"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Sunday, April 04, 2021

Series televisivas exitosas y la religiosidad humana

  En tiempos en que el mundo cristiano celebra la pasión, muerte y resurrección del Cristo, presiento que es oportuno escribir unas frases que intenten dar sentido a la religiosidad. Como afirma Duch (2001) vivimos tiempos en que las religiones suscitan cierto menosprecio, que se manifiesta más en lo eclesiástico que en la práctica y conservación de cierta religiosidad.[1] Esto se ve reflejado incluso en entidades de educación superior confesionales, que muestran una carencia de centros culturales que ofrezcan temas del fenómeno religioso más allá de la misión pastoral, ya sea al menos desde una perspectiva filosófica, antropológica y sociológica -más que teológica- lo que no implica descartar esta última.[2]

 

Reconociendo el polifacetismo inherente a las diversas religiones, en ocasiones se encuentra en la entretención fílmica una demanda de información, respecto a las prácticas sociales de ciertos grupos religiosos. Esto se evidencia con la importante audiencia que se ha interesado por ver dos series televisivas, que tratan en particular la vida cotidiana de comunidades religiosas judía ortodoxa, como es la jasídica.


Antes de continuar deseo aclarar que no pretendo hacer una presentación histórica, sino acercarme muy someramente, aunque teniendo presente las intenciones de Mircea Eliade en su acto creativo de una hermenéutica de lo sagrado, que contribuya al entendimiento de la religiosidad humana.[3]

 

Si consideramos que lo religioso es, para mal o para bien, un aspecto que es difícil de suprimir para una parte importante de seres humanos, entonces puedo proponer que las series: “Poco ortodoxa” (Unorthodox) y “Shtesil”, son con toda razón y sin temor a equivocarse muy recomendables de ver.

“Poco ortodoxa”, está inspirada en una representación libre de la obra autobiográfica de Deborah Felman,[4] que pone en escena la historia de una joven que huye a Berlín, para iniciar una nueva forma de vida, dejando atrás su comunidad judía ultraortodoxa en Nueva York.

 

En cuanto a Shtisel, su historia ocurre principalmente en Jerusalén en un barrio judío ultraortodoxo, mostrando su estilo de vida cuya cotidianidad objetiva de los varones, por una parte, transcurre en el estudio profundo de la Torá y el Talmud, insertos en una actitud genuinamente religiosa, que se refleja en el respeto riguroso de las normativas y rituales de la comunidad, las que se siguen abnegadamente para cumplir con las leyes de Dios. Por otra, las mujeres se dedican casi exclusivamente al hogar y la crianza de sus hijos, sorprendiendo el escenario patriarcal con que la mayoría de las decisiones pasan por ellas, la administración del poder familiar, que no permite discusión.

 

Sin dudas que estas reglas de conducta que conllevan un estricto control y cuya praxis derivan en la formulación de códigos morales, que por lo general pretenden regular todos los aspectos de la vida del individuo y su grupo familiar. De aquí, que esta sea una oportunidad para cuestionar el dogma y la moral, permitiendo concebir una historia en las fronteras o más allá de la dimensión práctica de la ortodoxia religiosa.

 

No me cabe duda de lo entretenida que son ambas series, como también lo interesante que es observar el fenómeno religioso desde esta perspectiva de la ortodoxia religiosa. A su vez, hay escenas que tienen un rico lenguaje simbólico, que permite extrapolarse y compararse con nuestras prácticas sociales.

 

Dadas las emociones alegres, musicales y poéticas que ambas series nos plantean, quizás sea oportuno recordar las palabras de Pascal: “Hay razones del corazón que la razón no conoce”, o si prefieren utilizar la expresión de Horkheimer de que sea más necesario equiparar lo que es verdadero con lo que es verificable.[5]

 

Bibliografía


[1] Duch, Ll. 1997. Antropología de la religió. Publicacions de l’Abadia de Monserrat. Barcelona, España

[2] Observación: En varias ocasiones como académico manifesté en diferentes niveles de la comunidad universitaria mi interés de promover e implementar un centro cultural, incluso propuse el nombre del J.H. Newman.

[3] Eliade, M. 1978. Historia de las creencias y de las ideas religiosas. Ed. Cristiandad. Madrid, España.

[4] Feldman, D. 2012. Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots.

[5] Horkheimer, M. 2002. Crítica de la Razón Instrumental. Trotta, Madrid.