Estimados lectores / amigos y amigas:
En pocas horas más finalizará este año 2013, cabe por ello
hacer una pequeña reflexión de lo que fueron en mi vida estos últimos 365 días.
Si hubo una palabra que marco este año ella fue: Viajes, hice varios aunque lo más
importante fue la connotación que algunos de ellos tuvieron en mi.
Inicie el año tomando mi carro con dirección al sur aunque
sin destino inmediato al cual llegar. Así, estuve en Tal-Tal, Chañaral y
Copiapó en los primeros días, luego avance hacia La Serena y Coquimbo donde
disfrute de varios días, teniendo incluso las oportunidades de disfrutar la
compañía de un viejo amigo y aprovechar la presencia de la Feria del Libro de
La Serena.
Desde aquí tome un rumbo preconcebido que tenía como
objetivo pasar junto a mi padre su cumpleaños número 98 en mi ciudad natal de
Quintero, donde él vive con mi madre. Una fecha memorable con la presencia de
todos sus hijos y descendientes, más los amigos de siempre o por siempre.
Finalmente llegue a Santiago vía Viña del Mar, me quedé unos
días gozando de una capital cuyos habitantes se habían escapado de vacaciones,
en su mayor parte a las costas del mar Pacífico. Aproveche la cartelera
cultural, una corta arrancada a Buenos Aires e iniciar lentamente el regreso al
trabajo a Antofagasta.
Dije que hubo connotaciones importantes, sin dudas la Praga
de Kafka fue un punto álgido de estos viajes, la ciudad vieja es una de las más bellas que he tenido
oportunidad de conocer, atravesar el Puente de Carlos por sobre el río Moldava
mientras la tarde se entrega a la iluminación nocturna, es una experiencia
inolvidable que se suma a la ruta kafkiana que me propuse hacer en la
estadía. Por cierto era el único
turista desubicado que buscaba un guía para acercarme a la vida de Kafka; no lo
encontré..
El mercado turístico esta liderado en un gran porcentaje por
chinos y japoneses, que más les importa tomarse fotos con sus Nikon o Canon en
el aire, para lo cual cada cierto tiempo pegan unos interjectivos saltos
teniendo como marco un monumento o un lugar histórico, que tampoco les parece
interesar. La mayoría pasa frente al portal de la casa en que nació Kafka; que
es lo que se conserva del inmueble original, en dirección al barrio judío donde
se encuentran las grandes y exclusivas tiendas para clientes con perfil de millonario
o que lo cumpla en apariencias.
Quizás ya que estamos en un resumen de fin de año sea
oportuno recordar ese aforismo de Kafka que dice: El mesías no vendrá el último
día, sino que vendrá el día después del último día, cuando ya no sea necesario.
Reconozco que me comprometí al iniciar este artículo que
haría una reflexión pequeña, lo que me obliga sólo a nombrar los otros tres
puntos connotados de este viaje. El primero la Florencia del Dante que no es
posible reducirla a un comentario de un párrafo en el cual incluir sus torres,
el Duomo y sus palacios, contrarrestado con la lectura de la biografía del
autor de la Divina Comedia escrita por Boccaccio. Lo segundo la Roma de la Capilla Sixtina
en el vaticano junto al Moisés de Miguel Ángel mientras leemos los apuntes de Freud y, lo tercero liberar nuestro romanticismo amoroso en la Isla de
Capri con la poesía de Neruda.
A principio de diciembre una escapada Buenos Aires para
reencontrarme con mis amigas y amigos del Río de la Plata: Tertulias, asados,
libros, mates, tangos y más tertulias. Un punto de encuentro que cierra un año
de emociones por el ancho y lejano de este mundo.
Finalmente, este año tuve que comprender la partida de tres personas
que han sido parte de mi vida: la Maigo, la Sra. María (mi vieja pelá), el
Papino Avalos y mi fraterno colega Darney Aranda. También hubo mucho estudio de humanidades y muchos sobre saltos
en la salud de mis padres, más aquí estamos preparándonos para salir al
encuentro al año 2014.
Estimados lectores, amigos y amigas todos junto a G les
deseo una maravillosa celebración de fin de año y un próspero 2014, muchas
felicidades.
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