"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Saturday, November 26, 2011

Me he preguntado : ¿Por qué es difícil resolver la movilización por la educación?

Estimo que detrás de la CONFECH hay una postura ideológica pro-marxista en lo referente a su formalidad de ver los cambios estructurales, lo cual se ajusta a su concepto de “revolución” la cual sublima la metáfora que trasluce una conciencia cotidiana que no es posible resolver el problema educacional sino se resuelven sus problemáticas en su totalidad social.

Aunque algunos les moleste la siguiente opinión, me parece que claramente el PC chileno ha sido muy hábil en la estrategia que ha utilizado en el manejo de las insatisfacciones sociales, trabajando en las bases juveniles a lo igual que lo hicieron los católicos en Polonia con los niños después de la posguerra.

No es un misterio que los marxistas tienen la habilidad y destreza para asentar las bases de la discusión social, convenciendo a los participantes de las movilizaciones que la única solución concreta a los problemas de educación se encuentra en realizar una revolución total.

Aunque los promarxistas no han podido capitalizar electoralmente el éxito de convocatoria que ha tenido el movimiento; hasta ahora, pues lo que ha sucedido es que la masa protestante se adueñado de la revolución generando sub-problemáticas particulares que privilegian sus demandas por sobre lo político, como es el caso de las etnias, minorías, zombies, grupos sexuales, profesores, ambientalistas y otros.

En tal situación el postmarxismo no le ha quedado otra decisión que aceptar en su fuero interno que los antagonismos que le parecían secundarios dominan la movilización social, lo que ha implicado alejarse de la connotación contradictoria que tradicionalmente sustentan, debiendo aceptar la ineluctable pluralidad de las luchas sociales.

Por otro lado el personalismo y tecnicismo comunicacional en los inicios del gobierno del Pdte. Sebastián Piñera evidenció una notoria falta de manejo político de sus ministros, aspecto que oportunamente se ha tratado de corregir con el ingreso de un selecto grupo de avezados ex-parlamentarios.

De hecho en lo referente al tema educacional desde un principio el gobierno se jugo por una estrategia que mostró una actitud beligerante que pretendía desprestigiar la capacidad negociadora del movimiento estudiantil, por la violencia citadina de sus protestas e intransigencia a ceder en la gratuidad de la educación. En este punto hay evidencias en las declaraciones a los medios periodísticos que la CONFECH, a través de sus voceros manifestaron su posición de un cambio paulatino hacia la gratuidad. Eso sí, hay que conciliar que lo anterior no nos asegura que detrás de estas vocerías exista una vía más revolucionaria.

A su vez tenemos que considerar que el actual gobierno tampoco ha sabido capitalizar sus indicadores y logros, a mi manera de ver esto ocurre porque ha sido equivocada la forma de cómo ha obtenido estos objetivos, al plantearlos en sus orígenes con coberturas y montos que luego la oposición parlamentaria ha terminado modificando de manera importante a favor de los chilenos beneficiados. Al final del día esto no ha permitido al gobierno revertir las encuestas, como tampoco a la Concertación, en el bien entendido por la ciudadanía que esta última es culpable de no haber realizado tales reformas en los 20 años en que fueron gobierno. Al mismo Presidente Piñera no le ha ido mejor en las encuestas, al aparecer cediendo y celebrando logros que en sus proyectos de origen proponían beneficios económicos con coberturas y montos menores que parecían imposibles de mejorar financieramente.

Finalmente el gobierno parece haber logrado ganar una batalla de que el tema de la educación se intente resolver en el Congreso, mientras los estudiantes no han dado por terminada la guerra, y se toman un descanso en que esperan que la aprobación del presupuesto muestre algunas directrices que apunten a sus objetivos educacionales revolucionarios. Por tanto habrá que seguir esperando para ver que camino toma en los próximos días la movilización estudiantil en relación a su lucha por una educación gratuita y de calidad.