"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Tuesday, November 11, 2025

LA UNIVERSIDAD: ¿UNA EMPRESA?

 Christine Musselin nos señala que en las últimas décadas las universidades se han visto afectadas por un incremento de los sistemas competitivos —desde la competencia por estudiantes, por presupuestos y hasta la competencia por académicos—, a su vez su complejidad ha evolucionado generando la aparición de “Universidades de Investigación”. 

Así mismo, estas competencias se plantean desde la perspectiva de la calidad, mayor  organización y equipamiento, dependiendo cada vez más de criterios de evaluación impersonales. Por cuanto, en nuestro país no parece extraño que la Fiscalía Nacional Económica de nuestro país ha emitido un informe sobre la educación superior, en el cual define a las universidades como instituciones que compiten entre ellas por clientes - en definitivas nuestros estudiantes - que en una lógica neoliberal se desenvuelve entre la oferta, la demanda y la eficiencia. Es decir, estas son empresas comercializadoras de educación superior que se desarrollan en un contexto de aranceles y matrículas - precios - y regulaciones dudosamente efectivas. Es más, para la FNE como toda empresa demanda menos control y transparencia.

Cabe en primer lugar preguntarse si es una institución económica la que debe definir que es lo que una ciudadanía espera de una institución educativa tan importante para el desarrollo estructural de un país, especialmente en el ámbito científico y de la innovación tecnológica. Si partimos del consenso sobre lo que se concibe por universidad y su misión a lo largo de su evolución histórica, no es aceptable que esta sea una empresa en un mercado sociocultural.

Hay que recordar que las universidades son instituciones educativas reguladas por el Estado, que benefician a la sociedad mejorando las capacidades y habilidades de quienes se integran a la vida laboral, a través de la creación de conocimiento y su vinculación con su entorno cultural con el objetivo de beneficiar la sociedad. Esta misión la universidad la ha mantenido con una tradición que alcanza más de 10 siglos, que no se correlaciona con un quehacer comercial, sino como una entidad sin fines de lucro con responsabilidad social.

En el transcurso de este año 2025 que termina el país esta en medio de campañas presidenciales y de renovación del parlamento, llama la atención que los distintos candidatos casi han obviado profundizar temas que son importante para la ciudadanía, poco se debatido sobre propuestas que nos permitan saber cómo cada uno de ellos se compromete a mejorar la educación, la salud y la justicia. 

Desde Smith pasando por Malthus conocemos que el crecimiento económico corresponde a un aspectos central, y que la investigación de las causas y sus consecuencias son esenciales para el desarrollo y el mejoramiento en el bienestar de la población. Hacia 2018 Paul Romer recibió el Premio Nobel de economía por demostrar el papel de la innovación tecnológica como motor de crecimiento a largo plazo.

Las universidades son instituciones fundamentales en el desarrollo científico, tecnológico e innovación lo que hace necesario que quienes asumen responsabilidades políticas, tengan presente la necesidad de generar una estrategia de largo plazo en I+D, promoviendo el aumento de recursos, comprometiendo la participación de los sectores públicos y privados. Estamos muy por debajo de alcanzar actualmente el porcentaje del PIB y su indicador de gasto en I+D, respecto de los países de la OCDE, con los cuales nos solemos comparar.

Si en términos de la economía política del crecimiento actualmente hemos abandonados el modelo de Solow – que incluía un aporte exógeno - para pasar a introducir una nueva concepción  sobre el crecimiento desde la perspectiva de la economía política en la teoría del crecimiento endógeno. En palabras simples el crecimiento se alcanza desde el interior de la sociedad, y de aquí que sea tan importante la contribución que pueden hacer las universidades para promover un cambio estructural del sistema productivo del país, superando el actual modelo de desarrollo de explotación de los recursos naturales, por otro que promueva el emprendimiento, destinando mayores recursos para desarrollo científico y tecnológico del país.

