”, “Los pasos perdidos” y más aún “El siglo de las luces” de Alejo Carpentier.
 De mis viajes a Cuba tuve la oportunidad de conocer a otros autores de fines del siglo XIX, me refiero a Pedro Morrillas con su libro “El matador” que destaco para hacer presente que su narrativa incluye la temática de los horrorosos días de castigos, huidas y persecuciones hacia los alcores de los negros cimarrones. Por cierto que no puedo obviar la lecturas de José Martí, quien pertenece a ese grupo de hombres notables que lucharon por la emancipación americana. No está de más decir que el próximo 19 de mayo se cumplen 120 años en que Martí dejo su vida en el campo de batalla, como tampoco obviar que para él no le eran desconocidos los quehaceres históricos de los países sudamericanos; entre ellos Chile, escribiendo artículos que fueron publicados en diversos medios de prensa.[i]
Narradores cubanos que se cruzaron en mi camino en algún momento que ya no recuerdo fueron: Luis Felipe Rodríguez, Carlos Montenegro, José Lezama Lima y Guillermo Cabrera Infante. Este último es autor muy reconocido en Latinoamérica por su genial novela “Tres tristes tigres” y no quiero olvidar el libro: “ La pasión de Urbino” de Lisandro Otero. Otros autores que he tenido la oportunidad de leer son el criollista Onelo Jorge Cardoso y el expresionista Virgilio Piñera.
 Ayer se sumaron dos autores más de esta nacionalidad, con quienes tuvimos una amena e interesante conversación, gracias a la intervención del grupo de encuentro filosófico “Agora” que auspicia la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica del Norte. En esta oportunidad estuvieron presentes Arístides Vega Chapú quien nos presentó su obra “Lluvia colorada”, y Yamil Díaz Gómez que nos regaló la lectura de su poema cuyo título nos recuerda la escena del regreso de un clásico del cine: Los paraguas de Cherburgo:
Cruzan otra ciudad, bajo la nieva,/ otros novios hirientes de inocencia./ Ya no bajas del cielo cuando llueve./ En Cherburgo no llueve: cae la ausencia.
¿Qué le queda a un soldado que regrese,/ frente a un Olvido que jamás partió?/…¿Qué me queda? El Olvido. Sus espejos./ Tu nombre, disipándose a lo lejos./ Tus manos, como cántaros remotos.
Tu risa, como un río detenido./ Tus ojos, como dos paraguas rotos/ que no podrán cubrirme de Olvido.[ii]
Hacia fines de los sesenta luego de ver esta película en el Teatro de Longaví, un pueblo pequeño a la orilla de la carretera longitudinal en el sur de Chile, mi primo Fernando y yo caminábamos abrazados de vuelta a casa, cantando un estribillo creado por nosotros para la ocasión, que repetía una y otra vez que los paraguas de Cherburgo no detenían el Olvido ni las Lágrimas de un amor perdido.
Ayer estos poetas cubanos me regalaron con sus palabras transparentes y generosas un día más de felicidad, que se obtiene de la perseverancia de compartir más allá del límite de lo disciplinario que debo recorrer diariamente en mi quehacer docente.[iii]


[i] Benítez, Jorge. José Martí y Chile. Editorial LOM. Santiago, Chile. 1995
[ii] Díaz Gómez Yamil. La guerra queda lejos. Editorial Letras Cubanas, La Habana Cuba. 2009 p.135
[iii] Arístides Vega Chapú y Yamil Díaz Gómez participan en la FILZIC 2015 por cuanto se agradece la oportunidad que ofrece esta V Feria Internacional del Libro en Antofagasta.