"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Tuesday, March 15, 2011

¿Cambio en la geopolítica árabe?
La revuelta de los pueblos árabes no alcanzan para establecer una revolución al menos por ahora, particularmente en el caso de Egipto no es posible pasar por alto, que ese pueblo no le es desconocido que el Sr. Hosni Mubarak era un aliado en la política estadounidense ya que participo con el padre de Bush en la guerra de Irak. Además era un pro israelí que en su momento estuvo promoviendo acciones disociativa entre los propios palestinos para impedir la paz en el medio oriente.

A quién que conozca la realidad árabe no le cabe alguna duda, y en esto el pueblo es un actor, que la alianza de Egipto – Israel a partir de los acuerdos de Camp David permitieron a estos últimos ocupar territorios palestinos, instalando colonias de varios miles de israelíes, sin temer por parte de su ejercito una guerra con el gobernante de El Cairo.

Acaso vamos a desconocer que el pueblo egipcio miraba con simpatía a los dirigentes de Hezbollah, mientras el gobierno los ignoraba y ridiculizaba, me temo que los futuros dirigentes tendrán que sopesar muy luego que los manifestantes egipcios son más cercanos a los requerimientos palestinos que a los intereses regionales de los Estados Unidos, con su consabida política protectora del estado israelí.

Es claro que una previsible debilidad de los estadounidenses en el mundo árabe, debe poner muy nervioso a sus tradicionales aliados en el medio oriente, como Kuwait y especialmente Arabia Saudita, lugar en el cual se cobija Mubarak hoy en día. Estados Unidos no tiene la potencia moral ante sus mentiras en la guerra de Irak, su inamovilidad en Afganistán y la poca efectividad con el programa nuclear iraní, de hecho el actual gobernante de Palestina el Sr. Abbas dió un portazo a Barack Obama cuando se negó a retirar un texto enviado a la ONU en cual se rechazaba enérgicamente la colonización israelí

Tengo la impresión personal que los manifestantes de los pueblos árabes que han propiciado y ejecutado estas revueltas le es muy importante la problemática que vive el pueblo palestino, ante el eje israelí – estadounidense, y que sería un error geopolítico garrafal el considerar que la ocupación de Jerusalén no les importa, no olviden que son los dirigentes árabes los que han aceptado esta situación y no el pueblo musulmán.

Las convivencias ciudadanas no muestran un futuro fácil en países en que el laicismo no es una alternativa con tradición, lo más probable es que sus ejércitos tomen el camino del Islam apadrinados por un líder espiritual, que impida que los manifestantes pasen a convertirse en hordas incontrolables, que nadie desea, y en el caso de Egipto puede que haya llegado el momento para los Hermanos Musulmanes. En el caso de Túnez dependerá de la fortaleza que tenga su jefe militar para respetar su palabra de apoyar una transición que recaiga en la decisión del pueblo tunecino que podría elegir un gobierno autoritario que les de tranquilidad. En el caso de Libia la sostenibilidad de un gobierno pasará sin lugar a dudas por la organización tribal no exenta de contrafuertes internos.

La Sra. Hillary Clinton no debe estar por estos días viviendo unos días felices con el terremoto de Japón; en el plano político, pues el tema de la amenaza nuclear de una de las centrales atómicas niponas, quizás no le de tiempo para considerar que los manifestantes árabes una vez que terminen con sus gobernante pro-yankis dirigirán su odio hacia todos aquellos países que obvian la cuestión Palestina. Se agrega para colmo para ella la política económica neoliberal que exporta su país, la que esta cayendo en la inmoralidad usurera de sus gerentes, que crea cada vez mayores desigualdades para el pueblo europeo y americano los que pueden despertarse socialmente.

No cabe duda que Estados Unidos va a tener que tomar una decisión respecto a las intervenciones en las decisiones soberanas de los países, quienes hoy en las puertas del siglo XXI se han hecho fuerte entendiendo que el mundo tiende a despolarizarse y lo que es más importante el protagonismo de las nuevas generaciones que se manifiesta a través del poder de las redes sociales, que les permite reivindicar sus derechos en un ambiente de tecnologías que intervienen en la comunicación mundial.