Las universidades sin dudas son muy importante para lograr este objetivo de desarrollo de I+D, y de aquí que sea necesario que la misión de las universidades sea valorada desde una perspectiva de su aporte en creación de conocimiento, innovación y formación en las humanidades  de profesionales cualificados. Al mismo tiempo las universidades seguirán sufriendo tensiones entre sus misiones tradicionales y las presiones de los mercados modernos que le generarán diversos desafíos de gobernanza en entornos cada vez más complejos.

Quizás sea oportuno recordar que el pasado mes de octubre, se cumplieron sesenta año de declaración “Gravissimun Educationis” sobre la educación cristiana, la que “recomienda con interés que se promuevan universidades y facultades católicas convenientemente distribuidas en todas las partes de la tierra, de suerte, sin embargo, que no sobresalgan por su número, sino por el prestigio de la ciencia, y que su acceso esté abierto a los alumnos que ofrezcan mayores esperanzas, aunque de escasa fortuna, sobre todo a los que vienen de naciones recién formadas”.

Esta declaración nos llama a no olvidar el compromiso social que la Iglesia asume en la formación de profesionales, que promuevan las ciencias y especialmente en las naciones nuevas y que ofrezcan esperanza en desarrollo de oportunidades para los jóvenes. Hacia 1990 Según la encíclica Ex Corde Ecclesiae, nos recuerda que el deber de una Universidad Católica, es el de garantizar institucionalmente la mirada cristiana en el mundo universitario ante los problemas de la sociedad y de la cultura.

Esta mirada desde la Iglesia nos permite afirmar que dada la tradición y la misión las universidades no son empresas que deban valorarse desde la perspectiva que nos propone la Fiscalía Nacional Económica.


Biografía

- Christine Musselin, Nuevas formas de competencia en la educación superior, Revista Socioeconómica , Volumen 16, Número 3, julio de 2018, Páginas 657–683, https://doi.org/10.1093/ser/mwy033

- Engwall, Lars y D. Eleanor Westney, 'La industria de la educación superior: difusión y desafíos de las universidades' (22 de mayo de 2024) , en Matthias Kipping, Takafumi Kurosawa y D. Eleanor Westney (eds.) , The Oxford Handbook of Industry Dynamics ( edición en línea, Oxford Academic , 13 de octubre de 2021- ) , https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190933463.013.32   consultado el 11 de noviembre de 2025.

- file:///Users/kdelak/Downloads/Dialnet-TeoriaDelCrecimientoEndogenoEconomiaPoliticaYEcono-4935005%20(1).pdf

- https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decl_19651028_gravissimum-educationis_sp.html

- https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_constitutions/documents/hf_jp-ii_apc_15081990_ex-corde-ecclesiae.html


Tuesday, October 14, 2025

¿Quo Vadis Humanidades en el Pueblo?

Cuando vuelvo la mirada hacia el pasado, me observo sentado en una banca al oriente de la Plaza de la ciudad de Talca, no puedo obviar recordar mis lecturas en aquellos días domingos de la sección. E del diario El Mercurio, junto a mi tío Washington, quien me abrió las puertas al mundo del arte y las letras, pues cada fin de semana rutinariamente íbamos a los quioscos en busca de este voluminoso diario, que en más de una ocasión llegó con retraso desde la capital del país. Los años sesenta vivían su último tercio y aunque ya se había explicitado que este decano diario santiaguino cultivaba la mentira, ello no tocaba al menos en esa época el puzzle de Torrechio, ni la sección E.

Mi tío W me enseño que leer dicha sección era un acto de crecimiento espiritual e intelectual ineluctable en aquellas horas de descanso semanal, las horas de ocio eran una oportunidad para crecer y formarse como futuro ciudadano de opinión. Este proceso lectivo no estaba exento de una metódica de la cual él era muy estricto, lo que aseguraba un logro de productividad de conocimientos para una formación humanista. Había que tomar nota de aquellas palabras y conceptos, como otros aspectos relacionados principalmente con instituciones, disciplinas y aspectos de contexto histórico que se describian el los diversos temas que se abordaban en cada una de las páginas. 

Lo anterior implicaba que luego de la lectura venía un proceso de búsqueda de información que tejía una red entre diccionarios, enciclopedias y los sabios comentarios de mi tío W. No era extraño que posteriormente me involucrará en diálogos de alto nivel reflexivo. De hecho debo reconocer su práctica tolerante ante algunas divergencias, especialmente en materia religiosa pues él era agnóstico a diferencia mía. 

