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Tuesday, July 30, 2019

Simposio 400 años Estudios universitarios en Chile: Comentarios


La semana recién pasada se conmemoraron los 400 años desde que el Papa Pablo V emitió el permiso que permitía a las instituciones educativas chilenas otorgar títulos universitarios, lo interesante no es tan sólo este hecho tan relevante para la historiografía de la educación chilena, como nos recordó el Dr. Mario Orellana Rodríguez; Premio Nacional de Historia 1994; y me refiero a lo importante que es para los ciudadanos tener presente la historia de su país, especialmente cuando se hace memoria con sentido de futuro, trayendo al presente el camino visionario trazado por los pioneros de la educación superior en Chile, donde la Iglesia Católica a través de sus ordenes eclesiales de los Dominicos y Jesuitas crearon los espacios para desarrollar la docencia que entregaría los títulos de Licenciado, Maestro y Doctor. En palabras de Don Aliro Bórquez se ha contribuido a mejorar la vida de las personas, pero también al desarrollo de nuestros territorios.

El profesor Orellana nos hizo recordar varios nombres que han permitido mantener esta memoria histórica, como Alejandro Fuenzalida (1865-1942),  José Toribio Medina (1852-1930), Tomás Thayer Ojeda (1877-1960) y Amanda Labarca (1886-1975) entre otros, en lo personal quisiera recordar a Augusto Orrego Luco (1848-1933) a través de una antigua lectura de su libro “Recuerdos de la Escuela”, en la cual nos regala una visión descriptiva de la forma como se realizaba la docencia en los inicios de la Escuela de Medicina, y me refiero a Lafargue, Philippi, Domeyko, Bustillos y Vásquez.

Mi aporte anterior se motiva teniendo presente que este simposio se da en una universidad católica, lo que me hizo recordar la dificultad de los estudiantes de la época, al intentar comprender las ideas religiosas tan arraigadas en Ignacio Domeyko, en quien reconocían un hombre destacado internacionalmente en el campo de la ciencia; razón y fe un tema que se mantiene vigente hasta nuestros días; la respuesta de Domeyko la encontramos al recordar su natal Polonia, y la escribió Orrego Luco en la obra indicada anteriormente: “Pero para nosotros ya todo eso ha concluido. Ya no tenemos patria. Vivimos desparramados por toda la tierra. Lo único que nos queda de Polonia, lo que no nos podrían arrebatar, son sus creencias religiosas. La religión es el único lazo que liga a este pueblo proscrito. El seno de la religión es para nosotros el seno de la patria. Ahí se nace, ahí se vive, ahí se muere”.

Otro presentación asertiva fue la expuesta por la Dra. Martha Hengst en el marco de la temática “La sociedad que construimos: desafíos a las universidades del hoy”, en la oportunidad la académica del Departamento de Ciencias Farmacéuticas se refirió entre otras a la importancia del trabajo colaborativo e interdisciplinar, más lo que llamó mi atención en su exposición fue las referencia a dos autores, el primero psiquiatra Claudio Naranjo quien fallecido hace unos días atrás ha dejado un modelo educativo que da gran importancia al nivel formativo, donde la experiencia y el testimonio son fundamentales para un logro de aprendizaje significativo. El segundo fue el divulgador científico Michio Kaku del cual citó su libro “El futuro de la humanidad”, en lo particular quisiera aportar un comentario sobre esta obra refiriéndome al capítulo 11”Transhumanismo y tecnología”, pues considero que es una temática que es muy necesaria que sea debatida en la sociedad y en particular  en los centros de educación superior.

La revolución transhumanista, como la ha denominado Luc Ferry, es una ideología que ha ido tomando mucha fuerza en el debate de los aspectos esenciales de la naturaleza de lo humano, defendida por intelectuales bioconservadores, y las ilimitadas posibilidades que nos ofrece la biotecnología para abrir una hibridación de lo humano con la robótica y la inteligencia artificial; ideas que son propuestas por los bioprogresistas; para contribuir a una humanidad aumentada o en una palabra más concreta alcanzar un ser poshumano. Pienso que este tema necesita un debate más profundo especialmente en las comunidades universitarias pues los dilemas éticos y sociales, demandarán tomar decisiones que deberán considerar la suma global de felicidad y  espiritualidad.

Fueron dos días de una profunda reflexión sobre los desafíos que deben cumplir las casas de estudios frente a una ciudadanía que no debe apartarse de la búsqueda de lo verdadero, como afirmó P. Tomás Scherz. Esto en un contexto que a decir de Monseñor Héctor Vargas, se caracteriza por una cultura que tiende a la homogeneización, privilegiando el individualismo y la satisfacción, obviando la presencia del Otro, situación que demanda una respuesta desde el quehacer de la universidad.

Bibliografía
Feliú C, G. 1969. Alejandro Fuenzalida Grandon (1865-1942) Bibliógrafos Chilenos. Santiago, Chile.

Orrego L, A. 1953. Recuerdos de la escuela. Editorial del Pacífico. Santiago, Chile p. 29.

Naranjo, C. 2007. Cambiar la Educación para cambiar el Mundo. Editorial: Cuarto Propio. Santiago, Chile.

Kaku, M. 2018. El futuro e la humanidad. Debate. Penguin Random House Grupo Editorial. Madrid, España p. 243-264.

Ferry, L. 2017. La revolución transhumanista. Alianza editorial. Madrid, España.