"Veritatis simplex oratio est"

Séneca

Sunday, May 16, 2010

El miedo un aspecto insano de solidaridad

Claro esta que el miedo tiene un doble efecto sobre quienes se ejerce, por un lado anestesia y por otro provoca un repliegue sobre uno mismo, de tal manera que de un estado emocional sustentado en el temor quedamos a un paso de un conformismo social, considerando que no serán los aspectos positivos u optimistas los que nos harán más solidario. En este aspecto un terremoto y tsunami por venir serán la que nos condicionarán a congregarnos en nuestro entorno social.

En esta perspectiva nuestra capacidad de razonar se hace tremendamente dificultosa, impidiéndonos realizar como corresponde un análisis objetivo de los hechos, al no poder separar los acontecimientos reales de nuestras percepciones subjetivas. Que lejanos están aquellos tiempos en que los franceses exportaban sus ideas de libertad, fraternidad e igualdad, considerando que era indigno como ciudadano reconocer un sentimiento de temor, hoy por hoy los valientes son aquellos que manifiestan desvergonzadamente sus miedos, lo que nos hace parte de una civilización sustentada en un tembloroso estado de sobrevivencia de alarma continua de catástrofe naturales, cósmicas y antropogénicas.

Hace unos días comentaba a mis alumnos mi propia tragedia de vivir en un edificio de altura a pocos metros del mar, pues sino es la amenaza de los mayas con su vaticinio del 2012; que me recuerda esa frase de que al año 1000 llegaréis del 2000 no pasaréis, es un terremoto de proporciones acompañados de un tsunami en que las olas superarán los 30 metros. Para olvidar esto les recomiendo no encender el aparato de televisor, pues se pueden enfrentar a programas catalogados como culturalmente científicos, que anuncian que no puede pasar mucho tiempo en que no nos veamos ante la llegada de un cometa de proporciones, que acabará con la mayor parte de lo que hoy llamamos vida en el planeta tierra.

Es un hecho que en el presente los medios de comunicación sacan cuentas alegres de rating, cada vez que en su programación mantienen a la audiencia sumidos en un ambiente de alarma, teniendo en consideración confesional que el público se expresa en una actitud cooperante como si el pánico y las catástrofes fueran un espectáculo fascinante, que es digno de un goce histórico colectivo en el sobrevivir de cada día.

Entre tantas cosas que se han globalizado el miedo es una más, en la que los norteamericanos han sido unos de los portavoces de mayor volumen, partiendo desde el siglo pasado con la amenaza del comunismo, hasta el terrorismo proveniente del “Eje del Mal”. A quién le cabe dudas que el uso del miedo que hizo ese innombrable ex presidente norteamericano, y que nos ha llevado a perder la tranquilidad de tiempos mejores, para dejarnos sumidos en la amenaza del terrorismo propiciado por el imperio del mal que proviene de oriente. Como bien dice Vicente Verdú tanto Hobbes como Maquiavelo coincidían en que el miedo es la emoción política más potente y necesaria, la gran educadora de la humanidad, indómita y poco de fiar.

A todas luces no estimo que sea recomendable solucionar el persistente individualismo de nuestra sociedad consumista, utilizando el miedo como elemento de cohesión solidaria, este es un camino insano que trae consigo la pérdida del sentido crítico de nuestras conciencias individuales, que nos conduce de forma inevitable hacia un comportamiento masivo inmerso en la irracionalidad, convirtiendo nuestros temores en un nuevo instrumento de control social.