Sigo pensando que las lecturas metódica y continua del Artes y Letras me entregaban respuesta y sentido concreto ante la pregunta que hoy me hago sobre hacia dónde van las humanidades en el pueblo, aunque a propósito la interrogante deja premeditadamente fuera del quehacer de la academia, que dicho sea de paso tampoco camina sobre miel y hojuelas.   

Sin pretender llegar a conclusiones definitivas quizás sea interesante recordar las palabras de Debord que vivimos en una sociedad en la que prima el espectáculo, el cual no sólo llena nuestros espacios de ocios sino que también es parte de nuestro quehacer laboral, que incluso puede ser fuente de contribución de ella misma. En el contexto de esta sociedad de consumo a la cual nos ha conducido el neoliberalismo, el mismo autor nos señala que el espectáculo constituye el modelo actual de la vida socialmente dominante.

Estudiar las humanidades quizás sea considerada una actividad inútil y anacrónica, que se desenvuelve en una sociedad que ha pasado de ver las cosas desde su "valor de cambio" más de que su "valor de uso", incluso en palabras de Marx reemplazando a la primera, lo que provoca un efecto de ocultamiento al que llamó la "fetichización de la mercancía" sobre la cual se extiende a la cotidianidad social.

En resumen no hay un entorno social propicio para las humanidades, donde cada día los espacios de ocios son destinado a un necesario descanso de la agitada actividad laboral. Además deberíamos tener presente las ironía de Román Gubert cuando nos dice que vivimos en la cultura de "pantallización".

Bibliografía

Debord,.Guy. 2008. La sociedad del Espectáculo. Ediciones Pre-Textos. Valencia. España. p.55

Marx, Carlos. 1978. El Capital. Crítica de la Economía Política. Fondo CulturaEconómica. México. p.3

Gubert, Román. 2010. Metamorfosis de la Lectura. Anagrama. Barcelona, España.p.94.




positiva 

Sunday, July 20, 2025

Lanzamiento Libro: Los Farmacéuticos son los Mejores

 Invitado a ser parte de la presentación del nuevo libro: "Los farmacéuticos son los mejores" del colega QF. Mauricio Huberman Rodríguez, en la sede del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímico de Chile (A.G.), ubicado en la antigua casona de la calle Merced en Santiago. 

El evento se dio en un espacio de camaradería fraternal entre quienes acompañaron y dieron un realce muy emotivo, sobre todo porque el programa contempló la locución y presentación artística de los propios hijos de Mauricio, lo que por supuesto lleno de emotividad al autor, su familia y los concurrentes.

Inicie mi exposición agradeciendo la invitación al lanzamiento del libro, la cual me daba una ocasión de sentirme muy honrado en participar, a su vez me entregaba la oportunidad de manifestar públicamente un agradecimiento a Mauricio, por su fraternidad profesional hacia mi persona considerando que en los inicios de nuestra actividad gremial fuimos partes contrarias en las coyunturas especiales, que involucraban acciones que afectarían el presente y futuro en el desarrollo del quehacer de las farmacias comunitarias, especialmente por las tendencias  que se propiciaban en esos días hacia la concentración estratégicas de ellas, que en definitiva darían estructuras a lo que actualmente conocemos del retail farmacéutico.

Es aquí, donde aparece la persona y profesional que ha demostrado ser nuestro colega Mauricio Huberman, lo cual sin dudas se ve plenamente reflejado en el libro que hoy nos entregas a las generaciones que lo hemos acompañado, como a las futuras que deberían conocer a través de este testimonio escrito, que es posible hacer en nuestro entorno profesionales farmacéuticos mejores, siguiendo su ejemplo valórico, como muy bien lo expreso uno de sus hijos.

Seguí mi exposición haciendo una introducción, en la cual mencioné que la primera impresión en que me detuve fue el título de la obra, atendiendo a su bella osadía que tuvo al atreverse a expresar que "los farmacéuticos son los mejores". No dudo de que esto sea así, es más encuentro genial que Mauricio lo afirme con la autoriadad que los años de ejercicio profesional y gremial le han entregado.

