"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Tuesday, October 14, 2025

¿Quo Vadis Humanidades en el Pueblo?

Cuando vuelvo la mirada hacia el pasado, me observo sentado en una banca al oriente de la Plaza de la ciudad de Talca, no puedo obviar recordar mis lecturas en aquellos días domingos de la sección. E del diario El Mercurio, junto a mi tío Washington, quien me abrió las puertas al mundo del arte y las letras, pues cada fin de semana rutinariamente íbamos a los quioscos en busca de este voluminoso diario, que en más de una ocasión llegó con retraso desde la capital del país. Los años sesenta vivían su último tercio y aunque ya se había explicitado que este decano diario santiaguino cultivaba la mentira, ello no tocaba al menos en esa época el puzzle de Torrechio, ni la sección E.

Mi tío W me enseño que leer dicha sección era un acto de crecimiento espiritual e intelectual ineluctable en aquellas horas de descanso semanal, las horas de ocio eran una oportunidad para crecer y formarse como futuro ciudadano de opinión. Este proceso lectivo no estaba exento de una metódica de la cual él era muy estricto, lo que aseguraba un logro de productividad de conocimientos para una formación humanista. Había que tomar nota de aquellas palabras y conceptos, como otros aspectos relacionados principalmente con instituciones, disciplinas y aspectos de contexto histórico que se describian el los diversos temas que se abordaban en cada una de las páginas. 

Lo anterior implicaba que luego de la lectura venía un proceso de búsqueda de información que tejía una red entre diccionarios, enciclopedias y los sabios comentarios de mi tío W. No era extraño que posteriormente me involucrará en diálogos de alto nivel reflexivo. De hecho debo reconocer su práctica tolerante ante algunas divergencias, especialmente en materia religiosa pues él era agnóstico a diferencia mía. 

Sigo pensando que las lecturas metódica y continua del Artes y Letras me entregaban respuesta y sentido concreto ante la pregunta que hoy me hago sobre hacia dónde van las humanidades en el pueblo, aunque a propósito la interrogante deja premeditadamente fuera del quehacer de la academia, que dicho sea de paso tampoco camina sobre miel y hojuelas.   

Sin pretender llegar a conclusiones definitivas quizás sea interesante recordar las palabras de Debord que vivimos en una sociedad en la que prima el espectáculo, el cual no sólo llena nuestros espacios de ocios sino que también es parte de nuestro quehacer laboral, que incluso puede ser fuente de contribución de ella misma. En el contexto de esta sociedad de consumo a la cual nos ha conducido el neoliberalismo, el mismo autor nos señala que el espectáculo constituye el modelo actual de la vida socialmente dominante.

Estudiar las humanidades quizás sea considerada una actividad inútil y anacrónica, que se desenvuelve en una sociedad que ha pasado de ver las cosas desde su "valor de cambio" más de que su "valor de uso", incluso en palabras de Marx reemplazando a la primera, lo que provoca un efecto de ocultamiento al que llamó la "fetichización de la mercancía" sobre la cual se extiende a la cotidianidad social.

En resumen no hay un entorno social propicio para las humanidades, donde cada día los espacios de ocios son destinado a un necesario descanso de la agitada actividad laboral. Además deberíamos tener presente las ironía de Román Gubert cuando nos dice que vivimos en la cultura de "pantallización".

Bibliografía

Debord,.Guy. 2008. La sociedad del Espectáculo. Ediciones Pre-Textos. Valencia. España. p.55

Marx, Carlos. 1978. El Capital. Crítica de la Economía Política. Fondo CulturaEconómica. México. p.3

Gubert, Román. 2010. Metamorfosis de la Lectura. Anagrama. Barcelona, España.p.94.




positiva