Proseguí clasificando el libro como una obra autobiográficas que se sustentaba en crónicas que partían en los inicios estudiantiles, en lo cual no faltaban las actividades deportivas y proezas de aquel muchacho que con el tiempo ingresaría a la universidad para seguir la carrera farmacéutica, teniendo presente que por razones familiares estás no le eran ajenas. 

En la lectura del libro identifique al menos dos palabras que conceptualmente me permitieron reconocer un hilo conductor, estás eran: Crisis y Paradigmas1. Quién podría dudar que en los últimos 50 años hemos navegado por mundos que mostraron sus crisis y cambios de paradigmas que influyeron directamente en el quehacer de los profesionales farmacéuticos y en el marco normativo en la dispensación de los medicamentos.  

En su trayectoria Mauricio demostró que podía liderar navegando entre estás crisis y cambios de paradigmas, compartiendo o mayormente el timón, buscando aguas propicias y vientos favorables que pusieran en su horizonte los mejores puertos para contribuir a que los farmacéuticos fueran los mejores. 

La presentación del libro de nuestro colega es sólo un alto en su camino, pues como el mismo lo manifestó posteriormente al agradecer a los presentes, aún encuentra que le resta la voluntad suficiente para continuar su actividad laboral y apoyo a quienes asuman responsabilidades gremiales.

Mis palabras al cierre fueron para recomendar que este libro llegue a las bibliotecas de las universidades del país que dictan la carrera de química y farmacia, considerando que las nuevas generaciones (como anteriores que no se integran, encuentres en sus páginas la cantidad y diversidad de acciones que se realizan entorno a nuestro colegio profesional, identificando los benefecios que actualmente se tienen gracia a la perseverancia, paciencia de un colega con la dedicación solidaria que nos ha entregado Mauricio Huberman Rodríguez.

Finalizo expresando mi gratitud a Mauricio, y que lo que uno quisiera ragalarle a nuestra amada profesión que ojalá tengamos muchos Maruricio Huberman por siempre.


Bibliografía

- Huberma R, Mauricio. 2025. Los farmacéuticos son los mejores. Colegio de Químico Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile A.G.

- Llamazares, Ana María. 2011. Del reloj a la flor de loto. 1a edición Editorial Del Nuevo Extremo. Buenos Aires. Argentina

- Referencia a la frase atribuida a Séneca: "Para que desean vientos favorable de popa, sino saben para dónde de van"



Tuesday, July 15, 2025

Adiós Sonia: pasajera inolvidable

 Hace unos días ha partido una amiga y compañera de viaje por muchos lustros, reconociendo en esto, que hemos perdido una pasajera con la cual compartimos muchos viajes y tertulias, a este y al otro lado del gran charco del océano pacífico. Nos ha dejado un vacío grande, que intentamos no llenarlo de tristeza, sino de acomodar las infinitas alegrías que vivimos en cada una de las miles de millas que recorrimos a lo largo y ancho de este mundo.

Sabemos que la muerte es algo seguro e inevitable como nos lo hizo saber el sacerdote durante el responso  de  nuestra amiga Sonia.  Como nos recuerda el poeta Armando Uribe:
 
“La muerte despiadada no hace excepciones: uno por uno nos recoge del suelo en que vagamos como hormigones negros –cuando menos pensamos, pero en nada pensamos –cuando nos llega el turno, despiadada nos coge con sus pinzas de fierro, nos traslada el lugar de nuestro entierro”.

Una larga caravana recorrió la distancia entre el templo y el camposanto, que bajo un sol que no alcanzaba a calmar la fría tarde en la cual entregamos resignados el cuerpo ante esta verdad que como hecho inevitable, solo nos quedaba muy a nuestro pesar aceptar. Podremos hacernos preguntas del por qué la partida llegó tan inoportunamente, cuando habían tantos proyectos que han quedado abandonados. Nos cobijamos en la esperanza que su alma a dejado su cuerpo para enfrentarse a la verdad e intentamos expresar nuestra esperanza de eternidad, sin olvidar que hemos nacido para morir, donde nuestra mayor proeza es alcanzar una duración que haya permitido momentos de felicidad.
 
Se ha ido nuestra “Chef” dejando atrás a quienes seremos sus eternos deudos de la diversidad de menús que se producían  en su caótica cocina. No somos dignos discípulos para intentar emular las proporciones de las innumerables especias que sus manos vertían sobre sus sabrosas comidas. ¡Adiós! “Chef” y gracias por compartir tu talento solidario  de la buena mesa.

Aceptamos poner fin a esta tristeza porque la muerte es unas certeza que más temprano que tarde compartiremos, debemos ser conscientes de ello, y por ello mismo debemos darnos el tiempo y espacio para vivir. Esta es la conformidad que nos deja la experiencia de convivir con Sonia, pues vivimos momentos inolvidables en cada uno de nuestros viajes por el mundo, en los reencuentros fraternales celebrando cada oportunidad que el calendario dejaba un espacio de ocio o la celebración de una fecha especial.

Por cierto, no tenemos repuesta a las preguntas que justifiquen la partida de quienes amamos, aún así nos llenamos de esperanza que hay otra vida, que en esta nos has dejado la gracia y amor, que sin dudas nos seguirás acompañando, porque nuestras memorias no te olvidarán.  Adiós Sonia , descansa en paz.



In memoriam de Sonia Mardones 11 julio 2025

Tuesday, July 01, 2025

 Mi madre y los libros

Por Francisco de la Fuente Vásquez

Hoy primero de julio mi madre habría cumplido 102 años, los mismo que cumplió mi padre para luego partir y dejar atrás su cuerpo material, mi madre lo hizo hace poco más de tres años. Eran profundamente católicos por cuanto no me cabe ninguna duda que creían en que se reencontrarían nuevamente. 

Hace unos días atrás leía el libro que escribió Javier Cercas sobre el Papa Francisco, una crónica que lleva por nombre: "El loco de Dios en el fin del mundo",  mientras lo acompañaba en unos de sus viajes a la periferia de los mundos precarios de justicia social, que tanto le agradaban a Bergoglio.

El escritor Javier Cercas, quien ha reconocido ser un ateo, busca mediante este acto preguntarle al papa si el cree en la posibilidad de volver a reencontrarnos con aquellos seres amados que se han marchado, todo esto, para darle conformidad a su madre de que volverá a estar junto al amor de su vida al final de los tiempos.

Por estos días visitando una librería me preguntaba sobre lo que los libros eran para mi, y debí reconocer que con los años he perdido a la gran mayoría de mis amigas y amigos, pues en su tiempo no valoré que en gran números ellos eran bastante mayores que yo. Así que como ley de la vida ellos se han ido marchando dejando espacios vacios de tertulias y encuentros fraternos, con lo cual he perdido la posibilidad de compartir mis reflexiones y escuchar sus acuerdos y desacuerdos cobijado en aquellos diálogos interminables que construían más dudas que certezas. Quizás este mismo hecho era el incentivo para volver a reencotrarnos nuevamente para revivir esta serie de tertulias. Si, definitivamente la soledad se me aparece como una brisa que amenaza abrazar mi camino.

Bueno, es así como los libros han ido construyendo un muro que intenta con éxito frenar aquella brisa de soledad, y es aqui el instante en que debo agradecer a mi madre haber guiado mis primeros acercamientos a los libros. Allá lejos en el tiempo hubo en la patagonia Balmacedina un aviador, llamado Jorge Isler que tenía una treintena de libros - o quizás menos - que prestaba a mi madre la cual terminaba compartiéndolos conmigo. Así mis primeros autores eran principalmente hispanoamericanos, y muy escasos europeos y norteamericanos, entre los cuales no puedo dejar de mencionar a Frank Yerby, el cual me entregó el puntapié inicial para los grandes novelistas de best-Sellers que vendrías posteriormente cono Irving Wallace, Ken Follet, Frederick Forsyth, Noah Gordon, Stephen King y Harlan Coben entre otros.

Gracias mamá, los libros siguen aquí.